El Peligro Del Interés Propio
Estudio Empecemos por aclarar que Dios no ve mal que pienses en tu bienestar y tus intereses. Lo que si, Dios ve mal es cuando aún a pesar de un daño a otros antepones tus propios intereses sin importar dañar a otro o a otros, es decir, el bien común.
Una persona egoísta lucha directamente contra Dios cuando busca ejercer su propia voluntad, el egoísmo es la raíz de muchos pecados. Vemos en 2 Samuel 11 la historia de cómo el rey David mira a Betsabé y la quiso para él, no consideró que era casada, incluso su egoísmo lo llevó a tomar la decisión de enviar al frente de la guerra a Urías, su esposo para que lo mataran.
¿Como puedo escapar del peligro de estar buscando mi propio interés?
- Identifica y escapa de esas áreas en donde sueles inclinarte por ejercer tu voluntad.
- Aunque no entiendas la razón de los procesos, solo confía.
- Deja de lado caprichos, identifica tus debilidades, entrégalas a Dios y sigue hacia adelante.
Después de esto vino una gran afrenta a la vida de David, podemos ver cómo el egoísmo afectó no solo su vida, sino que también la vida de otras personas fue gravemente afectadas. Es por eso tan importante que mantengamos nuestros corazones apartados de este mal.
Aplicación
Cuando no acepto nada más que mi voluntad, puedo estar en oposición a lo que Dios quiere para mí, y eso definitivamente no es bueno; traerá dolor a nuestras vidas.
¿Qué pasa cuando mantenemos una actitud egoísta?
- Limitas lo que Dios quiere hacer en tu vida.
- Aíslas a quienes tienes cerca.
- Tu espíritu no alcanzará plenitud, mientras guardarás una actitud de queja.
- Albergarás rencor por no tener las cosas que crees merecer.
- Terminaras con una actitud de orgullo, arrogancia y vanidad.
Cualquier decisión contraria a la voluntad de Dios nunca terminará bien, puede traer un placer momentáneo, pero recordemos que Dios no ve solo un momento, Dios ve, dirige, guía, construye y afirma cada paso que damos en nuestras vidas. A menudo no entenderemos en el instante, pero, al paso del tiempo, eventualmente llegaremos a la conclusión de que si; siempre fue lo mejor, lo correcto.
Conclusión Es importante reconocer que todos, en algún grado somos egoístas, éste es el primer paso para la libertad de buscar nuestro propio interés. Entender que de alguna manera el sistema del mundo nos quiere programar constantemente haciéndonos creer que lo correcto es ponernos en primer lugar siempre. De igual manera es necesario que tengamos en cuenta dos conceptos distintos; poner límites claros y poner mis intereses egoístas por encima de los demás. Dios si está interesado en que seamos capaces de marcar límites saludables cuando nuestra integridad física o incluso nuestros principios se están poniendo en peligro.
Es la voluntad del Señor que podamos vivir en una libertad plena de egocentrismo para poder ser humildes y generosos. La humildad sin prejuicios restaura y desarrolla relaciones fructíferas.
Escrito Por: Saidette Martínez
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