"Camino De Sequía"
Estudio En tiempos difíciles, ¿en dónde está puesta tu mirada? Todos pasamos temporadas de aflicción, tiempos de duelo. Pero como hijos de Dios debemos aprender a refugiarnos en Él y en Su Palabra.
Todos tenemos circunstancias que afectan nuestro corazón de maneras distintas incluso cada miembro de una familia transita de manera diferente la misma situación; todo es diferente, el tiempo, la forma de entenderlo y asimilarlo, pero hay algo que no cambia, todo tiene un principio y un final. ¡Este dolor también pasará!
Si nos enfocamos en el caos del dolor, perdemos la oportunidad de aprender y perdemos las bendiciones que Dios tiene para nosotros aun en medio de cada proceso. Eso sería muy lamentable, dejar morir lo que Dios tiene para ti por delante. En medio del dolor Dios nos deja ver destellos de Su gloria si nos mantenemos creyendo que cada aflicción tiene un propósito, si podemos creer que Él permanece en nosotros a través de cada situación.
Quien no se ha sentido perdido, abatido, casi muerto transitando por una sequía que parece interminable? Todo se torna sombrío, pesado, hasta respirar duele, pero pasar demasiado tiempo ahí puede ser peligroso. Te puede hacer perder el rumbo, te puede llevar por otro camino. La Buena Noticia es que Dios sana corazones hechos pedazos! Sólo Dios lo hace! Si es una persona la que provocó la situación que estás pasando, esa persona aunque reconozca que te lastimó y te pida perdón, no puede sanarte. ¡Sólo Dios sana!
Aplicación Cuando una situación dolorosa nos sorprende, viene a nuestra vida temor y dolor y no debemos sentirnos mal por eso, pero no permitamos que se apodere de nuestros corazones, solo que sirva para impulsarnos, para incrementar nuestra fe, para orar más, para depender más de Dios.
Dios está en mi futuro. Pase lo que pase voy a estar bien, Dios me tiene en Su mano. Hay una mentira que ha entrado en nuestras mentes; que solo podemos tener paz cuando todo está bien pero Dios promete que todo estará bien, que está conmigo en medio de la sequedad. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo ¿No se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados. Isaías 43:79.
En medio de la sequía puedo tener paz, no solo hasta que todo esté bien. Paz es la unidad de mi mente con Jesús, es poner mis pensamientos y mi esperanza en Él. Mientras más en acuerdo estoy con Dios más puedo tener paz.
Todos los cristianos lloramos y padecemos pero también todos nos levantamos y seguimos confiando. Todos los cristianos pasamos por procesos de duelo o pérdida. Perdemos personas amadas, se pierden sueños, proyectos, trabajo, se pierden relaciones, etc. En esas pérdidas significativas es necesario ir a Dios y permitir que sane nuestro corazón. Sólo Dios sana corazones hechos pedazos.
David vivió la pérdida de un hijo. ¿Cómo fue su proceso?
- Delante del Señor procesó su duelo consciente de que Dios estaba con él. - Habla con Dios, derrama tu corazón delante de Él. Hablamos con amigos y está bien, pero al hablar con personas solamente me desahogo pero es necesario ser consciente de que Dios está ahí.
- David expresó sus emociones.- Aunque era el rey se la pasó llorando, sin comer, en el suelo por 7 días. Que el orgullo no te impida mostrar su dolor.
- Seguir adelante. - David, pasado un tiempo se levantó. La religiosidad te dice: quédate ahí, mira lo que has vivido; el enemigo te dice: quítate, ahógate… pero el verdadero cristiano reconoce que se tiene que levantar. Hacer cosas prácticas, sencillas bañarse, perfumarse, no porque tengas ganas, hazlo como un acto de fe.
- David adoró. - Se rindió del lado correcto, entró en la casa del Señor y adoró, allí no hay queja, hay rendición, entrega, gloria y honra.
Aceptación de lo que estoy viviendo, rendirme delante de Dios no significa que lo que perdí ya no es importante o ya no me va a doler, la verdadera adoración es adorar en medio del sufrimiento, rendirte es aceptar que lo que pasó no lo puedes cambiar, el dolor, los recuerdos siguen pero los dejas de lado, ya no en primer lugar. ¡Levántate y avanza! Recibe lo bueno y nuevo que el Señor tiene para ti.
Conclusión Es inevitable pasar temporadas de pérdida, temporadas de sequía, eso no debe hacerme pensar que Dios no está conmigo o peor aún, que no me ama y por eso permite tal cosa. Mi confianza plena debe ser que a través del camino desierto donde me siento solo, cansado, angustiado, con temor, desesperanzado, frustrado, cuando el dolor me susurra al oído que todo está perdido, ahí en ese lugar de desolación, el Espíritu Santo me está acompañando. Si abrazo esta verdad podré experimentar consuelo, ayuda y protección.
Dios quiere mi total dependencia de Él. Yo no puedo de ninguna manera cambiar mis circunstancias, Él sí. Entender esta verdad me ayudará a encontrar paz para mi alma. Los principios y finales son parte del ser humano, son parte de la vida. Sólo hay UNO que es ETERNO, ha sido y será…Acepta el reto de procesar lo que quedó atrás y aprender a vivir con lo que está por delante.
Escrito por: Saidette Martínez
|