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Tiempo Familiar - Semana 48
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¿Qué Es Lo Que El Mundo Determina Por Bendición?

 

Estudio
El mundo ha cambiado por completo el significado de la palabra “bendición”. Hoy, se cree que una persona está bendecida si tiene dinero, fama, salud perfecta, una casa grande o una vida sin problemas. Pero la Biblia enseña algo muy distinto: la verdadera bendición no depende de las circunstancias externas, sino de la presencia interna de Dios en el corazón.

Jesús enseñó que los pobres en espíritu, los mansos, los que lloran, los que tienen hambre y sed de justicia son los verdaderamente bendecidos (Mateo 5: 3-10). Es decir, aquellos que reconocen su necesidad de Dios y dependen completamente de Él. El mundo dice: “Tienes suerte si tienes más”, pero el Reino de Dios dice: “Eres bendecido cuando tienes menos de ti y más de Cristo”.

Proverbios 10:22: “La bendición del Señor enriquece a una persona y él no añade ninguna tristeza.”

Lucas 12:15: “Y luego dijo: Tengan cuidado con toda clase de avaricia! La vida no se mide por cuánto tienen”.

El mundo mide la bendición por lo que se puede mostrar; Dios la mide por lo que se puede sostener en el alma. Una casa puede llenarse de lujos, pero si está vacía de paz, no hay bendición. Un corazón puede faltar de todo lo material, pero si tiene la presencia de Dios, lo tiene todo. La verdadera riqueza se encuentra en tener comunión con el Creador, no en acumular lo que pronto se acaba.

Cuando entendemos que Cristo mismo es nuestra mayor bendición, cambia nuestra forma de ver la vida. Ya no vivimos quejándonos por lo que falta, sino agradeciendo por lo que Él ya ha hecho. No vivimos persiguiendo lo temporal, sino disfrutando la eternidad que ya empezó en nuestro interior.

¿Qué sucede si sigo el concepto del mundo sobre bendición?

  • Terminarás esclavo de lo que intentas conseguir.
  • Tu identidad dependerá de tus logros y no de Cristo.
  • Perderás la paz intentando mantener apariencias.
  • Te compararás constantemente con los demás.
  • Buscarás placer, pero nunca hallarás propósito.
Aplicación
Dios no nos bendice para llenarnos de orgullo, sino para formar en nosotros un corazón humilde y agradecido. La bendición no es tenerlo todo, sino tener a Cristo en todo. Muchos dicen “estoy bendecido” cuando les va bien, pero se olvidan de decir lo mismo cuando están en prueba. Sin embargo, las Escrituras enseñan que incluso el sufrimiento puede ser una bendición, porque nos lleva a depender más de Dios y menos de nosotros mismos.

Como familia, debemos aprender a redefinir lo que llamamos “bendición”. No se trata de cuántas cosas tenemos, sino de cuánto reflejamos el carácter de Cristo en medio de todo. Si Dios te ha dado paz en medio de la tormenta, eso es bendición. Si te ha permitido perdonar a quien te hirió, eso es bendición. Si te ha mantenido firme cuando todo se destruye, eso es bendición.

Mateo 6: 19-21: “No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.”

Efesios 1:3 “Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.”

Cuando dejamos que Dios defina lo que es bendición, dejamos de vivir frustrados y comenzamos a vivir agradecidos. La comparación desaparece, el ego se apaga y el gozo florece. Ya no vivimos buscando aprobación humana, sino disfrutando la aceptación del Padre.

Cada familia debe decidir quién define lo que es una vida bendecida: el mundo o la Palabra de Dios. Si dejamos que Cristo sea el centro, descubriremos que la verdadera prosperidad no está en las cosas que se compran, sino en las almas que se transforman.

 
¿Cómo aplicar esta verdad?
  • Cada día agradece por tres cosas que no sean materiales.
  • Hablen en familia sobre cómo Dios ha sido fiel incluso en tiempos difíciles.
  • Evalúa si estás midiendo tus bendiciones por tus logros o por la presencia de Cristo.
  • Comparte con alguien cómo Dios te ha bendecido de formas que el mundo no entiende.
  • Decide hoy vivir con gratitud, no por lo que tienes, sino por quién te sostiene.

