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Tiempo Familiar - Semana 48
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Dirigiendo Nuestra Familia

 

Estudio
Seguramente todos en algún momento hemos escuchado que la familia tiene que ser nuestro primer ministerio, y eso es una realidad, pues nuestro ejemplo como cristianos se tiene que vivir primeramente en nuestro hogar, con nuestra familia, cuidando del rebaño que Dios nos ha dado. Dirigir a una familia puede ser una de las tareas más difíciles, y al mismo tiempo más gratificantes, que se puede hacer. Con tantas influencias negativas en el mundo de hoy, el enfoque en la familia nunca había sido más importante. Jesucristo dijo: “Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.” (Juan 15:12). Dile a los miembros de tu familia cuánto los amas y hazlo con frecuencia. Aunque estés seguro de que ya lo saben, expresar el amor siempre traerá felicidad y también invita al Espíritu de Dios a tu hogar.

Nuestra familia es nuestro primer ministerio cristiano, es decir, el primer lugar para poner en práctica las enseñanzas de la Palabra de Dios, pues lastimosamente muchos cristianos creen que decir que su familia es su primer ministerio significa solamente salir de paseo con ellos el fin de semana y darles diversión, lo cual también es importante como lo veremos en los siguientes puntos, pero sin descuidar lo principal: La familia es idea de Dios. En la Palabra encontramos muchas veces la forma en la que Dios nos enseña hacerlo, como por ejemplo nos dice en 1 Timoteo 3:4-5 “Debe dirigir bien a su propia familia, y que sus hijos lo respeten y lo obedezcan. Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?”

Cuando dirigimos a nuestra familia como prioridad, NO es la prioridad. ¿Quéeeee? Déjame lo explico. Tu familia es un regalo de Dios, cuya mayordomía incluye mostrar el evento de mayor prioridad en la historia de la humanidad, la realidad de que “Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos.” (2 Corintios 5:15). Y también nos dice la Palabra: “Eso es lo más importante”, “Yo les transmití a ustedes lo más importante y lo que se me había transmitido a mí también. Cristo murió por nuestros pecados tal como dicen las Escrituras.” (1 Corintios 15:3).

La manera de lograrlo es dirigiendo nuestra familia de la manera más efectiva y ministrando a nuestras familias para que sirvamos juntos a Jesucristo. Tienes que dirigirte a tu familia para que no vea el ministerio como algo que compite por tu atención, sino como una bendición y un privilegio que pueden compartir juntos.

¿De qué maneras lo podemos hacer?

  • Orando por nuestra esposa y por la salvación de nuestros hijos.
  • Cuidando a la familia y buscando que el ministerio sea hecho como familia.
  • Orando para poder dividir el tiempo para el trabajo y para mi familia.

En algún momento, uno de nuestros hijos va a detenernos en la puerta antes de que salgamos para algún compromiso y va a decir: “Papi, Mami, Abuela, Abuelo, ¿por qué te vas de nuevo? Quédate”. Nuestra respuesta puede ser: “Hijo, tú sabes que tengo que irme”; o podemos aprovechar la oportunidad para discipular a nuestra familia para que vean el ministerio como una bendición y privilegio. Pudiéramos mejor decir: “Hijo, papi tiene el privilegio de poder dejar de hacer lo que iba hacer y se va a quedar con ustedes”. Recuerda que hacer que tu familia sea la prioridad al ministrar es un ministerio en sí. Tu familia está observando tu vida y, mientras amas a tu familia, estás predicando lo que Dios nos enseñó.

¿Qué pasa cuando NO dirigimos a nuestra familia diligentemente?

  • Los alejamos de Dios.
  • Se crea a una familia disfuncional.
  • Carecemos de limites.
  • La familia se afecta en muchas áreas.

Si tu corazón no está anclado en la veracidad de la Palabra de Dios, te dejarás llevar por tus sentimientos, tus emociones o la opinión de los demás.

