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Tiempo Familiar - Semana 29
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Causas De La Dureza
Del Corazón

 

Estudio
Cuando pensamos en personas de corazones endurecidos, la mayoría de nosotros tiende a pensar en gente que no conoce a Dios o que están lejos de Él. La dureza del corazón no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso sutil, muchas veces alimentado por heridas no sanadas, desobediencia persistente, orgullo o incluso rutina religiosa sin comunión real con Dios. La verdadera tragedia es que a pesar de escuchar mensajes ardientes enviados del cielo, muchos cristianos no practican lo que escuchan. Ellos se niegan a permitirle entrada a Dios en ciertas áreas de sus vidas. Y mientras ellos continúan escuchando sin obedecer, comienzan a endurecer el corazón. La dureza del corazón es algo que nunca trae buenas consecuencias, y aunque temporalmente nos parece que hemos conseguido nuestro propósito, con el correr del tiempo la razón nos lleva a lo contrario. Nos deja ver que no obtuvimos, en aquel momento, una victoria, sino que hemos fertilizado una raíz de amargura que no nos permite vivir con alegría.

“Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron, aquel día que me pusieron a prueba en el desierto.” Hebreos 3:7-8.

Te has preguntado cuáles pueden ser las causas para endurecer el corazón:

  • Desobediencia continua - Cuando ignoramos repetidamente la voz de Dios, nuestra sensibilidad espiritual comienza a apagarse. Así como el pueblo de Israel en el desierto, podemos llegar a un punto en el que oímos, pero no escuchamos; vemos, pero no percibimos (Mateo 13:15).
  • Orgullo - El orgullo nos impide reconocer nuestras faltas. Nos convence de que no necesitamos cambiar ni rendirnos a la voluntad de Dios. Un corazón orgulloso se vuelve duro porque no se somete
    (Proverbios 16:18).
  • Falta de perdón - Guardar rencor y no perdonar endurece el alma. El corazón se va llenando de amargura, cerrándose al amor y la gracia que Dios desea que experimentemos y compartamos (Efesios 4:31-32).
  • Rutina sin relación - Podemos hacer muchas cosas "cristianas" sin realmente estar conectados con Cristo. La religiosidad vacía puede endurecer más que el pecado, porque nos hace sentir bien aunque estemos lejos del Señor (Isaías 29:13).
Aplicación
Hoy es un buen día para examinar nuestro corazón. ¿Hay áreas en las que hemos endurecido nuestra sensibilidad a Dios? Pidámosle al Espíritu Santo que nos muestre dónde necesitamos rendirnos, perdonar o volver a amar con sinceridad. Cuando leemos la Palabra de Dios, nos damos cuenta de que uno de los peores pecados que podemos cometer es endurecer el corazón. No se trata solo de ser ciegos a la verdad de Dios, sino que también se trata de no tener el amor, el perdón y el arrepentimiento que Él desea que nosotros tengamos. Un corazón endurecido significa que las personas se han vuelto duras de cara a Dios y a sus caminos.

Otro efecto negativo de tener un corazón endurecido es que la persona no tendrá sólo un gran rechazo por la Palabra de Dios, sino que también tendrá un gran rechazo a la dirección de Dios. Una persona con un corazón endurecido está cerrada al Espíritu Santo y a las formas en que puede guiarnos. En lugar de buscar y obedecer a Dios, escogerá seguir sus propios planes y objetivos.

Además, muchas veces, el corazón endurecido puede conducir a la resistencia al Señor. La gente tiende a defender su manera de pensar y sus decisiones, pero al resistirse a Dios, se endurecen aún más. Finalmente, el corazón endurecido también nos impide cumplir nuestros votos religiosos, lo cual es una ofensa a Dios. Un corazón endurecido está lejos de Dios y sin Él, no hay consuelo ni bienestar.
 
Nuestra responsabilidad como cristianos es prepararnos para abrir nuestros corazones a la Palabra de Dios, para que Él pueda usar nuestras vidas, y su obra pueda ser visible. Así, debemos velar por nuestros corazones para que no se endurezcan y, con la ayuda de Dios, evitar todos los efectos negativos.

Te animo a poner en práctica lo siguiente:

  • Escucha activamente la voz de Dios. ¿Qué te está diciendo últimamente en Su Palabra o a través de circunstancias? No lo ignores!
  • Perdona si tienes algo contra alguien. La falta de perdón endurece el corazón como piedra. Libérate! humano.
  • Ora con sinceridad. Dile a Dios si sientes frialdad o distancia. Él no rechaza un corazón quebrantado!
  • Obedece con prontitud.  No pospongas lo que sabes que Dios te está pidiendo hacer.