Conclusión
La bendición no se mide por lo que posees, sino por lo que Dios ha hecho en ti. El mundo llama “bendecidos” a los que triunfan, pero Dios llama “bendecidos” a los que se rinden ante Él. La verdadera bendición no se muestra, se vive; no se presume, se agradece; no se acumula, se comparte. Cristo mismo es la mayor bendición que pudiste recibir, y cuando Él habita en el corazón, nada falta!

Salmo 37:16: “Es mejor ser justo y tener poco, que ser malvado y rico.”

Si Jesús es tu tesoro, entonces nunca vivirás en escasez. El mundo podrá quitarte cosas, pero nunca podrá quitarte al Salvador que te dio todo. Vivir bendecido no es tenerlo todo, sino vivir sabiendo que ya tienes al Todo.

Escrito por: Matías Velásquez

Lectura Bíblica
Mateo 16:26 (NTV)

“¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma?
¿Hay algo que valga más que tu alma?”

Para Discutir

  • ¿Qué consideras tú una bendición: tener más cosas o tener más de Dios?
  • ¿Por qué el mundo confunde el éxito con la verdadera bendición?
  • ¿Cómo puede una familia vivir bendecida aunque no tenga riquezas materiales?
  • ¿Qué cosas podríamos estar llamando “bendición” cuando en realidad nos alejan de Dios?
Orar Por
  • Que aprendamos a ver la bendición como Dios la ve, no como el mundo la define.
  • Que nuestro hogar valore la presencia de Cristo por encima de lo material.
  • Que vivamos agradecidos en toda circunstancia.
  • Que el Espíritu Santo renueve nuestra mente para reconocer la verdadera riqueza del alma.
 
 
 

Lectura Bíblica
Bíblica: Lucas 12: 29-31 NTV

“No se inquieten por lo que van a comer o lo que van a beber. No se preocupen por esas cosas. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos en todo el mundo, pero su Padre ya conoce sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás, y él les dará todo lo que necesiten”.

(Qué hermosa oportunidad para dar gracias a Dios por cada una de sus bendiciones, por su gracia y misericordia en nuestras vidas, porque podemos compartir en familia y conocer de sus grandezas. Preparemos nuestros corazones y juntos disfrutemos de la Palabra de Dios que transforma).

Discutir

  • ¿Qué entiendes cuando escuchas la palabra mundo?
  • ¿Qué es para ti bendición?
  • ¿Podrías mencionar un ejemplo de lo que tú consideras bendición?
  • ¿Has escuchado alguna vez a tus padres decir: si tienes salud, dinero y amor estás completo?

Estudio
Mundo es una palabra que se usa para definir todo lo existente; definir el planeta Tierra, para hacer mención de todos los seres humanos o hasta para describir ámbitos específicos de la experiencia como por ejemplo: el mundo de los negocios o el mundo artístico. Como podemos ver, mundo es una palabra muy amplia.

Bendición es una palabra aún más amplia. Porque es una palabra que invoca la gracia divina o el favor de Dios; una cosa excelente o un gesto de buena voluntad hacia otra persona. Se usa igualmente como un consentimiento, permiso o fortuna. En nuestra humanidad tendemos a definir como bendición todo aquello que nos pueda sacar una sonrisa, bienestar o placer. Por ejemplo: recibir el regalo que deseabas en tu cumpleaños, tener salud, poder comer lo que te gusta, el que puedas tener todo lo necesario y un poquito más, poder tener una cama donde dormir, etc. Todo lo anterior es lo que el mundo llama bendición, porque va enlazado a lo que el corazón desea; lo que pueda complacer o llenar mis deseos, el egoísmo; hasta el creer que mientras yo estoy como quiero, significa que vivo en bendición.

Pero entonces, ¿qué pasa cuando no tengo todo lo que deseo? Te digo algo: no le creas a tu corazón.
Jeremías 17:9 nos dice: “El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?”

La verdadera bendición es tener a JESÚS, porque al tenerlo a Él lo tienes TODO y esa es la VERDADERA BENDICIÓN. Filipenses 4: 6-7 nos recuerda: “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”. Esto merece un ¡¡Aleluya!!

Escrito por: Carmen Gracia                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

 
 
 
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