La Necesidad De La Restauración Familiar
Estudio La restauración familiar, a pesar de lo difícil de lidiar con tantas diferentes personalidades, pasados, carácteres es necesario y debería ser nuestro primer ministerio al que le ponemos esfuerzo, dedicación y sobre todo mucha oración y tiempo con Dios en privado. Dios desea ver corazones restaurados, vidas transformadas y familias completamente sanadas y restablecidas, pero tú y yo tenemos que poner esfuerzo y sobre todo darle paso a que Dios haga el trabajo que Él mejor sabe hacer, el cual es hacer todo nuevo.
A través de Su Palabra, Él nos revela constantemente el plan de restauración para las familias y nos invita a que participemos de este proceso de sanación. ¡Yo soy producto de eso! Yo he visto cómo mi familia fue completamente transformada, cambiada y continúa siendo hasta hoy día. No somos perfectos y jamás lo seremos, pero te puedo confirmar que somos una familia imperfecta que sirve a un Dios perfecto y que tenemos bien claro lo que es más importante para cada uno de nosotros independientemente de la posición en la que estemos en nuestras vidas. Por eso es que nuestra mirada está y siempre estará puesta en Cristo y vamos a vivir para declarar que no hay nada mejor que servirle a Cristo.
La Biblia nos presenta cómo Jesús es el mejor ejemplo de un restaurador familiar. Hizo el sacrificio más grande en la historia al sacrificarse a Él mismo en una cruz para reconciliarnos con Dios y abrirnos las puertas a una vida nueva en Él y con Él. A través de su obra, podemos experimentar la liberación de la culpa, el perdón de nuestros pecados y la restauración de nuestras relaciones. Una combinación perfecta para nosotros ser sanados en su totalidad y por ende con todo el que nos rodea.
¿Por qué tengo que ser yo quien da el primer paso hacia el perdón?
- Porque ya nosotros hemos sido perdonados, y por el ejemplo recibido de nuestro Padre debemos hacer exactamente lo mismo. Doblar las rodillas, orar por quienes no nos han pedido perdón, amar a todos y dar la otra mejilla.
Aplicación Hay tantos ejemplos en la Biblia donde podemos ver numerosos ejemplos de restauración familiar que nos muestran primordialmente el poder de Dios para transformar vidas y reconstruir familias. Por ejemplo, la historia de Job que se encuentra en Job 42:10 dice: “Cuando Job oró por sus amigos, el Señor le restauró su bienestar. Es más, ¡el Señor le dio el doble de lo que antes tenía! Entonces todos sus hermanos, hermanas y anteriores amigos vinieron y festejaron con él en su casa. Lo consolaron y lo alentaron por todas las pruebas que el Señor había enviado en su contra; y cada uno de ellos le regaló dinero y un anillo de oro.”
Hay 4 principios que son bien importantes a la hora de trabajar para restaurar nuestra familia.
El perdón es esencial para la restauración y más con nuestras familias. El perdón no es solo para otros, sino que al perdonar a los demás nos estamos liberando nosotros mismos de nuestras cargas, y le damos paso a la gracia de Dios para que fluya en nuestras vidas. No siempre es fácil, no siempre es lo que queremos hacer pero es lo que tenemos que hacer.
La comunicación es esencial para cualquier relación y la honestidad es fundamental para una familia sana. Tenemos que aprender a comunicarnos, sacar tiempo para conversar, abrirnos con nuestra familia con amor, respeto y comprensión. Es la única forma que podemos decir cómo nos sentimos, si algo nos molestó o dolió y es como único podemos resolver conflictos y fortalecer nuestra relación. Otro dato importante de la comunicación es la importancia de escuchar con atención. Eso es tener comunicación efectiva, cuando podemos hablar pero también guardar silencio y escuchar a la otra persona.
El amor es el fundamento de la familia. El amor es incondicional, paciente, bondadoso y fiel y se supone que refleja o se parezca al amor de Dios. El amor es el más grande de los mandamientos. Nos toca amarnos unos a los otros tal y como Dios ya nos ha amado.
Las oraciones son una herramienta poderosa para la restauración. Cuando nuestro enfoque está en Dios y nos acercamos en oración, podemos pedir su guianza, su ayuda, su producción para sanar las heridas y fortalecer nuestras relaciones. La oración es nuestro tutorial para conocer qué mi Padre dice que debo hacer con respecto a una situación. Ora sin miedo, sin cesar, sin cansarte y pídele a Dios que intervenga en ti y en tu familia.
¿Qué importancia tiene la restauración en mi vida y en mi familia para Dios?
- Nos trae unidad, armonía y nos acerca más a las personas que Dios puso en nuestras vidas. Toma esfuerzo pero es posible en Él.
Conclusión
La restauración familiar es un proceso que requiere tiempo, paciencia y compromiso. No es algo que logras en un día o que puedes hacer magia y “BOOM” problema resuelto, de repente ahora te cae bien tu suegra. No, no pasa de esa manera! No pasa de la noche a la mañana. Es un proceso y un camino de crecimiento, aprendizaje y transformación. Lo lindo de esto es que siempre podemos contar con que Dios es fiel y Él tiene el poder para transformar a nuestra familia y restaurarnos.
La restauración familiar implica un cambio de actitud, un compromiso de perdonar, una disposición a aprender a comunicarnos con amor y una búsqueda continua de la voluntad de Dios. Es decir, nunca te detengas de orar por tu familiar y siempre busca que tu relación con Dios sea primero y que tu prioridad para que todo a tu alrededor esté en orden. No podemos dar de lo que no tenemos, llena primero tu copa.
En medio de un proceso o si atraviesas una situación familiar, lo primero que te recomiendo es buscar la ayuda de Dios, recurre a Él en oración. Lo segundo que te recomiendo es que busques apoyo en tu iglesia, en amigos, en familiares o hasta líderes espirituales maduros que puedan ofrecerte palabras de aliento y comprensión, y siempre que necesites busca la ayuda profesional. Tu familia lo vale!
Recuerda siempre perdonar, trabajar en la comunicación con tus seres queridos, aprender a escuchar, a amar como ya somos amados por nuestro Padre celestial y nunca olvides ir al mejor lugar donde podemos estar, en Su Presencia y a los Pies de Cristo.
Escrito por: Gleysh Reyes
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