" Haz Paz Con Tu Pasado "
Estudio Todos tenemos un pasado del cual no nos enorgullecemos, pues todos hemos pecado. Al convertirnos a Cristo nuestros pecados son perdonados por medio del sacrificio en la cruz donde Él llevó el pecado de todos. Ahora bien, ¿por qué aún muchos cristianos viven atormentados por su pasado? Muchas personas se convierten pero no se ocupan en conocer a Cristo mediante la oración, la lectura y el estudio de la Palabra, cosa que Satanás aprovecha para poner en nuestras mentes nuestros pecados pasados y hacernos creer que Dios no los ha perdonado. En Isaías 1:18 dice: “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana”. Dios nos limpia de pecados, no tenemos que vivir torturados por pecados que ya Dios nos perdonó, mas bien vivamos agradecidos por la gracia y el favor de Dios para con nosotros.
¿Cómo vive un cristiano carnal o un bebe espiritual?
- Vive recordando el mal que ha hecho durante su vida.
- Vive sin aceptar el perdón que Dios le ha dado de sus pecados.
- Constantemente Satanás bombardea su mente culpándolo por pecados que ya Dios perdonó.
- Vive una vida en agonía pues él mismo no se ha perdonado.
- No vive el gozo y la paz que Dios da a sus hijos.
Aplicación¿Cómo entonces estamos llamados a vivir ya que somos hijos de Dios? 2 Corintios 5:16-17 nos dice: “Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo solo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora! Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” Ya no miramos a otros desde la perspectiva humana pues Cristo vive en nosotros y ahora tenemos al Espíritu Santo que nos guía a la verdad, ya no tenemos que torturarnos por nuestros pecados pasados pues en la cruz Cristo los llevó y pagó el precio por nuestros pecados. ¡Ahora somos nuevas criaturas en Cristo!
La intimidad con Dios por medio de la oración, el estudio de la Palabra, el ayuno, la alabanza, la adoración y el servicio hacen que cada día conozcamos más a Dios. Mientras más le conocemos, más difícil se le va a hacer al enemigo engañarnos. La Palabra nos dice “Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes ( Santiago 4:7). Ya no somos esclavos del pecado, ahora vivimos para Cristo y lo hacemos en amor, obediencia y agradecimiento a Él. Ya nuestros pecados pasados no tienen que condenarnos y mucho menos hacernos creer que no hemos sido perdonados. Hemos sido perdonados y nada ni nadie puede juzgarnos, pues tenemos el perdón del Juez que es Dios. Cada día sometamos nuestros pensamientos a Cristo, de manera que pensamientos que quieran dañarnos no entren ni hagan nido en nuestras mentes.
¿Cómo vive un cristiano espiritual?
- Vive seguro de que su salvación es por gracia, por medio de la fe en Jesucristo.
- Tiene comunión con Dios, se humilla ante Él y sabe que sus pecados pasados ya han sido perdonados.
- Cuando comete pecado, se humilla ante Dios pidiendo perdón y acepta el perdón que Dios le da.
- No presta oído a los pensamientos que quieran obstaculizar el aceptar que es perdonado.
- Vive en la paz, el gozo, y la plenitud de vida que solo Dios da.
Conclusión Teniendo la seguridad de que en Cristo somos hechos nuevas criaturas, que nuestros pecados han sido perdonados, y que hemos sido salvos por la gracia de Dios y no por ninguna obra que hayamos podido hacer nosotros, vivamos en libertad, gozándonos en cumplir el propósito para el cual Dios nos llamó. Vivamos para servirle y adorarle a Él, que llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente (Salmos 103:12).
Que palabras hermosas las de Miqueas cuando dice: “¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona la culpa del remanente y pasa por alto los pecados de su preciado pueblo? No seguirás enojado con tu pueblo para siempre, porque tú te deleitas en mostrar tu amor inagotable. Volverás a tener compasión de nosotros. ¡Aplastarás nuestros pecados bajo tus pies y los arrojarás a las profundidades del océano! Nos mostrarás tu fidelidad y tu amor inagotable, como lo prometiste hace mucho tiempo a nuestros antepasados Abraham y Jacob” (Miqueas 7:18-20).
Vivamos de manera que podamos ver manifestado en nuestra vida el fruto que el Espíritu Santo produce que es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! ¡Vivamos en la Gracia de Dios!
Escrito por: Linda Vélez
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