"Aprender A Depender De Dios"
Estudio
El ser humano fue creado por Dios con una completa y profunda dependencia de Su Poder y Voluntad; existe una fuerte conexión entre nuestra vida y las promesas que Dios ha declarado para cada uno de nosotros. Incluso, nuestro corazón fue creado para vivir en completa y permanente comunión con quien nos creó. Y es Cristo el puente que nos permite permanecer unidos a nuestro Padre Celestial y Su voluntad en nuestra vida. En Efesios 3 : 17 la palabra nos dice “Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes.”
Dios en su incondicional amor, desea que esa conexión y dependencia permanezca y se fortalezca día tras día, pero el pecado, los afanes de la vida y los placeres han hecho que para muchos, este principio fundamental se encuentre al final de la línea de prioridades.
Dios anhela que nuestros deseos, pensamientos e intenciones estén dirigidos a Él, pero el mundo se ha esforzado en hacernos creer que esta dependencia no es necesaria y que solos podemos cumplir nuestros propósitos e incluso que en nuestras propias fuerzas, podemos solucionar cualquier situación de la vida. Ahora, es claro que Dios nos ha dotado con inteligencia y capacidades importantes, con dones y talentos necesarios para vivir en bendición, pero esas capacidades no llegarán a su completo alcance si no incluimos en nuestras decisiones la voluntad y dirección del Señor.
Ahora podemos preguntarnos, ¿de quién o de qué estoy dependiendo en momentos de dificultad? ¿En qué o a quién acudo para tomar mis decisiones?
Qué sucede cuando decidimos NO depender de DIOS:
- Nuestras decisiones nos llevarán a cometer continuos errores.
- No podremos disfrutar de la paz y el gozo de descansar en Él.
- Nos alejaremos y alejaremos a nuestras familias del propósito y de las promesas que Dios tiene establecidas.
- Viviremos en frustración constante al ver que nuestros esfuerzos no dan los resultados esperados.
Aplicación
Depender de Dios significa entregarle el destino de nuestra vida de manera COMPLETA y someternos TOTALMENTE a Su Santa y Perfecta Voluntad, pues entendemos que solo Él tiene la soberanía y el control de cada situación por la que atravesamos y debemos comprender que tenemos una necesidad urgente de su obrar en cada paso que damos. Proverbios 3: 5-6 dice: “5 Confía en el SEÑOR con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. 6 Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.”
El pretender vivir basados en nuestra voluntad y parecer, definitivamente nos llevará a caer en continuos errores y fracasos, pero el poner nuestra vida y cada una de nuestras decisiones en las manos del Señor nos permitirá ver su obra y propósito plasmado en cada situación y seremos dirigidos hacia la vida de bendición que ha preparado para cada uno de nosotros.
El aprender a depender de Dios requiere esfuerzo y una intención constante de mantener una relación íntima, permanente y profunda con nuestro Creador, una relación basada en la búsqueda de Su dirección en cada paso y decisión que tomemos. Depender de Dios tiene que ser parte activa de nuestro diario vivir, incluso, cuando todo va bien; es importante vivir en alabanza, honrarle y querer conocerle y amarle cada día mas. Nuestra relación con Cristo tiene que encontrarse en primer lugar y ser parte activa de nuestra cotidianidad. Sólo de esta manera, aprenderemos a depender completamente de Él y podremos conocer Su voluntad y vivir de acuerdo a ella.
Cómo puedo aprender a depender de Dios:
- Ora - La oración es un reconocimiento del poder, las promesas y la provisión de Dios. Cuando oras, demuestras que dependes de Dios y buscas Su dirección.
- Honra la Biblia - La Palabra de Dios tiene instrucciones y promesas que dirigen nuestro caminar. Leer la Biblia todos los días nos permite fundamentar nuestras decisiones según Su voluntad.
- En TODO momento haz lo correcto - Cuando todo va bien o cuando va mal, haz lo que sabes que es correcto según la Palabra de Dios. Él tiene control del resultado y la dependencia a Él será recompensada.
- Permanece en Cristo - Sé un sacrificio vivo y vive para el Señor. Renuncia a vivir bajo tu voluntad e intereses y entrega el control total de tu vida a la voluntad de Dios.
Conclusión
El proceso de aprender a depender de Dios en algunas ocasiones puede ser doloroso, pues es necesario deshacernos de la autosuficiencia, la voluntad independiente, el egocentrismo, el egoísmo, las opiniones propias, los intereses particulares, la avaricia, la sabiduría natural, los métodos humanos, la religiosidad, entre otros y darle cabida al obrar de Dios en cada paso de nuestra vida.
Dios como el gran Alfarero Divino, utiliza el quebrantamiento para ablandar el barro, aunque esta etapa pueda producir dolor, Dios quiere perfeccionarnos. Él es experto moldeando barro, no se equivoca y lo hace llegar a una suavidad perfecta, para que luego con toda la sabiduría y poder, restaure por completo nuestras vidas. Por esto en muchas ocasiones debemos pasar por momentos de profundo sufrimiento para abrir nuestros ojos y comprender que sólo dependiendo de Él, podremos salir de ese desierto.
La confianza del Cristiano no debe estar basada en su capacidad, inteligencia, fuerza de voluntad, educación, posesiones materiales, títulos, etc. sino en el tesoro que guarda. CRISTO!
Dios es suficiente para toda necesidad. No hay circunstancia que estemos viviendo que Él no conozca o comprenda . La debilidad humana atrae a Dios como un imán a los metales. Su vocación de Alfarero Divino, de constructor de almas, lo impulsa en pos de nosotros, cuando somos dependientes de Él en todas las áreas de nuestra vida. La Palabra nos dice en : 2 Corintios 12: 9 “Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.”
Así que, la victoria está asegurada, no por quienes somos o por lo que podemos hacer en nuestras fuerzas, sino por lo que Dios, por Su amor y misericordia, hará en favor nuestro. Podemos depender enteramente de Dios y poner la mirada en Él porque allí estaremos seguros.
Escrito por: Luisa Ruíz
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