Anunciando Al Mesías
Estudio El anuncio del Mesías no fue un evento repentino en la historia. Desde el mismo momento de la caída en Génesis 3:15, Dios prometió que la descendencia de la mujer vencería a la serpiente. Con el paso de los siglos, los profetas fueron revelando más detalles acerca de este Salvador:
- Nacería de una virgen (Isaías 7:14).
- Nacería en Belén (Miqueas 5:2).
- Sería descendiente de David (Jeremías 23:5).
- Traería luz a los que vivían en tinieblas (Isaías 9:2).
En Isaías 9: 6-7 vemos claramente que este niño no sería un simple ser humano, sino Dios mismo hecho carne. Sus títulos revelan su naturaleza y propósito:
- Admirable, Consejero: Su sabiduría excede todo entendimiento humano.
- Dios fuerte: Jesús no es solo un maestro, sino el mismo Dios todopoderoso.
- Padre eterno: Él cuida y sostiene a los suyos para siempre.
- Príncipe de paz: Su reino trae reconciliación con Dios y paz interior.
El pueblo de Israel esperaba un libertador político que los librara del yugo romano, pero Dios envió algo mucho más grande: un Salvador eterno que libraría al mundo del pecado y de la muerte. El cumplimiento de estas profecías se materializó en la persona de Cristo. Y así como las profecías de Isaías se cumplieron en Jesús, hoy nosotros somos llamados a ser testigos de esa misma esperanza.
Aplicación Así como los profetas anunciaron la llegada del Mesías, nosotros tenemos la responsabilidad de proclamar a Cristo al mundo. Hoy vivimos en una sociedad que también necesita escuchar esperanza, dirección y paz.
- Anunciamos con nuestras palabras: hablando de quién es Jesús y lo que ha hecho en nosotros. No se trata de tener discursos complicados, sino de compartir con sencillez la obra de Cristo en nuestra vida.
- Anunciamos con nuestras acciones: reflejando el carácter de Cristo en cómo tratamos a otros, en nuestra integridad, servicio y amor. A veces, una acción de compasión puede predicar más fuerte que un sermón.
- Anunciamos con nuestra esperanza: recordando al mundo que el Mesías no sólo vino, sino que volverá. Su reino de justicia y paz será eterno, y esa es nuestra mayor seguridad.
Conclusión Cuando comprendemos que Jesús es el cumplimiento de todas las promesas de Dios, no podemos quedarnos callados. