Una Generación Inquebrantable
Estudio Según la Real Academia de la Lengua Española la palabra Inquebrantable se refiere a algo que “persiste sin quebranto, o no puede quebrantarse” y es dirigido a aquello que es firme, inexorable, inalterable, irrompible e inflexible. Al escuchar estas palabras ¿Qué imagen llega a tu mente? ¿Una gran roca? ¿Un diamante? ¿El hierro? Todos estos elementos considerados inquebrantables cumplen con una característica especial y es que son estables y resistentes a las fuerzas externas. No es posible, que la lluvia o el sol puedan romperlos por sí solos , incluso para tratar de dividir una roca de gran tamaño o partir alguna pieza de hierro, necesitas herramienta especializada y arduo trabajo.
De esta misma manera Dios desea que sea nuestra fe, inquebrantable, que en medio de todas las situaciones que podamos atravesar, la fe no se mueva ni debilite, que persistamos en mantener firme nuestra convicción de QUIÉN es DIOS y Su Poder en nuestra vida . Esa fe es fortalecida día tras día con el propósito de ser transmitida y modelada en nuestro entorno. Familia, amigos, sociedad incluso dentro de la misma iglesia.
Vivimos en un tiempo donde muchas cosas son inestables: las ideas cambian, los valores se diluyen, la fe se enfría, y el mundo intenta redefinir lo que está bien y lo que está mal. Pero en medio de tanta confusión, Dios está buscando levantar una generación inquebrantable: familias que no se rinden, jóvenes que no se avergüenzan del Evangelio, niños que conocen la verdad, y padres que viven con convicción y firmeza espiritual.
Una generación inquebrantable no es aquella que nunca falla, sino la que, a pesar de las pruebas, no deja de confiar, no deja de orar, no deja de creer. Una familia inquebrantable no es perfecta, pero está cimentada en Cristo, el fundamento que no se mueve.
Mateo 7:24-25: “Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca.”
¿Qué sucede si NO formamos una generación inquebrantable?
- Nuestros hijos crecerán sin raíces espirituales firmes.
- Serán arrastrados por la presión del mundo y sus mentiras.
- Perderán la identidad que sólo Cristo puede dar.
- No sabrán cómo enfrentar pruebas, sufrimientos ni decisiones importantes.
- La fe se volverá opcional en lugar de esencial en sus vidas.
Aplicación Ser una generación inquebrantable nos lleva a llevar nuestras cargas unos a otros, en levantar cuando uno cae, en encaminar a la Palabra cuando alguno duda, en motivar y alentar en medio del desánimo.
Formar una generación inquebrantable comienza en casa. No es tarea exclusiva de una iglesia o escuela cristiana. Es una decisión intencional de cada familia. Es orar juntos, leer la Palabra, corregir con amor, dar ejemplo con la vida, hablar de Jesús con naturalidad, y enseñar a nuestros hijos a resistir la tentación y vivir con propósito eterno.
Esto requiere esfuerzo, valentía y constancia. Muchas veces será más fácil callar que hablar la verdad, más cómodo rendirse que luchar, más popular agradar al mundo que agradar a Dios. Pero lo que sembremos hoy en nuestros hogares determinará la firmeza de nuestras generaciones futuras.
Efesios 6: 18: “Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.”
Como padres, tíos, abuelos, hermanos mayores, tenemos una misión: levantar una generación que no se doblegue ante el pecado ni se confunda ante la mentira. Necesitamos enseñar con verdad, orar con fervor y modelar con integridad. Que nuestros hogares se conviertan en trincheras de fe, donde el fuego del Espíritu Santo nunca se apague. Solo así veremos una generación que, aunque el mundo tiemble, permanezca firme en Cristo.
1 Corintios 15:58: “Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil”.
¿Cómo puedo formar una generación inquebrantable en mi casa?
- Enseñando la Palabra de Dios todos los días con ejemplo y amor.
- Orando juntos como familia, en todo momento, no solo en crisis.
- Corrigiendo con gracia y guiando con verdad, no con miedo.
- Hablando de Jesús con naturalidad.
- Siendo intencionales en formar carácter, convicción y fe duradera.
Conclusión Cristo no está buscando multitudes que lo sigan de lejos, sino discípulos que vivan con firmeza, sin negociar la verdad. Y ese tipo de fe se construye en el hogar. Jesús nos llama a levantar generaciones que sean como casas sobre la roca, como árboles junto a corrientes de agua, como soldados listos para la batalla espiritual.
Una generación inquebrantable es aquella que conoce a Cristo personalmente, lo honra públicamente, y le obedece diariamente. Es una generación que no se vende al mejor postor, que no es movida por la cultura ni las redes sociales, sino por la Palabra de Dios. Una generación así no nace por casualidad, se forma con intencionalidad, oración, ejemplo y amor.
Hebreos 10: 23: “Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa. Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.”
Escrito por: Matías Velásquez
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