El Plan De Dios Nunca Llega Tarde
Estudio Nosotros los seres humanos en los últimos años vivimos condicionados por el tiempo y muchas veces nos desesperamos cuando las cosas no suceden ni en el tiempo ni en la forma que esperamos, queremos que todo suceda rápido no tenemos muchas veces ni un poco de paciencia. Pero tengo buenas noticias acerca de nuestro Dios... ¡El plan de Dios nunca llega tarde!
Todos hemos escuchado historias de cristianos que debieron atravesar pruebas tan duras que los llevaron al extremo de sentir que debían abandonar la fe. Muchos cometen el error de calificar a Dios como alguien que no tiene poder para ayudarlos a superar ese momento y comienzan a pensar que la fe y el servir al Señor no sirve y que deberían buscar ayuda por otros lados. Los que siguen este camino terminan agravando la situación.
Otros tienen la imagen de que Dios es un viejito bueno que espera en el cielo que vayan llegando las peticiones de la tierra para responderlas inmediatamente. Por mi experiencia, nada más alejado de la verdad. Dios siempre responderá, pero lo hará en su tiempo que seguramente, será el tiempo perfecto. Muchas veces el Señor nos somete a sus silencios o a sus demoras que no tienen nada de sadismo ni de olvido, porque todo lo que hace el Señor tiene un buen propósito. Los que logran mantener la fe pese a no tener respuestas inmediatas, desarrollarán raíces profundas en sus vidas cristianas.
Pero lo que nos enseña el Señor en Hebreos 4:16 “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”. Es que creamos que tenemos un Dios misericordioso y que podemos acercarnos a Él con confianza y con seguridad de que nuestras oraciones serán escuchadas y también serán respondidas. Creamos que los ojos del Señor están atentos a las vidas de nosotros sus hijos. Cuando nos dice en Su Palabra “Mis ojos están sobre ti de día y de noche” no lo hace como un policía que nos controla para castigarnos si hacemos algo malo. Todo lo contrario: está alerta para evitar que nos alejemos de la fe, que nos salgamos del camino.
Dios nos ama tanto, que siempre está pendiente de sus hijos y de su iglesia y vendrá a rescatarnos en el momento justo para que en nosotros se cumplan todos los buenos planes que Él preparó para nuestras vidas. ¡¡¡Así que las buenas noticias para todos es que Dios nunca llega tarde!!!
¿Qué nos sucede cuando intentamos tirar la toalla en una temporada difícil de espera en Dios?
- Cuando empezamos a luchar con Dios en la espera, tarde o temprano nos quedamos sin fuerzas.
- Muchas veces al desesperarnos matamos la promesa que Dios nos ha dado.
- La desesperación en la espera nos lleva a buscar alternativas y esta, nos introduce en caminos equivocados y a cometer muchos errores que no agradan a Dios.
Aplicación
En Isaías 40:31 Dios no insista en ser pacientes: “En cambio, los que confían en el SEÑOR encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán”. Dejemos de luchar con Dios, no intentemos ganarle el pulso. Debemos cambiar y entrar en el nuevo tiempo que Él ha hablado. Tenemos que saber esperar en Dios. Todo lo que Él nos da viene con un propósito de promesas. Una de las principales formas en que Dios nos da dirección es a través de la Biblia, es Su Palabra para nosotros. Cuando estoy esperando al Señor, aumento el tiempo que paso leyendo la Biblia para mi beneficio. Lo que quiero decir con eso es que muchas veces leemos la Biblia para aprender algo, o prepararnos para enseñarle algo a otra persona, o la leemos para obtener una respuesta a una pregunta. Esas son todas cosas buenas, pero cuando estás esperando que el Señor haga algo en tu vida, necesitas apartar tiempo para leer la Biblia y escuchar lo que Dios te diría personalmente. En lugar de tener una agenda cuando lees, solo lee con la idea en mente de que estás escuchando con tu corazón para escuchar lo que Dios te diría personalmente.
EN LA BIBLIA SE VE QUE DIOS PASÓ POR LA PRUEBA DE LA ESPERA A MUCHOS DE SUS HIJOS:
- Abraham, tuvo que esperar por su hijo Isaac.
- Isaac tuvo que esperar que Dios le proveyera su esposa a través del trato que hizo su padre con su siervo, y no apresurarse a buscarse una por su propia cuenta.
- Jacob, tuvo que esperar mucho tiempo hasta poder tener a su amada Raquel.
- José tuvo que esperar mucho tiempo hasta ver cumplido sus sueños.
- El pueblo de Israel tuvo que esperar bastante tiempo hasta tomar posesión de la tierra prometida.
- David tuvo que esperar bastante tiempo después de haber sido ungido como rey para finalmente verse reinando.
- Job tuvo que esperar todo el tiempo que duró su terrible prueba para escuchar a Dios y conocerlo cara a cara y obtener respuesta a su situación.
- Jeremías tuvo que esperar durante gran parte de su ministerio hasta poder ver cumplida la profecía que Dios le había dado de la cautividad de Israel.
Y además de todos estos testimonios de espera en la Palabra podríamos encontrar muchos más.
¿Por qué debemos confiar en Dios en medio de la espera?
- Las promesas de Dios son claras, si esperamos en Dios, Él va a renovar todas nuestras fuerzas.
- Dios busca nuestro bien y protección al retrasar su respuesta.
- Esperar en el Señor no significa tener una actitud pasiva o conformista sino todo lo contrario, esta espera debe estar siempre
llena de fe, de esperanza y acción.
Conclusión
Jesús siempre llega en el momento adecuado para edificar y aumentar la fe, no de unos cuántos, sino la de muchos. Lamentaciones 3.25 nos dice: “El SEÑOR es bueno con los que dependen de él, con aquellos que lo buscan. 26 por eso es bueno esperar en silencio la salvación que proviene del SEÑOR”. Cuando venga la prueba no corras, quédate quieto, espera a Dios, porque Él está buscando una ocasión para bendecirte y darte mucho más, así como lo hizo con Job. Si Dios se está demorando, es porque algo más grande de lo que tú estás esperando, viene para ti. Quien tiene el control de todo cuanto se mueve sobre la tierra, siempre ten en mente esto: Dios no llega tarde, llega cuando es justo llegar, en el segundo exacto, en el lugar indicado, y de la mejor manera que tu mente es incapaz de imaginar.
Así que en medio de la tormenta, levántate y declara: “Yo sé que mi redentor vive”. Y el plan de Dios nunca llega tarde.
Escrito por: Alfredo Arroyo
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