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Tiempo Familiar - Semana 42
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 "El Espíritu Santo"

 

Estudio
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo son uno mismo.  El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, por medio de la cual Dios actúa, nos revela Su voluntad, da poder y muestra Su Presencia y eso lo vemos tanto en el Antiguo Testamento, como en el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento se refieren al Espíritu Santo como el Espíritu de Dios y en todas las ocasiones vino a obrar de manera drástica. Y en el Nuevo Testamento el Espíritu Santo vino a Jesús para guiarle y luego sobre aquellos que reconocemos a Cristo como nuestro Salvador para darnos dirección.

¿Alguna vez te has sentido vacío? Ese vacío que nada puede llenar, ese vacío que buscamos llenar con cosas del mundo tales como compras, comida, hijos, amigos, parejas, drogas, etc., ese vacío sólo lo puede llenar la Presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Las personas que aún no han experimentado al Espíritu Santo en sus vidas siguen buscando en el mundo lo que sólo Dios les puede dar. Pero, ¿por qué seguimos viviendo “sin Él”, si Él ya habita en nosotros? Pues porque no entendemos quién es el Espíritu Santo. El Espíritu de Dios viene a habitar en nosotros para mostrarnos el amor de Dios.

Tristemente muchas veces ignoramos Su Presencia en nuestras vidas y vivimos buscando satisfacer nuestros deseos de la carne y justificándonos en nuestro propio entendimiento, ignorando por completo la voluntad del Padre para nuestra vida. Esto nos lleva a vivir una vida vacía y llena de angustias de manera consciente o inconsciente, pero que de igual manera nos dejan un vacío.

¿Qué sucede cuando ignoramos la Presencia del Espíritu Santo en nuestra vida?

  • Vivimos conforme a los deseos del mundo y no agradamos a Dios.
  • No podremos ejercer el Poder que nos da el Espíritu Santo para combatir los ataques del enemigo.
  • No creceremos espiritualmente, ni podremos conocer a Dios genuinamente, pues cualquier relación que tengamos sería superficial o limitada.
Aplicación
Dios en Su infinito amor y misericordia por nosotros, envió a Su Hijo Jesucristo a morir por nuestros pecados y darnos salvación a través de su resurrección. Y luego nos dejó a Su Espíritu Santo como prueba de que vivimos en Él y Él en nosotros. (1 Juan 4:13) El Espíritu Santo obra en nosotros, convenciéndonos de pecado, dándonos dirección (Gálatas 5:25), nos ayuda en nuestra debilidad e intercede por nosotros (Romanos 8:26), capacitándonos para llevar las buenas nuevas (Isaías 61:1), formando nuestro carácter en Cristo y llenándonos de Su amor y consuelo (Romanos 5:4-5).

Para conocer a Dios en todas sus facetas debemos aprender a escuchar al Espíritu Santo. El estudio de la Palabra nos enseña la Verdad y el Espíritu Santo nos convence de hacer lo correcto o dejar de hacer lo incorrecto. Es el Espíritu quien nos consuela en medio del dolor, nos da la fortaleza en medio de las pruebas, nos aumenta nuestra fe en cada situación y desarrolla cada uno de Sus dones en nuestra vida, los cuales nos capacitan para realizar la obra del Señor. (1 Corintios 12)

El Espíritu Santo es el que nos da dirección, nos muestra la voluntad del Señor para nuestra vida y nos manifiesta al Señor en toda Su majestuosidad. Pero debemos buscar intencionalmente el relacionarnos con el Espíritu, a través de llevar una vida de devoción, estudiando la Palabra de Dios, orando, alabando a Dios, pidiéndole al Espíritu Santo que nos dirija en la toma de decisiones, que nos muestre la voluntad del Señor, que nos revele qué cosas debemos entregarle y que nos dé la fortaleza para hacerlo. El Espíritu Santo vino para cambiar tu vida y la mía, para transformar lo malo en bueno y mostrar la misericordia de Dios para con nosotros.

¿Qué sucede cuando nos relacionamos con el Espíritu Santo?

  • La obra de Dios puede ser hecha en nuestra vida.
  • La transformación de nuestra vida será testimonio al mundo.
  • El poder de Dios será manifiesto en nosotros y seremos instrumentos del Señor en Su obra.
  • Podemos vivir una vida de paz y gozo en el Señor, aún en medio de las tribulaciones.
  • Seremos sensibles a las necesidades de otros.
  • Estaremos alertas ante los ataques del enemigo y a la vez confiados en que sabemos que Dios ya nos dio la victoria.
Conclusión
Cuando reconocemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, recibimos la salvación y vida eterna, pero cuando nos relacionamos con el Espíritu Santo, entonces podemos ver y disfrutar de las maravillas del Señor. Por lo tanto vivamos para adorarle en espíritu y en verdad cada día de nuestra vida.

Escrito por: Elizabeth Díaz

Lectura Bíblica
Juan 4:24 NTV

“Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.”

Orar por

  • Para que el Espíritu Santo nos muestre qué cosas de nuestra vida no Le agradan y que nos dé la fortaleza y dominio propio para cambiarlas.
  •  Para que el Espíritu Santo nos atraiga cada día más a Él, y que nuestro amor por Él crezca cada día más.
  •  Para que el Espíritu Santo nos dé la sensibilidad de aprender a escuchar Su voluntad.
 Para discutir
  • ¿Quién es el Espíritu Santo?
  • ¿Para qué Dios nos dejó Su Espíritu Santo?
  • ¿Qué ha hecho el Espíritu Santo en tu vida?
 
Nuestro email de Contacto es:
info@iglesicafe.com

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