La Indiferencia En El Liderazgo
Estudio
En un entorno ajetreado, donde las demandas de la vida diaria parecen anular de nuestras vidas todo lo demás, es fácil caer en la indiferencia. Esta actitud, que se caracteriza por la falta de interés y compromiso, puede afectar todas las áreas de nuestra vida, incluyendo la indiferencia en el ministerio y nuestra relación con Dios. En algún momento de nuestras vidas podemos mostrarnos indiferentes tanto en el trabajo, en la familia, en la vida cotidiana y peor aún en la iglesia. La indiferencia en el liderazgo puede afectar toda área de su vida. Dios no desea que usted sea indiferente en servirle. Él preferiría que usted fuera caliente o fría. Una persona tibia hace que Dios le vomite tal como nos dice Apocalipsis 3:15-16: “Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras uno o lo otro!; pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca!”
Las personas indiferentes miran las condiciones a su alrededor para determinar cómo se sienten acerca de Dios y cuándo deben servirle a Él. Un espíritu indiferente puede causar que usted tome las cosas de Dios a la ligera y que no se las tome muy en serio. Puede hacer que sea tarde espiritualmente, que ya no haya revelación ni pueda recibir entendimiento de la Palabra de Dios y más aun que no pueda reconocer la presencia de Dios. En tiempos de problemas, un espíritu de indiferencia le impide a usted orar y puede mantenerse en pecado.
Hay una realidad que nos pasa a muchos de nosotros los creyentes: mantenemos el hábito de ir a la iglesia, escuchamos la Palabra y usamos el título de “Cristianos”, pero no hacemos lo que Dios nos ha llamado a hacer. Ezequiel 33:31 nos dice: “Entonces ellos se acercan fingiendo sinceridad y se sientan delante de ti. Escuchan tus palabras pero no tienen ninguna intención de hacer lo que tú les dices. Tienen la boca llena de palabras sensuales y en su corazón solo buscan dinero.”
La indiferencia en el liderazgo causará que usted haga cosas sin ánimo. Y es algo a lo cual no queremos llegar. En una relación de servicio, amistad o de amor, la indiferencia suele dañar la calidad del vínculo y el bienestar de los involucrados. La indiferencia crea una barrera que los separa cada vez más y aumenta la gravedad de los desacuerdos. La víctima de la indiferencia siente un profundo malestar emocional, en la medida que el otro la aísla y la desprestigia. Muchas veces ponemos a prueba nuestros líderes comportándonos como niños de la secundaria que si no me llaman o si se les pasa saludarnos nos enojamos y eso retrasa la bendición que tiene para nuestra vida.
¿Cuáles son los resultados de la indiferencia en el liderazgo?
- Las personas que son indiferentes en servir a Dios son infieles.
- Las personas que son indiferentes en servir a Dios sirven a “ídolos”.
- La indiferencia causará que usted haga cosas sin ánimo y de mala manera que pueden herir a otros.
- La indiferencia nos hace perder contacto con Dios.
Aplicación
La Biblia nos muestra que la indiferencia no es una actitud que agrade a Dios ni que promueva el bienestar de nuestra sociedad. Como creyentes, debemos esforzarnos por amar y servir a nuestro prójimo, mostrar compasión hacia aquellos que sufren y estar atentos a las necesidades de los demás. Al hacerlo, estaremos reflejando los principios de Dios establecidos en la Biblia y contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Romanos 14:5-6 : “Del mismo modo, algunos piensan que un día es más sagrado que otro, mientras que otros creen que todos los días son iguales. Cada uno debería estar plenamente convencido de que el día que elija es aceptable. Los que adoran al Señor un día en particular lo hacen para honrarlo a él. Los que comen toda clase de alimentos lo hacen para honrar al Señor, ya que le dan gracias a Dios antes de comer. Y los que se niegan a comer ciertos alimentos también quieren agradar al Señor y le dan gracias a Dios.”
Para construir una sociedad más humana, es fundamental reconocer y afrontar la indiferencia en todas sus formas. Supone cultivar las virtudes espirituales: la honestidad con pastores y líderes, la confiabilidad, la veracidad y el respeto al prójimo. Es la forma de construir puentes en el Reino de Dios. Para marcar la diferencia, escucha a Jesús: sé valiente, enfrenta el pecado, crece en la fe y camina en el Espíritu Santo.
¿Cómo podemos combatir la indiferencia en nuestro liderazgo?
- Usa el don que Dios te ha dado. “Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos.” (2 Timoteo 1:6)
- Recuerda tus recursos. “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.” ( 2 Timoteo 1:7)
- Acepta los momentos difíciles. “Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia.” (2 Timoteo 1:8)
Conclusión
La indiferencia en el liderazgo es un peligro serio para la vida cristiana, que amenaza no solo la salud espiritual del individuo sino también la vitalidad de la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Es una llamada a la acción para todos los creyentes, para despertar de la complacencia y vivir una fe activa y comprometida. Combatir la indiferencia en el liderazgo requiere un corazón renovado, una mente enfocada y un espíritu dispuesto a seguir las enseñanzas de Cristo y a participar activamente en la misión de la Iglesia. En última instancia, superar la indiferencia en el liderazgo no es solo una obligación, sino un viaje hacia una relación más profunda y significativa con Dios y una participación más efectiva en Su obra en el mundo. “Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente”. Romanos 12:10
Escrito por: Alfredo Arroyo
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