El Obstáculo De La Lengua
Estudio La lengua, aunque pequeña, tiene un poder inmenso. Con ella podemos edificar o destruir, bendecir o maldecir. Como hijos de Dios, estamos llamados a usar nuestras palabras para reflejar Su amor y verdad. Este devocional nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras palabras pueden ser un obstáculo o una bendición en nuestra vida y en la de quienes nos rodean.
Jesús mismo afirmó que “en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado”. Por tanto, nuestra lengua nos traerá bendiciones o maldiciones, tanto de Dios como del hombre, tanto en el tiempo presente como en la eternidad.Elegir el momento oportuno es de vital importancia. La persona sabia dirá la verdad cuando y donde sea apropiado y necesario. El que se jacta de que es “brutalmente franco” es el que generalmente olvida la importancia de abrir la boca solo si fuese necesario. Alguien dijo una vez: “Diga siempre la verdad, pero no siempre la diga”.
Aplicación El Poder de la Lengua
- Texto clave: Santiago 3:5-6 — "De la misma manera, la lengua es algo pequeño que pronuncia grandes discursos. Así también una sola chispa puede incendiar todo un bosque. De todas las partes del cuerpo, la lengua es una llama de fuego. Es un mundo entero de maldad que corrompe todo el cuerpo. Puede incendiar toda la vida, porque el infierno mismo la enciende."
- Santiago nos recuerda que la lengua, aunque pequeña, puede causar gran daño si no se controla. Puede encender conflictos y traer destrucción si no está sometida al Espíritu Santo.
Palabras de Vida o Muerte
- Texto clave: Efesios 4:29 — "No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan."
- Dios nos llama a hablar palabras que edifiquen y traigan gracia a los demás. Nuestras palabras deben ser una extensión de Su amor y verdad.
El Corazón y la Lengua
- Texto clave: Mateo 12:34 — "Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice."
- Lo que decimos es un reflejo de lo que hay en nuestro corazón. Si permitimos que Dios transforme nuestro interior, nuestras palabras también serán transformadas.
Conclusión
Obviamente, el músculo de la lengua no posee cualidades morales, pero puede liberaren cualquier momento todo un mundo de infamia e injusticia por las palabras que decimos. Pero, ¿quién puede donar al ser humano? ¿Quién podría donarse a sí mismo? Solamente Jesús puede romper nuestro yugo de esclavitud al pecado y ayudarnos a controlar nuestra lengua y sus palabras. Solamente Jesús y su sacrificio en la cruz nos hace libres de la sentencia de muerte que merece la maldad que habita en nosotros.
Pasos prácticos para esta semana:
- Evalúa tus palabras: Antes de hablar, pregúntate si lo que vas a decir es verdadero, necesario y amable.
- Ora por dominio propio: Pide al Espíritu Santo que te ayude a controlar tu lengua y a hablar con sabiduría.
- Practica el elogio: Busca oportunidades para edificar a los demás con tus palabras, resaltando lo bueno en ellos.
Dios nos ha dado el don de la palabra para glorificar su nombre y edificar a otros. En este tiempo, comprometámonos a usar nuestra lengua como instrumento de bendición. Recordemos que nuestras palabras tienen el poder de cambiar atmósferas, restaurar relaciones y traer vida. Como dice el Salmo 19:14, "Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh SEÑOR, mi roca y mi redentor."
Que tus palabras reflejen siempre el corazón de Dios.
Escrito por: Raphel Sánchez
|