El Dolor Del Clamor
Estudio
Siempre en nuestra vida habrá momentos difíciles ya sea por una enfermedad, muerte de algún familiar, pérdida de trabajo, problemas en la familia o matrimonio u otras tragedias o situaciones que llegan inesperadamente, pero lo importante en medio de todo esto, es no olvidar quién es Dios. La mayoría de las veces cuando llegan situaciones que nos estremecen nos desenfocamos del Señor y nos enfocamos en nuestra crisis, como resultado de esto perdemos nuestra fe y la convicción de que Dios está en medio de cada situación difícil que enfrentamos.
Como creyentes, a veces nos desanimamos por cualquier problema y dejamos de servir a Dios pensando que al hacer esto las cosas se resolverán y no somos conscientes de que no funciona de esta manera.
Dios nos ha equipado con herramientas poderosas y nos ha dejado Su Palabra para que nos guíe y nos enseñe a cómo enfrentar nuestro dolor, angustia y sufrimientos. Es un momento crucial el que estamos viviendo en estos momentos, pero tenemos al Consolador que nos fortalece y nos ayuda en medio de nuestras aflicciones.
En muchas ocasiones a veces vendrán personas que no entenderán nuestro proceso y solo serán un obstáculo para que nos afirmemos, confiemos y sigamos sirviendo a Dios en medio de nuestra situación. Cuando lleguen situaciones difíciles recordemos a Ana la madre de Samuel que aun en medio de su crisis, dolor y frustración porque no tenía hijos, seguía afirmada en su fe y sirviendo a Dios con todo su corazón. (1 Samuel 1:15)
Cuando dejamos de clamar en medio de nuestro dolor:
- Las cargas serán más pesadas para nuestra vida.
- Veremos los problemas más grandes de lo que son realmente.
- No tendremos nuestra vista enfocada en Jesús sino en nuestra situación.
- Nuestra fe será debilitada y seremos dominados por nuestros pensamientos.
Aplicación
Aun en medio de nuestra situación no debemos dejar de clamar a Dios porque Él es nuestra esperanza, nos da fuerzas, es refugio, es nuestro amparo en tiempos de aflicción y sus ojos están puestos sobre nosotros. En 1 Samuel 1 tenemos a Ana una mujer que aunque sufría por no tener lo que ella deseaba, no se cansó de cada día ir delante de la Presencia de Aquel que podía ayudarla y saciar su necesidad.
Debemos entender que Dios desea que nos acerquemos a Él aún más cuando estamos pasando una situación difícil.
Cuando clamamos a Dios aun en nuestro dolor:
- Seremos recompensados por nuestra fidelidad a Dios.
- Nuestra confianza en Dios aumentará cada día más.
- Estaremos gozosos y fortalecidos en medio de las pruebas.
- Tendremos esperanza porque vamos a estar convencidos que Dios nos escucha y nos ve.
Conclusion
Nunca dejemos de servir a Dios aun en medio de nuestros problemas porque Él es el único que nos puede ayudar a sobrepasarlos. Como padres, esposos o esposas tenemos que estar afirmados para cuando venga la tormenta poder permanecer anclados en Cristo y no movernos. Es normal que todos aun siendo creyentes pasemos por situaciones difíciles porque son parte de la vida pero nuestra fe en Dios debe prevalecer y salir victoriosos. Nuestros problemas no deben ser excusa o estorbo para servir a Dios sino deben ser un momento para anhelar servirle más por lo bueno, maravilloso y misericordioso que ha sido con nosotros.
En tiempos difíciles acerquémonos al Señor confiados que Él nos proveerá la fortaleza, estrategia y salida para cada problema. No permitamos que nuestras circunstancias nos controlen y nos alejen de Dios sino al contrario, que sea un tiempo para crecer y fortalecernos y poder bendecir a otros con nuestro servicio a Él. Cuando lleguen momentos difíciles a nuestra vida recordemos a Jesús que aunque angustiado reconocía que en la Presencia de Su Padre había descanso, nuevas fuerzas, esperanza y aliento para enfrentar lo que vendría a su vida. Sirvamos a Dios no por los beneficios, sino por lo que ya obtuvimos por medio de su muerte y no permitamos que nuestras situaciones difíciles nos aparten y desenfoquen de Él. Que en medio de nuestro problema podamos levantar nuestras manos en señal de victoria y alabar a Dios por medio de una vida de servicio a Él.
Escrito por:Ninette Marrero
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