De Vuelta Al Plan Original
Estudio La definición de PLAN en el diccionario es “Conjunto de ideas precisas para realizar una obra”. Muchos de nosotros cuando vamos de vacaciones hacemos un plan de todo lo que queremos hacer. Sabemos a qué lugares vamos a ir, qué restaurantes vamos a comer, qué parque vamos a ir con nuestra familia, todo está debidamente coordinado. Pero si ese día llueve o nos enteramos de que hay un mejor restaurante en otro lado, se retrasa el vuelo, el cuarto de hotel no está disponible, en fin, nuestros planes cambiaron.
Desde el inicio Dios ha tenido un plan, que estemos con Él, que estuviéramos en su presencia, le adoremos solo a Él y disfrutáramos de sus bendiciones. Lamentablemente cuando Adán y Eva comen del fruto, engañados por la serpiente, desobedecen las instrucciones que Dios les había dado y la relación se rompió. El pecado nos separó de la comunión que teníamos con nuestro Creador y sentenció a muerte a la humanidad.
Romanos 6:23 nos dice: “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor”. Aunque parecía que el plan de Dios había cambiado, fue en ese momento donde se anunció la esperanza de salvación para la humanidad a través de Jesucristo. Romanos 5:15 dice: “pero hay una gran diferencia entre el pecado de Adán y el regalo del favor inmerecido de Dios. Pues el pecado de un solo hombre, Adán, trajo muerte a muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su perdón para muchos por medio de otro hombre, Jesucristo.” Desde el principio se establece que la restauración de nuestra comunión con Dios es por medio del sacrificio de Jesús en la cruz. Él es el puente que nos acerca al Padre.
Podemos malinterpretar los planes que Dios tiene para nosotros cuando:
- Pensamos que podemos apoyarnos en nuestro propio entendimiento.
- No confiamos en Dios.
- Pensamos que Él está muy lejos y no nos escucha o no conoce nuestra
situación.
Aplicación
La promesa de restauración de ese plan se encuentra a lo largo de toda la Biblia. Un ejemplo de esto es el cautiverio del pueblo de Israel en Babilonia. Luego de muchas advertencias a través de los profetas para que Israel se arrepintiera de su pecado, ellos continuaron en su idolatría y aun así insistían en vivir lejos de Él. Es por esta razón que Dios lleva cautivos a Babilonia por 70 años. Este fue un tiempo duro y difícil para ellos, pero el Señor tenía un plan. En medio de este proceso Dios le dice que cumplirá sus promesas de regresar a Jerusalén y restaurar a su pueblo. Jeremías 29:11 dice: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.”
Aquí Dios les asegura que, aunque están en el cautiverio y en medio de una situación difícil, deben confiar en Él. Él sabe lo que hace y ese tiempo puede ser duro, pero hay una promesa de un futuro glorioso. Así también nosotros que vivimos en este mundo caído y donde abunda el pecado, tenemos una esperanza y es que en Jesús se cumple ese plan de salvación, ese plan para lo bueno y no para lo malo que Dios tiene para nosotros. Romanos 8:30 dice: “Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a Él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con Él; luego de ponerlos en relación correcta con Él, les dio su gloria”.
¿Por qué es importante que regresemos al plan original?
- Porque es lo que Dios quiso desde el principio.
- Porque a través de Jesús se establece una relación correcta con el Padre.
- Porque necesitamos tener comunión con nuestro Creador.
Conclusión
Jesús es el camino que nos lleva al Padre. Es la verdad que nos asegura que lo que Él prometió lo cumplirá. Y es la vida eterna que nos da para disfrutar de nuestra relación con nuestro Dios como al principio, viéndole cara a cara. Hebreos 4:16 nos dice: “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”.
Escrito por: Raphel Sánchez
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