"Una Vida de Libertad"
Estudio
Todos los seres humanos somos atraídos por el concepto de libertad, pero ¿qué significa ser libre? Según el diccionario de la RAE es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Es el estado o condición de quien no es esclavo. Ahora bien, la Palabra de Dios nos dice en Juan 8:36 “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”. Cuando Dios nos creó, lo hizo para que viviéramos en total comunión con Él, más el pecado rompió esa comunión que había entre el hombre y Dios. Desde ese momento el ser humano se hizo esclavo del pecado, ya que era el pecado el que lo dominaba. Dios les da la Ley para que siguiéndola se restaurara la comunión perdida, más infringir un solo punto en la ley hacia al hombre culpable de toda la ley. La ley sería el ayo o tutor que nos llevaría a Cristo (Gálatas 3:23-24). Gálatas 5:1 nos dice: “Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de permanecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley”. En Cristo vivimos en verdadera libertad, ya no tratando de vivir conforme a lo que dice el mundo ni tratando en nuestras fuerzas de cumplir con los mandamientos de Dios.
Al vivir nuestra vida separados de Cristo:
- No viviremos en la verdadera libertad pues seríamos esclavos del pecado.
- Viviríamos según los preceptos del mundo y no los de Dios.
- No agradaríamos a Dios con nuestro vivir.
- Jamás sentiríamos verdadera satisfacción, paz y gozo en nuestra vida.
Aplicación
2 Corintios 3:17 dice que “el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. No existe libertad alejados de Dios. Recordemos que Él nos creó y solo junto a Él es que podremos cumplir el propósito para el cual fuimos creados. Como hijos de Dios estamos llamados a vivir en libertad, más eso no significa que somos libres para hacer lo que nos parezca, sino más bien, significa que por medio del Espíritu Santo podremos escoger vivir de manera que agrademos a Dios, que con nuestros actos glorifiquemos a Dios. Pablo decía, “me es lícito todo, pero no todo me conviene”. O sea, no debemos vivir de manera ligera, más bien cuidando de caminar en la libertad que Cristo nos dio, y no usar esa libertad para satisfacer nuestros deseos de naturaleza pecaminosa. Debemos usar la libertad para servirnos unos a otros en el amor de Cristo (Gálatas 5:13).
Al vivir en libertad:
- Viviremos en comunión con Dios, obedeciéndolo y agradándole en todo.
- Tendremos los criterios necesarios, dados por el Espíritu Santo, para vivir en libertad.
- Podemos ser ejemplo a otros de lo que significa ser un hijo de Dios.
- Viviremos en plenitud de paz y gozo sabiendo que es Dios Quien nos guía en la libertad.
Conclusión
Todo hombre anhela ser libre, poder hacer lo que quiera, y ser feliz. Sin embargo, muchas veces en el camino se dan cuenta de que hagan lo que hagan no son libres para ser felices, lo cual les trae desilusiones, insatisfacciones y desengaños en la vida. No es hasta que reconocemos que nuestra vida nos fue dada por Dios y para vivirla de acuerdo con Él, teniéndolo como nuestro Salvador y Señor, que podemos vivirla en libertad, caminar en libertad y disfrutar la vida en la libertad que Cristo compró para nosotros en la Cruz, pagando el precio por nuestros pecados. Separados de Él no seremos libres, separados de Él nada que nos dé satisfacción eterna podremos hacer. Cristo es nuestra libertad, es el Camino y es la Verdad, vivir en obediencia a Él nos hace libres. ¿Por qué conformarnos con vivir alejados de Dios en esclavitud y sufrimiento?
En Eclesiastés se nos dice que la conclusión para vivir nuestras vidas es la siguiente: teme a Dios y obedece Sus mandatos, porque ese es el deber que tenemos todos, es nuestra libertad y felicidad.
Escrito por: Linda Vélez
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