Aplicación
El fortalecimiento de las familias es nuestro deber sagrado como padres, abuelos, hijos, parientes, líderes, maestros y miembros individuales de la Iglesia. La importancia de dirigir y fortalecer en forma espiritual a las familias se enseña claramente en las Escrituras.

El liderazgo de los padres o líderes en el hogar debe estar firmemente arraigado en el amor. ¿Por qué? Porque el amor es un compromiso que debe gobernar todo lo que dices y haces. Toma nota de lo que Pablo les dijo a los líderes de la iglesia en Corinto: “Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean fuertes. Y hagan todo con amor.” (1 Corintios 16:13-14 ). Asimismo, si necesitas cambiar las cosas en el hogar, debes ser fuerte, valiente, actuar en fe y andar en amor. Sí, puedes ser fuerte y amoroso a la vez!

La familia se planta como la piedra angular del plan de Dios para sus hijos. Dentro del diseño divino para nuestras vidas, la familia desempeña un papel fundamental en la formación de nuestros destinos y proporciona un entorno de crianza para el crecimiento. Como parte del diseño de Dios, la unidad familiar sirve como fuente de amor, apoyo y orientación, ayudándonos a navegar por los desafíos de la vida y celebrar sus alegrías. En la gran escala de las cosas, la familia es donde aprendemos valores esenciales, forjamos lazos duraderos y experimentamos la verdadera esencia del amor incondicional.

El plan de Dios sobre la familia es un marco sagrado que enfatiza la importancia de las relaciones familiares en nuestro desarrollo espiritual. Al fomentar una base sólida dentro de la familia, podemos entender mejor nuestro lugar en el mundo y cumplir nuestro potencial divino. A través de experiencias compartidas, respeto mutuo y amor inquebrantable, las familias en el plan de Dios sobre la familia pueden crear un entorno de crianza donde los individuos pueden prosperar y acercarse más a Dios.

Abrazar la familia en el plan de Dios nos permite apreciar la belleza de la unión y la fuerza encontrada en la unidad. Confía en la sabiduría divina de Dios y en Su guía mientras navegas por el intrincado tapiz de la vida familiar, sabiendo que Su plan es uno de amor, crecimiento y bendiciones eternas.

Jesús es el modelo supremo de un líder; Él era fuerte y también cariñoso según lo exigiera la situación. Podía arrojar a los cambistas del templo pero también podía llevar a un niño en brazos o llorar por Jerusalén. Por lo tanto, todo lo que hagan como padres y líderes, haganlo con fuerza, valentía y amor.
 
Conclusión
Goza de la maravillosa familia que Dios te ha dado y démosle gracias a Dios por cada uno de ellos. Si alguien de tu casa, todavía no le sirve al Señor, ven al altar y preséntalo delante de Dios. Te invito a que digas como dijo Josue 24:15 “Pero si te niegas a servir al Señor, PK elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarán por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.”

Fortalezca su hogar cristiano cultivando una fe compartida que una a su familia en amor y propósito. Construir una base de fe dentro de su familia es esencial para enfrentar unidos los desafíos de la vida.

Aquí hay algunas formas de fortalecer su fe juntos:
  • Devocionales Familiares Regulares: Dediquen tiempo para la oración, leer la Biblia y discutir temas espirituales en familia.
  • Asistir juntos a la Iglesia: Adorar en familia fomenta un sentido de unidad y comunidad.
  • Proyectos de Servicio: Participen en actos de servicio en familia para vivir su fe de manera práctica.
  • Fomentar la Comunicación Abierta: Crear un espacio seguro para hablar sobre dudas, miedos y crecimiento espiritual dentro de la familia.
  • Dar ejemplo: Guíen con el ejemplo demostrando una fe sólida e inquebrantable para inspirar a los miembros de su familia.
Siempre he pensado que el Evangelio nos da todo lo que necesitamos para dirigir y afrontar las dificultades que pasamos como familia de una forma diferente. Día a día puedo ver las bendiciones de vivir y guardar los mandamientos en mi hogar. Somos una familia imperfecta, pero que se esfuerza en lo posible por vivir el Evangelio y eso nos ha permitido tener experiencias hermosas. Hemos sido bendecidos en muchos aspectos de la vida, pero lo más importante, es que somos bendecidos con un hogar feliz.
 
