Slideshow image

 

Tiempo Familiar - Semana 35
View this email in your browser

Esfuérzate Por Recordar Sus Obras

 

Estudio
En muchos de los países latinos se conocen muchos refranes, adagios, dichos o como le llamen en su país. En mi hermosa isla de Puerto Rico hay uno muy bien conocido que lo dicen en su gran mayoría personas de edad adulta, ese refrán dice: “recordar es vivir”. Cada vez que escuchaba a alguien decir eso en mi isla observaba cómo su rostro se iluminaba y esbozaban una sonrisa, dando a entender que los recuerdos los llenaban de alegría y buenos recuerdos.
Así mismo nos recomienda la Biblia de traer a memoria todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, todo lo bueno y lo que no parecía no tan bueno porque todo nos da ánimo a seguir. Nos recuerda su grandeza, su amor y su cuidado. Uno de los personajes bíblicos que lo hace muy a menudo en sus escritos es el salmista David, como en el 
Salmo 103:1-5: “Que todo lo que
soy alabe al SEÑOR; con todo el corazón alabaré su santo nombre. Que todo lo que soy alabe al SEÑOR; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí. Él perdonatodos mis pecados y sana todas mis enfermedades. Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila!”

Tal vez no lo viste, así que vuelve a leerlo. Te fijas cómo dice mi juventud se renueva como la del águila cuando traes al recuerdo episodios del pasado que han sido gratos, o que cuando menos has visto la mano de Dios manifestada en Gloria y Majestad! Eso te rejuvenece, te da nuevas fuerzas, te llena de vigor y de un nuevo aire para seguir en la carrera. Te invito a hacer
un ejercicio: trata de recordar el momento en el que Dios te rescató de algo, o te mostró Su poder y quedaron atónitos por ver cómo para Dios no fue nada. Quizás la ansiedad te generaba una gran preocupación y Dios en el instante menos esperado lo resolvió. ¿Puedes revivir el sentimiento? ¿Cómo retomas las fuerzas? Pues bueno, ese es uno de los propósitos de recordar; no es que vamos a vivir en el pasado, pero recordamos esos eventos y retomamos fuerzas.

La vida cristiana, como ya hemos mencionado antes, no es una vida fácil. Se compone de escollos, problemas, situaciones y conflictos que en la mayoría de ellas no sabemos cómo manejarlas. Pero tenemos nuestro libro sagrado la Biblia para ver, conocer y recordar cómo grandes hombres y mujeres vivieron situaciones similares y lograron salir adelante con la plena dependencia de Dios. El Salmo 77:11-15 nos dice: “Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh SEÑOR; recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados.Siempre están en mis pensamientos; no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas. Oh Dios, tus caminos son santos. ¿Existe algún dios tan poderoso como tú? ¡Eres el Dios de grandes maravillas! Demuestras tu asombroso poder entre las naciones. Con tu fuerte brazo, redimiste a tu pueblo, los descendientes de Jacob y de José” .

David nos da otro motivo para recordar, y es que esto nos mueve a adorar. Pero adorar con el conocimiento de quién es Él. A exaltar a Aquel que nos amó primero, al que hizo los cielos y la tierra. Este tipo de vivencias felices, de amor, fuertes, amargas o tan solo donde ves la mano de Dios te lleva a una madurez que es justa, necesaria y da cumplimiento a lo que Dios quiere
en nuestras vidas. A ese plan perfecto de Dios en nuestras vidas. Al igual que en nuestra vida natural, donde cada día aprendemos algo nuevo, esto nos aleja de nuestra inmadurez y da paso a nuestro nuevo yo. De esa manera es en nuestra vida cristiana; todas estas cosas vienen para que maduremos espiritualmente y que podamos tener una plena confianza en Dios.


¿Qué podemos hacer para vivir en la plena confianza de quién es Dios?

  1. Leer la Biblia para edificación.
  2. Leer la Biblia para conocer el propósito de Dios en nuestras vidas.
  3. Permitir al Espíritu orar en el conocimiento de qué necesitamos para crecer.
  4. Buscar la voluntad de Dios, su corrección y dejar que transforme nuestras vidas hacia una plena confianza en Él.
  5. Buscar en cada situación lo que Dios quiere que aprendamos, veamos o conozcamos en Él.
  6. Trabajar con los recuerdos y aprender a verlo a Él en todo.
  7. Ser honestos con nosotros mismos, para no caer en preocupación y poder concentrarnos en oración.
  8. Conocer el amor del Padre para poder vivir a través de Él y de su corrección.

Aplicación
“Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce
cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios. Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos”. Romanos 8:26


Amo este verso. En estos versos tenemos la solución a todos nuestros problemas, DEPENDER del Espíritu Santo. Él y el Padre uno solo son, así que Él es la mejor herramienta para que nuestras oraciones sean dirigidas al Padre con las peticiones correctas. Él presentará el requerimiento de lo necesario, porque Él ya sabe cuál es nuestro fin y sabe qué necesitamos para el cumplimiento del propósito del Padre en nosotros. Sé que es muy fácil decirlo, pero hagamos otro ejercicio: ve atrás en tus recuerdos, hubo algo en lo que en el pasado estuvieras orando para que se cumpliera, o te lo proveyeron pero la respuesta de Dios fue no, o no te lo
suplieron? Ahora que puedes recordar ese momento u oración, puedes decir en tu corazón qué bueno que Dios sabe lo que me conviene, esto hubiera sido terrible en mi vida. Tal vez puedes confirmar que su voluntad es buena, agradable y perfecta. Ciertamente, con el pasar del tiempo cuando logras ver cuál era el plan en ese preciso momento, y ver que Dios tiene el control de
todo, eso nos lleva a adorarlo por su mano protectora.

