Salvando La Familia
Estudio Disciplina es una palabra que ha perdido todo sentido, es lamentable ver cómo nuestra sociedad ha bajado estándares en cuanto a disciplina se trata. Esto que es la base del crecimiento y de forjar carácter, le da identidad al individuo y le establece los límites necesarios para ser un individuo estable en la sociedad. Proverbios 29: 15-18 nos dice: “Disciplinar a un niño produce sabiduría, pero un hijo sin disciplina avergüenza a su madre. Cuando los perversos están en autoridad, el pecado abunda, pero los justos vivirán para verlos caer. Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón. Cuando la gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley es alegre.”.
La Biblia se refiere en muchas ocasiones acerca de la disciplina como la base fundamental de una vida sana, saludable y de bendición. Aún el Señor mismo corrige a sus hijos, para que el resultado sea el establecido por Él con aprendizajes necesarios para la vida establecida por Dios. Este verso también establece que cuando los perversos están en control los límites, la corrección y la disciplina serán limitadas o menospreciadas para dar rienda suelta al desenfreno, al pecado y a las pasiones desmedidas. En el proceso de enseñar, corregir, educar, disciplinar el ser humano no siente agrado, porque esto conlleva que se establezcan límites que le permitirán estar o caminar en la voluntad del Padre.
Es muy importante entender que la mejor forma de salvar la familia es siendo verdaderos seguidores de Cristo, quien es el mejor ejemplo a seguir. Nuestras acciones tienen que hablar más alto que nuestra boca. Pablo, uno de los grandes apóstoles del evangelio dijo en Filipenses 3: 17- 19: “Amados hermanos, tomen mi vida como modelo y aprendan de los que siguen nuestro ejemplo. Pues ya les dije varias veces y ahora se los repito de nuevo con lágrimas en los ojos: hay muchos cuya conducta demuestra que son verdaderos enemigos de la cruz de Cristo. Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal”.
El concepto de la conducta en la psicología lo define como el conjunto de acciones y reacciones que una persona realiza en respuesta a estímulos. Es la expresión de la personalidad de un individuo y se manifiesta en una gran variedad de expresiones, desde las más simples hasta las más complejas. Aunque la psicología dice que las conductas pueden ser corregidas, ciertamente no puede una persona hacerlo en sus propias fuerzas. Por eso cuando conocemos y servimos a Cristo, quien fue nuestro ejemplo a seguir, Él mismo nos dice en varias ocasiones que Él nos cuidará, nos ayudará y junto a Su Santo Espíritu transformarán nuestras vidas para ser su ejemplo. Aleluya!!!
No estamos solos en el proceso! Pero es necesario reconocer que nuestra vida requiere de disciplina para corregir aquello que no representa el carácter de nuestro Señor con beneficios, no tan solo para nuestras vidas, sino también para nuestras familias y amigos. Pablo se refiere a esto como la enorme multitud de testigos que renovamos nuestras vidas; aquello que nos impide emular, imitar, modelar el carácter de Cristo. Es esa nuestra mejor manera de intentar salvar a aquellos que amamos y aún más a los que nos rodean y están al tanto día a día de lo que hacemos y cómo vivimos nuestra vida cristiana.
¿Qué podemos hacer para trabajar en contra del pecado?
- Leer la Biblia para conocer cómo debe ser nuestro carácter.
- Ayudar a identificar las carencias y necesidad que tenemos de Cristo.
- Buscar la voluntad de Dios y Su corrección.
- Ver a nuestras familias como Cristo nos vio a nosotros.
- Servir en nuestros trabajos y ser ejemplos de Cristo.
- Cristo.Trabajar con los huecos de nuestra personalidad.
- Ser honestos con nosotros mismos para no caer en hipocresía.
Aplicación
Es lamentable que hemos olvidado que la hipocresía en nuestras vidas o el tratar de vivir fingiendo una vida santa y perfecta sin Cristo nos lleva a dañar a muchos y peor aún, a dañar el evangelio que es nuestra identidad. Al amarnos los unos a los otros tomamos como responsabilidad el bienestar de otros por amor, por humildad y por el mismo propósito del Padre de que todos procedan al arrepentimiento. Para esto tenemos que aprender a ser honestos con nosotros mismos, a entender que la disciplina trae dolor pero también un gran gozo en nuestro corazón. Cuando se entiende lo que se ha soltado y de lo que nos hemos libertado al ser obedientes a la Palabra de Dios, a Su corrección, a Su amor que es lo más grande de este mundo las recompensas son eternas.
Lo maravilloso de todo esto es ver cómo en muchas ocasiones Jesús nos dice que confiemos, que descansemos en Él, que trabajemos con Él y para Él para lograr la meta que Él ya venció en este mundo. Que ciertamente en Él tendremos la victoria y que siempre estará ahí para nosotros.
¿Qué necesitas para caminar en el ejemplo del Señor?
- Leer la Palabra de Dios.
- Orar en todo momento.
- Pedir a Dios que te permita reconocer cuándo hay que hacer cambios en tu vida, carácter y modo de hacer las cosas.
- Que te dirija en la dirección de restaurar y transformar tu vida.
- Acercarnos más al Espíritu Santo para que podamos entender y llevar a cabo todo lo que se nos pide.
- Tener la disposición para reconocer y cambiar aquello que nos aleja de resolver nuestros conflictos.
- Entender que somos ejemplo para todo aquel que nos rodea.
Conclusión
Recordemos que somos seres imperfectos sirviendo a un Dios perfecto que entiende nuestra situación por la vida. Nuestro Señor Jesucristo nos ofrece salida y ayuda, pero tenemos que entender que sin Él no somos nada, simplemente vasos frágiles y vacíos. La idea de la familia salió directo del corazón del Padre, por eso creó al hombre y luego creó a la mujer con esa idea. Y Su amor es tan grande por la humanidad que también nos da la opción de salvación para que podamos seguir junto a Él y ser llamados Sus hijos. ÉL ES PERFECTO!
Conociendo esto, tenemos que entender que cada persona es responsable por su vida y sus decisiones, pero tú y yo somos ejemplo de este Reino donde tenemos deberes y responsabilidades que solo les pertenecen a los integrantes del mismo. Si nos ajustamos y acoplamos a nuestros deberes y responsabilidades, estaremos juntamente trabajando para mostrar a otros el camino de la salvación aun para aquellos que Dios le plació que fuera nuestra familia aquí en la tierra. Proverbios nos da una idea de hacia dónde las decisiones nos llevan. Proverbios 22: 1-6: “Elige una buena reputación sobre las muchas riquezas; ser tenido en gran estima es mejor que la plata o el oro. El rico y el pobre tienen esto en común: a ambos los hizo el SEÑOR. El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias. La verdadera humildad y el temor del SEÑOR conducen a riquezas, a honor y a una larga vida. Los corruptos van por un camino espinoso y traicionero; el que aprecie la vida lo evitará. Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán”.
De estos me llama mucho la atención cómo nos recomienda enseñar a nuestros hijos desde pequeños. Porque aun cuando parezca que lo han olvidado no es así, ellos siempre tendrán presente eso que desde pequeños se les dijo. Así que si quieres salvar a tu familia, debes instruirlos desde pequeños. Pero recuerda, ellos serán testigos de tu forma de vivir y esto les será de ejemplo para vida o maldición. Cuál escoges ser hoy?
Escrito por: Tatiana Muñiz
|