La Importancia De La Reconciliación En La Familia
Estudio Todos hemos sido lastimados por un ser querido. Duele pensar que los más cercanos a nosotros son los que causan mayor dolor a nuestra vida con sus ofensas y palabras ásperas. Es cierto que cuesta ser gentil con las personas que convivimos regularmente, ya que ellos conocen partes feas y desagradables de nosotros. Pero también, es cierto que a paz nos ha llamado el Señor. Nos dice Efesios 4:3 : “Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz ”.
La paz es un vínculo; nos une con los demás, nos hace vivir en amor y nos invita a soportar las debilidades y faltas los unos de los otros. Es a través del lente de la paz que podemos experimentar la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas ya que la paz es producida por Él. Debemos hacer todo lo que podamos para que la paz reine en nuestros hogares. Al hacerlo le damos lugar a que la Presencia de Dios more en nuestro hogar. Cristo es el mayor ejemplo de amor, sacrificio, sabiduría, y paz en las relaciones con los demás. Al observar y estudiar la vida de Jesús vemos cómo Él estaba enfocado en hacer la voluntad del Padre y cómo respondió de una manera mansa al trato de los fariseos o de los propios discípulos siendo el Creador y dueño de todo.
Mantener la paz, así como amar es sacrificial. En algunas instancias, los familiares buscarán pelear por cosas injustas, también aquí debemos tener el cuidado de buscar agradar a Dios, mantener la paz y no pelear. La palabra reconciliación significa: Volver a unir, restaurar, retomar una amistad entre dos o más partes dado por una separación. Cristo vino a reconciliarnos con Dios ya que el pecado nos separó de Dios. El pecado es la ofensa que nosotros cometimos contra Dios que nos separó de Dios y Cristo vino a unirnos y restaurar nuestra relación con Dios nuevamente. Este plan de salvación y redención no vino de la mente y corazón de ningún ser humano u otro ser más que de Dios mismo. Él asumió la responsabilidad y paga de nuestro pecado que nos correspondía a nosotros y sin nosotros pedirles el perdón nos perdonó por medio del sacrificio de su Hijo unigénito en la cruz.
¿Qué sucede cuando decidimos perdonar y mantener la paz en nuestra familia?
- Vivirás una vida en obediencia a Dios.
- Tu relación familiar estará basada en un fundamento sólido de confianza, amor y gozo.
- Vivirás libre de la consecuencia del pecado.
- Harás de tu hogar un ambiente de paz, amor y de seguridad para los tuyos.
- Compartirás esa paz producida por el Espíritu de Dios con los demás.
- Experimentarás el amor de Dios.
Aplicación La vida cristiana es sacrificial. Somos llamados a ser parte del sufrimiento de Jesús para luego gozar de la recompensa junto con Él. Seguir a Cristo es contracultural a los estándares de esta sociedad. Se nos enseña que tenemos que tomar mando y hacer algo ante las injusticias de la vida. La realidad es que el único que sabe ejercer la justicia de manera perfecta es Dios y no nosotros. Esto no quiere decir que vamos a vivir una vida de opresión, buscando ser ofendidos. Es más bien decidir morir a los deseos de nuestra carne para vivir una vida que agrade a Dios.
Que nuestra vida glorifique a Dios en todo y sea un vivo ejemplo del amor de Dios a los demás. No va a ser sencillo, pero no estamos solos en esto. Todos los que estamos en Cristo Jesús tenemos al Espíritu Santo que nos enseña, direcciona y capacita. Tu madre busca pelea contigo por el más mínimo detalle, asegúrate que tú respondas de una manera sabia y con palabras que produzcan vida y no que destruyan. Esa es una manera de mantener la paz. Nos dice Efesios 4: 26-27 nos dice: “Además, no pequen al dejar que el enojo los controle. No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo”.
Es importante reconciliarnos con los seres queridos que nos han ofendido ya que al hacerlo actuamos en obediencia a Dios y no alimentamos la ofensa. Al estar en resentimiento nos volvemos presos de la amargura y el rencor; también le damos lugar al diablo. No queremos hacer lugar al enemigo en nuestro hogar, por lo tanto, busquemos, con la ayuda del Espíritu de Dios, ver a los demás con gracia y misericordia, tolerándonos mutuamente.
7 maneras en que puedes reconciliarte con un ser querido:
- Ora y pídele dirección y sabiduría a Dios para hacer la paz con la persona.
- Comunícate con él o ella cuando te ofenda. Asumir es peligroso, el hombre entiende el trato con el hombre en comunicación.
- Sé honesto en cómo te sientes y exprésate de manera sabia.
- Sé tolerante con él o ella ante sus faltas.
- Ten presente que Dios te perdonó a ti las faltas más horrendas, pídele a Dios que te ayude a perdonar a tu familiar, así como él lo hizo contigo.
- Descansa en el Señor y no alimentes más la ofensa.
- Recuerda que perdonar es una decisión que tomamos en obediencia a Dios. Perdonar no nace de un sentimiento.
Conclusión
Busquemos mantener la paz en el hogar y crear un ambiente de amor y seguridad para nuestros hijos, cónyuge y demás familiares. Solo podemos perdonar las ofensas más atroces cuando reconocemos y tenemos presente el perdón de Dios en nuestras vidas. Hagamos de nuestro hogar un lugar donde la Presencia de Dios habite y donde nuestros familiares vivan en la libertad de nuestro Señor Jesús. Podemos imitar a Jesús en muchas maneras, pero nunca nos pareceremos más a Él, que cuando perdonamos las faltas y ofensas de nuestros hermanos.
Escrito por: Ruth Urbina Joven Adulto CAFE
|