¿Qué necesitas para vivir en el plan de Dios?

  • Leer la Palabra de Dios.
  • Orar en todo momento.
  • Ayunar.
  • Pedirle a Dios que traiga a tu memoria todo lo que Él ha hecho para cuidar de ti y de su propósito en ti.
  • Que te dirija en la dirección de depender más en el Espíritu Santo.
  • Entender que somos reflejo de Jesús para otros en todo lo que vivimos.

Conclusión
Para concluir, hemos establecido ya que el recordar lo que Dios ha hecho en el pasado por nosotros nos ha dejado lecciones fuertes, hermosas y que han dejado huellas en nuestras vidas para siempre. Todas estas memorias nos deben llevar a exaltar Su Nombre por lo que Él ha hecho. Aunque en el mayor porcentaje de las situaciones hemos sentido que Él no tiene la razón, (aunque ya sabemos que sí, que Él sabe lo que hace) y que aunque sea difícil o sea para corrección todo resulta para nuestro beneficio. Mi anhelo es que podamos decir como el salmista en
Salmos 119: 71-74: “El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.Tus enseñanzas son más valiosas para mí que millones en oro y plata. Tú me hiciste; me creaste. Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos.Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría porque he puesto mi esperanza en tu palabra”.
Cada enseñanza, cada lección y cada momento que atravesamos con Dios aprendemos a amarlo más, a adorarlo más, a desear estar cerca de Èl por las vivencias, las experiencias y el amor derramado para con nosotros. De esa manera podemos ver que recordar es vivir, cuando recordamos lo que Dios ha hecho.

Escrito por: Tatiana Muñiz

Lectura Bíblica
1 Crónicas 16: 8-15 NTV

“Den gracias al SEÑOR y proclamen su grandeza; que todo el mundo sepa lo que él ha hecho. Canten a él; sí, cántenle alabanzas. Cuéntenle a todo el mundo acerca de sus obras maravillosas. Regocíjense por su santo nombre; alégrense ustedes, los que adoran al SEÑOR. Busquen al SEÑOR y su fuerza, búsquenlo continuamente.Recuerden las maravillas y los milagros que ha realizado, y las resoluciones que ha dictado,ustedes, hijos de su siervo Israel, descendientes de Jacob, los elegidos de Dios. Él es el SEÑOR nuestro Dios; su justicia se ve por toda la tierra.Recuerden su pacto para siempre, el compromiso que adquirió con mil generaciones”.

Para Discutir

Cuatro beneficios de recordar lo que Dios ha hecho en tu vida:
1- Nos recuerda Su fidelidad.
2- Nos da sentido de protección.
3- Nos renueva las fuerzas.
4- Nos hace recordar grandes enseñanzas.

 
Orar Por
  • Para que Dios nos enseñe a amar el proceso.
  • Para que nos enseñe a vivir en Él y para Él.
  • Que nos dé rectitud de espíritu y humildad de corazón.
  • Que traiga a memoria todo lo que ha hecho por nosotros.
  • Que nos conceda de su paz.
  • Que podamos alinearnos a su propósito.
 
 
 

Lectura Bíblica
Salmos 19: 1 NTV

“Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh Señor; recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados. Siempre están en mis pensamientos; no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas”.

Discutir

  • ¿Puedes hablar de algo especial o bonito que viviste esta semana?
  • ¿Cuál es tu postre favorito, cuándo fue la última vez que te lo comiste?
  • ¿Qué significa para ti, recordar?
  • ¿Qué tan bueno eres para recordar las cosas?
  • ¿Qué tan fácil se te olvidan las cosas?

Estudio
Hay algo especial que definitivamente te puedo asegurar en un 100 % que tú al igual que yo, hemos vivido esta semana, y esto es la Gracia y Misericordia de Dios. ¡Claro! Depende de ti si te diste cuenta, para así, haberla podido disfrutar. Porque aunque sus
misericordias son nuevas cada mañana, yo debo vivir cada día con agradecimiento para poder así ver y disfrutar de Su Gracia y Misericordia. Todos tenemos un postre favorito, ya sea fruta, pan, helado, o una combinación de todo ello.
Gracias a Dios que podemos saborear esas cosas riquísimas. Recordar, es traer a memoria algo del pasado al presente; y el poder recordar es un regalo de Dios. Y claro, a todos nos gustaría recordar solo las cosas buenas, las cosas o eventos que
nos sacaron una sonrisa; porque lamentablemente el ser humano es así. Tú y yo recordamos con mayor facilidad las cosas malas, las cosas tristes que nos pasaron, las cosas que nos hicieron daño especialmente si hoy vemos o vivimos algo parecido. Como cuando te caíste de la bicicleta y te diste un golpe, o te rompiste la piel y sangraste; siempre que te subes a la bicicleta tu mama grita: ¡con cuidado, no te vayas a volver a caer! Entonces te acuerdas rápido del golpe y del dolor, difícilmente puedes recordar: ¿cómo te levantaste?, ¿quién te ayudó?, ¿cómo sanaste?, ¿cuánto se tardó en sanar esa herida? Te aseguro que para recordar eso, tienes que esforzarte. En Salmos 77 Asaf siendo un adorador, un levita, un músico de Dios, comienza expresando su lamento, su angustia y confusión; y se pregunta si Dios lo ha abandonado para siempre. Pero a medida que avanza, recapacita y se esfuerza por recordar las grandezas de Dios en el pasado, entonces su corazón como el nuestro cobra ánimo. Jesús nos recuerda en
Juan 16:33: “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo."

Escrito por: Carmen Gracia

 
 
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
SoundCloud
Website
 
Nuestro email de Contacto es:
info@iglesicafe.com

Quiere cambiar su opción para recibir los correos electrónicos?
Usted puede update your preferencesunsubscribe from this list