¿Que Sentido TieneSer Cristiano y Sufrir?
Estudio Equivocadamente pensamos que el venir a los Pies de Cristo nos evitará pasar por situaciones de dolor, pensamos que el ser Cristianos nos da el privilegio de estar en una burbuja que nos aísla de las dificultades y que Dios nos evitará pasar por tribulaciones, pero no es así; el sufrir , el dolor, las dificultades y los conflictos hacen parte de la vida y el hecho de que estemos vivos nos lleva por añadidura a estar expuestos constantemente a estas situaciones.
Es normal vernos envueltos en interrogantes como, si yo amo a Dios, ¿por qué paso por esta enfermedad? O si le sirvo y le busco incansablemente, ¿por qué mi matrimonio está en dificultades? O ¿por qué si decidí entregar mi vida al Señor, he perdido a un ser querido? Es común que estos pensamientos pasen por nuestra mente cuando algo malo nos ocurre, pero miremos la historia de Job, un hombre íntegro e intachable a los ojos de Dios y que se mantenía apartado del mal, pero de igual manera pasó por situaciones devastadoras; perdió a todos sus hijos, sus posesiones y su salud en poco tiempo, vio derrumbado ante sus ojos, todo lo que tenía y amaba. Pero en Job 1 :20-22 dice que : “Se levantó y rasgó su vestido en señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar 21 y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!». 22 A pesar de todo, Job no pecó porque no culpó a Dios”.
Aunque no entendía lo que le estaba sucediendo y tuvo la oportunidad de preguntarse lo mismo ¿por qué?, Job sabía que en todo Dios tenía un propósito para él. El Señor permitió que Job sufriera para demostrar que era un hombre fiel, y que el dolor, en lugar de moverlo a maldecir, pondría al descubierto su madurez espiritual. Basado en esto podríamos preguntarnos, ¿Qué sale de nuestro corazón para Dios en medio de la angustia y la desesperación? Es igual a lo que expresamos en alabanza y adoración cuando las cosas van bien? ¿Somos coherentes en nuestras convicciones sin importar el escenario en el que nos encontremos? Como Cristianos debemos como Job, afirmarnos en QUIEN es Dios y en SU Poder y Soberanía sobre nuestra vida.
¿Qué sucede si permitimos que el sufrimiento desvíe nuestro enfoque en Cristo ?
- Viviremos atados y estancados en las situaciones, sin ver cómo Dios se glorificará en ellas.
- Será difícil escuchar la voz de Dios y encontrar la paz y la dirección que solo Él nos ofrece.
- No tendremos la oportunidad de ver fortalecida nuestra fe y nuestro carácter en medio de la prueba.
- Arrastraremos también a quienes nos rodean y tanto amamos, hacia la desesperanza y el desconsuelo.
Aplicación
Nosotros en nuestra humana manera de ver las cosas (perspectiva), visualizamos el sufrimiento como algo negativo, trágico, ilógico, irónico e indeseable. Dios por su lado en su inconmensurable sabiduría ve en el sufrimiento un caudal de bendiciones y beneficios. Cuando nosotros miramos en el sufrimiento solo destrucción, Él está vislumbrando una nueva criatura. Al nosotros mirar en el sufrimiento solo dolor, Él contempla sanidad. Nosotros esperamos en el sufrimiento derrota, no obstante Él anticipa la oportunidad. Nosotros captamos en el sufrimiento ironía, Él por su lado percibe perfecta armonía. Mientras que nosotros en nuestra espiritual miopía tratamos de evadir y evitar el sufrimiento, Dios constantemente se vale de este, para ayudarnos y mantenernos en Su propósito y Perfecta Voluntad. Si Dios usa el sufrimiento, que es inevitable, en lugar de querer evadirlo debiéramos mejor, tratar de vivir con el.
Dice la Palabra en 2 Corintios 4:11 “Es cierto, vivimos en constante peligro de muerte porque servimos a Jesús, para que la vida de Jesús sea evidente en nuestro cuerpo que muere. 12 Así que vivimos de cara a la muerte, pero esto ha dado como resultado vida eterna para ustedes. La recompensa a todo el sufrimiento lo tendremos en la eternidad, somos procesados a través del dolor para ser moldeados y preparados para vivir una eternidad de gozo y plenitud con el Señor.
Lo entendamos o no Dios tiene un propósito para todo lo que Él hace. Y el permitir que nosotros como Cristianos pasamos por sufrimiento no está exento de propósito, Encontramos en las Escrituras ejemplos de sufrimiento y propósito. Aquí vemos dos de ellos: Por ejemplo, el sufrimiento del Apóstol Pablo a través de su aguijón era para mantenerlo humilde y aunque fue un gran hombre de Dios y que amaba la obra del Señor, no estaba exento del orgullo. Tenemos también la historia de Sansón, hombre consagrado a Dios desde su niñez, pero la vanidad y altivez lo llevaron a pasar sus últimos días en una situación de profundo sufrimiento. En todos los casos estas personas vieron el plan de Dios en sus vidas y se vieron con la necesidad de buscar y depender de Su Presencia con insistencia y pasión en medio de su sufrimiento.
De la misma manera esto debe producir el sufrimiento en nosotros, los hijos de Dios, que sea la oportunidad de buscarle, amarle, servirle y adorarle con mayor intensidad, porque sabemos que Él tiene un propósito en medio del dolor y que nuestro carácter está siendo moldeado según su voluntad, voluntad que es buena, agradable y perfecta!
¿Cómo podemos ver el sufrimiento desde los ojos de Dios?
- Entendiendo que sufrir quebranta nuestro orgullo y nos mantiene humildes ante Dios.
- Comprendiendo que el sufrimiento nos lleva a acercarnos más al Señor y colma nuestro corazón de una necesidad urgente de Su Presencia.
- Creyendo que el sufrimiento perfecciona la obra de Dios en nuestras vidas, moldeando nuestro carácter.
- Reconocer que los tiempos de dolor nos llevan a auto-examinarnos y a depender de Cristo para renovar esas áreas débiles.
Conclusion
Es sumamente fácil ser Cristiano cuando todo va bien y agradecerle a Dios cuando todo lo que recibimos de Él son bendiciones, salud, y tranquilidad. Pero la realidad de nuestras convicciones saldrá a flote, tan pronto como comiencen a presentarse los problemas. Nuestro verdadero nivel y peso espiritual se ponen en la balanza de la realidad cuando Dios permite que algo malo, terrible, o aun devastador nos suceda.
Pero recuerde, nosotros servimos a CRISTO que se compadece de nosotros porque Él mismo fue tentado en todo. Él experimentó toda clase de sufrimientos al igual que nosotros y puede entender el nuestro. No solo lo sabe porque es Omnisciente sino porque, Él mismo lo experimentó en carne propia. Cuando pasemos por dificultades nunca se nos olvide que CRISTO, cuando se hizo carne, vino a la tierra y experimentó el dolor , el sufrimiento y el quebranto. En Él encontramos todo lo necesario para pasar las temporadas de tormenta, acudamos con clamor y desesperación pues nos provee de la misericordia y gracia que necesitamos para ser fortalecidos en el dolor.
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4: 15-16).
Escrito por: Luisa Ruiz
|