" Las Estrategias del Enemigo "
Estudio
El hombre natural vive en un mundo dominado por Satanás. Al convertirnos a Cristo entramos en una guerra espiritual pues pasamos de pertenecer al reino de las tinieblas a pertenecer al Reino de la Luz (Cristo). No podemos ignorar las maquinaciones de Satanás (2 Corintios 2:11), pues ignorar que estamos en guerra espiritual nos trae como consecuencia una vida de angustias, ansiedades, desánimo, desesperanza y derrota; aún perteneciendo al ejército ganador. Al convertirnos a Cristo pasamos de muerte espiritual a vida (nuevo nacimiento) y como niños espirituales debemos ansiar alimentarnos con la Palabra para poder crecer y fortalecernos espiritualmente. Nuestra vida tiene que ser una de sometimiento a Dios en obediencia. Se nos manda a humillarnos ante Dios, resistir al diablo, y el huirá de nosotros. Sólo así podremos vivir una vida victoriosa. Satanás está buscando como león rugiente a quién devorar, por tal razón no debemos ignorar sus maquinaciones. Algunas de las estrategias utilizadas por él son: la tentación, las mentiras, engaños y confusiones, las peleas y discusiones y el desánimo. Todas ellas enfocadas a destruirnos, más sabemos que Cristo nos dio la victoria en la Cruz y nuestro enemigo está vencido. Algunas de las armas de Satanás contra nosotros son el orgullo, que nos hace jactanciosos y nos envanece, la envidia, los placeres prohibidos como el adulterio, la fornicación, la burla, entre otros y la comezón de oír, que es la tendencia que tenemos a escuchar lo nuevo, fácil y atractivo.
¿Cómo nos afecta el ignorar las estrategias del maligno?
- No podremos disfrutar la vida plena y abundante que Cristo nos ofrece.
- Viviremos en derrota y agotados tratando de agradar a Dios en nuestras fuerzas.
- Creeremos las mentiras del enemigo.
- No podremos ser efectivos para el Reino (cumplir con la gran comisión de hacer discípulos).
Aplicación Para lograr vivir en victoria necesitamos reconocer que estamos en guerra contra el mundo de las tinieblas. Como buenos soldados de Cristo debemos pelear la buena batalla de la fe. Dios ha provisto para nuestra lucha armas espirituales, vistámonos pues con la armadura de Dios para poder permanecer firmes contra las estrategias del diablo. No olvidemos que cuando Satanás nos zarandea, su propósito es dañar nuestra fe, pues sin fe es imposible agradar a Dios, y así volvernos inefectivos para el Reino.
¿Cómo podemos vencer a Satanás?
- Sometiéndonos a Dios en obediencia.
- Resistiendo al diablo.
- Orando en todo tiempo.
Conclusión Nuestro enemigo Satanás está vencido. No tengamos miedo a las pruebas que tendremos, pues son para afirmar nuestra fe (1Pedro 1:7). Dios es el que entrena nuestras manos para la guerra y da destreza a nuestros dedos para la batalla. Él es nuestro aliado amoroso, nuestra fortaleza, nuestra torre de seguridad y quien nos rescata.
Escrito por: Elizabeth Díaz
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