El Obstáculo De La Alianza Con El Mundo
Estudio Cuando escuchamos la palabra “mundo”, lo primero que se nos viene a la mente es la imagen del planeta Tierra; sin embargo, cuando encontramos esta palabra en la Biblia, su significado es mucho más amplio y profundo de lo que imaginamos. El mundo en la Biblia no solo representa la humanidad a la que Cristo vino a salvar, sino que también se refiere al sistema de valores y principios que rigen a la sociedad, dicho de otra manera, al estándar moral que seguimos habitualmente.
Dice en 1 Juan 2:16-17: “Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.” La perspectiva humana de lo que es más importante en la vida es totalmente opuesta a lo que Dios nos enseña en Su Palabra; mientras el hombre se preocupa por las cosas temporales y pasajeras, Dios nos enseña a enfocarnos en lo eterno, es decir, en lo que dura para siempre.
Como seguidores de Jesús, estamos llamados a marcar la diferencia, viviendo conforme al amor inmerecido que Él nos ha mostrado; sin embargo muchas veces los cristianos nos hemos desviado del camino, buscando encajar con la sociedad, adaptándonos a lo que todos hacen y olvidándonos de obedecer a Dios. Santiago 4:4 dice: “¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios”. La palabra “adúltero” en la Biblia significa que hemos roto un pacto, que hemos cometido una infidelidad; esta palabra no sólo es aplicada en el ámbito matrimonial sino también en el espiritual. Este versículo hace referencia a la infidelidad que como pueblo de Dios cometemos al negar con nuestras acciones y actitudes la obra de Cristo en nuestra vida; es fuerte, pero explica perfectamente la condición de muchos cristianos actualmente.
¿Qué sucede si actúo como el mundo?
- Me vuelvo insensible.
- Me alejo de Dios.
- Me desvío del propósito de Dios para mi vida.
- Olvidaré mi identidad.
Aplicación
En Hechos 17, durante el viaje misionero de Pablo y Silas, personas los acusaban de “trastornar el mundo entero”; esas palabras son impactantes, pues como mencionamos anteriormente, el mensaje del Evangelio se opone a las prácticas del mundo, y el mundo a su vez nos desprecia y nos rechaza por seguir a Cristo; sin embargo nuestro deber como discípulos de Jesús es proclamar esta verdad, que sin duda para todos es una locura sin sentido, pero para nosotros es lo más maravilloso de toda la existencia. ¡Cómo hacen falta cristianos que trastornan el mundo! Que tomen el ejemplo de aquellos jóvenes hebreos en Daniel 3, que no negociaron el seguir a Dios, que no temieron a la muerte. A diferencia de ellos, ahora conocemos la gran historia del plan de Dios para la salvación de la humanidad, conocemos el desenlace, y Cristo nos salvó para que compartamos Su amor a aquellos que no lo conocen; desde el lugar en el que te encuentres, ya sea en casa, en la escuela o en el trabajo, no olvides tu identidad, no olvides a qué fuiste llamado, enfócate en impactar a los que te rodean por medio de la Palabra, a través de tus acciones, pero sobretodo no negocies con el pecado, no adoptes las costumbres dañinas y no pierdas el tiempo.
¿Cómo puedo marcar la diferencia?
- Sé influyente y no influenciable: Jeremías 15:19: “Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. Tienes que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!”
- Perdona
- Ayuda a quienes te necesitan
Conclusión
Sin duda alguna, aliarnos con el mundo es un obstáculo para la vida de la fe; dejarnos influenciar por su entendimiento del bien y del mal nos coloca automáticamente en el bando opuesto; hoy mi deseo es que el Espíritu Santo confronte tu vida y que si estás viviendo de esta manera, cambies tu rumbo completamente. Como seres humanos, muchos de nosotros confiamos en nuestra propia justicia, pero esto siempre nos lleva a equivocarnos; dale el control de tu vida a CRISTO y deja que Él guíe tus pasos, tú puedes marcar la diferencia, ser parte del reino de Dios a través de todo lo que haces, por más pequeña que sea, cada acción es importante para que uno más sea transformado por la gracia asombrosa del Señor.
Escrito por: Jonathan Rodríguez
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