"Cegados Por La Sed"
Estudio Todos hemos sido cegados en algún o algunos momentos de nuestra vida, por diferentes circunstancias. Estar cegados significa que nuestra capacidad de ver está siendo limitada o fue quitada totalmente. Cuando vivimos en el mundo y no conocemos a Dios, nuestro enfoque está constantemente en las cosas materiales y placeres del mundo. Buscamos solucionar todos los problemas y resolver todos los conflictos según nuestro entendimiento y capacidad, buscando nuestro propio beneficio, perdiéndonos de poder ver la poderosa mano de Dios actuar a nuestro favor. Nuestra “sed” nos impide reconocer las bendiciones de Dios.
Cuando estamos cegados por la sed (la necesidad):
- Nos enfocamos en nuestra necesidad y no vemos nuestras bendiciones.
- No podemos reconocer la mano de Dios obrando a nuestro favor.
- Nuestra relación con Dios se enfría y se vuelve distante.
- Vivimos enfocados en el mundo y no en el Creador.
Aplicación
En la historia de la samaritana del pozo en Juan 4, vemos como ella pudo reconocer que Jesús era un profeta, mas no pudo identificarlo como el Mesías. Ella no pudo entender cuando Jesús le ofreció agua viva, pues ella sólo podía ver que Jesús no tenía las herramientas físicas para ofrecerle el agua. Sin embargo nos menciona que a Jesús le era necesario pasar por Samaria, porque Él debía tener un encuentro con la samaritana para revelarse como el Mesías que esperaban. De igual manera Dios llega a nuestras vidas en medio de nuestras dificultades para revelarse como nuestro Señor y Salvador, llamando nuestra atención para que nos podamos enfocar en Él en medio de nuestra necesidad, situaciones o circunstancias. Para recordarnos como le dijo a la samaritana, que sólo Él nos puede dar el agua viva, que nos quitará la sed eternamente. Él viene a recordarnos que aunque en este mundo tengamos aflicciones podemos confiar en Él, pues Él ha vencido al mundo. (Juan 16:33).
Cuando reconocemos quién es Jesús en nuestra vida:
- Podemos vivir en completa confianza y paz, pues sabemos que
tendremos vida eterna junto a Él.
- Podemos adorarle en espíritu y en verdad.
- Podemos enfrentar las circunstancias de nuestra vida con la actitud correcta, sabiendo que Dios está con nosotros siempre.
Conclusión
En Juan 4:13-14 “Jesús contestó: —Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.” Si tratamos de enfrentar todas nuestras dificultades en nuestras fuerzas nos vamos a cansar, nos sentiremos derrotados y nos rendiremos. Mas, si reconocemos la soberanía de Dios en nuestra vida podremos enfrentar las dificultades con la seguridad de que Dios está con nosotros. Pues nuestra confianza estará puesta sólo en Él. Hagamos como la samaritana cuando recibió la revelación de que Jesús era el Mesías que esperaban, corramos con gozo a compartir la Buena Nueva que recibimos.
Escrito por: Elizabeth Díaz
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