NUESTRA FAMILIA
LE PERTENECE AL SEÑOR !!!!!! ALELUYA

 
Escrito por: Alfredo Arroyo

Lectura Bíblica
Josué 24:15 NTV

“Pero si te niegas a servir al SEÑOR, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al SEÑOR”.

Para Discutir

¿Qué necesitas para ser ese gran líder en tu familia y dirigirla por el mejor camino?
  • Dirige con tu servicio.
  • Dirige en lo moral.
  • Dirige en lo espiritual.
  • Dirige con amor.
  • Dirige con iniciativa.
  • Dirige con tu ejemplo.
  • Dirige en el mando.
  • Dirige en la reconciliación.
Orar Por
  • Para que Dios nos dé la sabiduría de dirigir a nuestra familia.
  • Para que cada miembro de nuestra familia conozca al Señor.
  • Para que las relaciones familiares se fortalezcan.
  •  Para poder tener una comunicación efectiva con nuestra familia.
 
 
 

Lectura Bíblica
 2 Crónicas 34: 1- 2 NTV

“Josías tenía ocho años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén treinta y un años. Hizo lo que era agradable a los ojos del Señor y siguió el ejemplo de su antepasado David; no se apartó de lo que era correcto”.

Wow, Josías solo tenía 8 años cuando tomó el poder, ¡qué interesante verdad!

Para Discutir

  • ¿Cuántos años tienes?
  • ¿Te gustan las historias, cuentos, películas o caricaturas de reyes?
  • ¿Puedes mencionar el nombre de algún rey, reina o princesa que recuerdes?
  • ¿Cuáles crees que sean los privilegios de ser un rey o una reina?
  • ¿Cuáles crees que sean las obligaciones de ser rey o reina?
  • ¿Qué crees que significa dirigir?

Estudio
No importa la edad que tengas, alguna vez habrás visto en la televisión o leído en algun libro, o a lo mejor personalmente has visto o conocido un rey o una reina. Podemos darnos cuenta a simple vista lo cómodo y fascinante que puede ser su vida. Pero, ¿qué tanto sabemos o cuántas veces nos hemos puesto a pensar o preguntar sobre las obligaciones que los reyes tienen para con la gente que gobiernan?

Te puedo decir que el dirigir o guiar es una de esas obligaciones muy difíciles y pesadas para alguien, y si se es tan joven aún es más. Dirigir es enderezar, llevar rectamente algo hacia un lugar señalado. El dirigir, ser líder y ser un buen líder es una responsabilidad muy grande. No solo es popularidad, aceptación, sino que conlleva muchas cosas importantes como pensar el bien para los demás, dar un buen ejemplo, tratar a los demás con respeto.

Tal vez te preguntas: ¿cómo puedo dirigir a mi familia siendo tan pequeño/a? , ¿cómo puedo convertirme en un líder para mi familia? Pues puedes hacer igual que Josías: haciendo lo agradable a los ojos del Señor, y siguiendo el ejemplo que Jesús nuestro Salvador nos dio.

Si miramos la Escritura en Juan 6:38 nos dice: “Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad."

No es fácil hacer las cosas bien, tampoco es fácil ser un buen ejemplo a otros, mucho menos es fácil obedecer. ¿Cómo crees tú que se sentía Josías siendo tan pequeño en el poder? ¿Crees que no tuvo miedo? Claro que sí, pero Josías simplemente no se apartó de lo que era correcto. Nunca temas ni te avergüences de hacer lo correcto porque eso agrada a Dios. Sigue adelante y ora por tu familia, por tus compañeros de clase, por tus maestros y líderes, sé ejemplo, pide a Dios sabiduría para hacerlo.

Escrito por: Carmen Gracia
 
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