"Mi Gusto o la Voluntad de Dios"
Estudio En Santiago 4:1-3 nos habla claramente de lo que sucede cuando actuamos bajo nuestros deseos. El pensar en lo que nuestra carne quiere nos trae peleas y contiendas con otros. El envidiar lo que otros tienen, nos lleva a veces hasta querer matar a nuestro prójimo por conseguir lo que no tenemos. Las guerras se dan por poder de lucha y querer sobresalir en quién es mejor. El placer que nosotros como seres humanos queremos sentir y disfrutar, lo único que consigue es peleas, odios y divisiones. Cuando miramos nuestra sociedad podemos ver el egoísmo, el odio, la envidia, resentimientos, ira, coraje y otros sentimientos que causan explosiones y pueden terminar en enemistades que son como batallas. Son los deseos insaciables los que trastornan mentes, corazones, pensamientos y que se extienden no sólo a individuos como tú o como yo, sino a familias enteras, Iglesias, Ministerios creando un caos, hasta demoler todo lo que está delante de nosotros. Para muchos Cristianos hacer la Voluntad de Dios es desesperante, frustrante y hasta es una molestia porque esto implica someter todo lo que somos, lo que deseamos, lo que pensamos y lo que tenemos a Su Voluntad. Somos egoístas por naturaleza, deseamos hacer las cosas a nuestra manera y no a las que Dios ya ha diseñado. Nos olvidamos que la Voluntad de Dios es simplemente obediencia. Y nuestra mente tan infinita no comprende que la Voluntad de Dios es un requisito para tener una vida cristiana victoriosa en Él. Podemos ver que hasta Jesús el propio Hijo de Dios se sometió a hacer la Voluntad de Su Padre. Quiere decir que nosotros debemos hacer lo mismo siguiendo Su ejemplo.
Cuando vivimos para nuestros gustos:
- Experimentamos fracasos en lo que hagamos.
- No disfrutaremos de los planes que Dios tiene para nuestra vida.
- Nuestra vida se convertirá en un caos.
- Tomaremos decisiones que nos afectarán a nosotros directamente y a nuestra familia.
- No se manifestará la paz de Dios en nuestro corazón.
Aplicación La Biblia nos da herramientas y nos revela qué cosas debemos hacer para poder agradar a Dios en todo lo que hagamos diariamente. Podemos ver esto en Hebreos 13:20-21
“Y ahora, que el Dios de paz quien levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, y que ratificó un pacto eterno con su sangre, los capacite con todo lo que necesiten para hacer su voluntad. Que él produzca en ustedes, mediante el poder de Jesucristo, todo lo bueno que a él le agrada”.
Hacer la Voluntad de Dios siempre traerá bendición a nuestra vida:
- Cuando buscamos a Dios, Él mismo nos capacita para hacer Su Voluntad.
- Debemos permitir que Dios produzca en nosotros todo lo bueno que le agrada a Él.
- Tenemos que someternos a Su Palabra para vivir en Su Voluntad.
- Las costumbres de este mundo no deben influenciar nuestra nueva naturaleza.
- Su Voluntad siempre será buena, agradable y perfecta para nosotros.
Conclusión Hacer lo agradable a Dios requiere un cambio de mente y de actitud diario para entender lo que Él desea. Sencillamente Dios nos demanda a que nos olvidemos de nuestros deseos y hagamos lo que Él ya ha destinado para cada cual. Nuestra oración todos los días debería ser como Jesús oró cuando le dijo a Su Padre que se hiciera Su Voluntad y no la de Él (Lucas 22:42). Hacer Su Voluntad traerá beneficios y bendición a nuestra vida. Debemos dejar a un lado nuestros deseos que no nos llevan a un camino recto y enfocarnos en hacer lo que a Dios le agrada. Tenemos que actuar como hijos de Dios que tienen una nueva naturaleza y desvestirnos de la vieja que sólo conduce a la muerte. Si queremos reflejar el amor de Dios a otros debemos de imitar a Cristo en todo lo que hagamos y pensemos. Una vida bendecida es una que se somete a Su Voluntad y muere a sus propios deseos.
Escrito por: Ninette Marrero
|