Éxodo 4: 21: “El SEÑOR le dijo a Moisés: «Cuando llegues a Egipto, preséntate ante el faraón y haz todos los milagros que te he dado el poder de realizar. Pero yo le endureceré el corazón, y él se negará a dejar salir al pueblo”.

De este pasaje vemos que Dios quería que Moisés llevara a cabo sus maravillas en Egipto, pero Moisés hacía frente al desafío de que Dios le dijo que había endurecido el corazón de Faraón. Esto indica que Dios sabe cuándo hay necesidad de endurecer el corazón de alguien para que actúen según su voluntad.

Conclusión
En conclusión de lo que sí estoy seguro es que, el Señor, a través de Su Palabra, me dejó claro que la dureza de corazón trae malísimas consecuencias, mientras que un corazón abierto y dispuesto, atrae bendiciones.

La dureza de corazón se puede observar también en las butacas vacías de las iglesias y en los oídos sordos de los que se les habla en la calle y no quieren escuchar porque no creen. Para tales comportamientos la Palabra de Dios dice:

“Incluso más tarde, se apareció a los once discípulos mientras comían juntos. Los reprendió por su obstinada incredulidad, porque se habían negado a creer a los que lo habían visto después de que resucitó. Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado”. Marcos 16:14-16.

Oración
Señor, examina mi corazón. Muéstrame si hay dureza en mí. Ayúdame a obedecer tu voz, a soltar el orgullo, a perdonar de verdad y a buscarte con pasión. Renueva mi sensibilidad espiritual. Amén!

Escrito por: Alfredo Arroyo

Lectura Bíblica
Mateo 13:15 NTV

“Pues el corazón de este pueblo está endurecido, y sus oídos no pueden oír, y han cerrado los ojos, así que sus ojos no pueden ver, y sus oídos no pueden oír, y su corazón no puede entender, y no pueden volver a mí para que yo los sane”.

Para Discutir

  • ¿Estoy siendo insensible a la corrección de Dios?
  • ¿Hay orgullo, falta de perdón o apatía en mí?
  • ¿Estoy permitiendo que cosas ajenas a mi fe me afecten?
Orar Por
  • Señor, trae convicción de pecado y quebranto genuino.
  • Que haya arrepentimiento sincero, no superficial.
  • Quita todo orgullo que impide reconocer el error.
 
 
 

Lectura Bíblica
Proverbios 4: 23 - 27 NTV

"Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida. Evita toda expresión perversa; aléjate de las palabras corruptas. Mira hacia adelante y fija los ojos en lo que está frente a ti. Traza un sendero recto para tus pies; permanece en el camino seguro. No te desvíes; evita que tus pies sigan el mal."

Wow, interesante esta Palabra. Damos gracias a Dios por el gran privilegio de poder estudiar la misma. Todos listos para participar y responder:

Para Discutir

  • ¿Podrías decirnos o dibujarnos cómo imaginas que es tu corazón?
  • ¿Por lo que has escuchado o estudiado, crees que debes cuidar tu corazón?
  • ¿Si respondiste sí o no a la pregunta anterior, explica por qué diste esa respuesta?

Estudio
El corazón humano es un órgano múscular del tamaño de un puño cerrado, con una forma de cono invertido o de pirámide; un órgano vital y de sumo cuidado, porque es el órgano que se encarga de bombear la sangre a todo nuestro cuerpo. Así que por obvias razones cuidarlo es importante, porque al no hacerlo a medida que vayamos envejeciendo puede ir endureciéndose y si esto pasa, empezaremos a tener serios problemas de salud. También en lo espiritual es de suma importancia su cuidado.

En Proverbios 4: 23 -27, Dios nos aconseja que debemos cuidar y guardar el corazón, y nos revela cómo hacerlo: Evitando que salga de nuestra boca el maltrato, la manipulación, palabras hirientes, palabras groseras, palabras ordinarias, palabras de doble sentido, palabras inapropiadas hacia los demás. Poner nuestra confianza y esperanza en Cristo. Caminar obedeciendo la Palabra de Dios y sus enseñanzas. Permanecer, tener fe, no dudar que Jesús está con nosotros. No seguir los malos ejemplos, apartarse del mal. Recordar que la gente quiere ver a Jesús en nosotros, seamos buenos representantes de Él aquí en la tierra. Solo así evitaremos que nuestro corazón se vaya endureciendo.

Escrito por: Carmen Gracia

 
 
 
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