"En Los Hombros Del Padre"
Estudio
Para algunas personas hablar sobre la paternidad es difícil, ya que crecieron sin un padre, tuvieron uno pero estuvo ausente o fue una mala relación durante su niñez. Es por esto que muchos creyentes caminan huérfanos porque se les ha hecho difícil entender la Paternidad de Dios en sus vidas. En muchas ocasiones no entendemos que tenemos un Padre Celestial que está pendiente y se preocupa por nuestras necesidades.
En muchas ocasiones tenemos temor de acercarnos a nuestro Padre y esto hace que nos distanciemos de Su Presencia y lleguemos a pensar que no le importamos. El temor muchas veces no permite que el amor de Dios llene cada rincón de nuestra vida y no podamos dejarle nuestras cargas en sus hombros.
Cuando no entendemos la Paternidad de Dios en nuestra vida:
- No veremos a Dios como Padre.
- Estaremos angustiados por todo lo que nos suceda.
- Caminaremos huérfanos y sin herencia.
- No encontraremos descanso en sus brazos.
Aplicación
En la lectura de la Parábola del hijo pródigo en Lucas 15:11-32 nos podemos dar cuenta que ese padre tenía un corazón lleno de amor, compasivo, perdonador y misericordioso hacia su hijo. Podemos ver que aunque su hijo había cometido errores, desobedeció y prefirió malgastar la herencia tomando malas decisiones, su padre lo recibió con los brazos abiertos, sin reclamarle simplemente dispuesto a perdonarlo, no importando lo que hizo. Esto es lo mismo que Dios hizo con nosotros cuando fue a la Cruz.
Cuando descansamos en los hombros de nuestro Padre:
- Entenderemos que nunca nos va a abandonar.
- Estaremos conscientes de su amor y sacrificio por nosotros.
- Experimentaremos su amor en todas las áreas de nuestra vida.
- Conoceremos nuestro rol como hijos e hijas de Dios.
Conclusión
Para poder tener descanso en los hombros de nuestro Padre, primero hay que conocerlo y desarrollar una relación con Él. Debemos de dejar a un lado nuestros problemas y correr a los brazos de nuestro Padre donde hallaremos descanso. Nuestro Padre nos quiere abrazar, cargar en sus hombros y llevarnos hacia el otro lado, cuando parece que todo se está hundiendo y no hay solución. No sigamos caminando como huérfanos y por fin entendamos que somos hijos e hijas de Dios. Como sus hijos tenemos unos derechos y privilegios que otros no tienen.
Tu padre terrenal te puede haber abandonado o te hizo sufrir pero al conocer a Dios ahora tienes un Padre que vela por ti, que te provee lo que necesitas, que sacia tus vacíos y que te brinda su amor sin condiciones. Disfruta de la Paternidad de Dios y da a conocerla a esos que están huérfanos y que se sienten solos. Declara hoy que el amor de tu Padre es suficiente para llenarte y dar a otros el mismo amor que has recibido de parte de Él.
Escrito por: Ninette Marrero
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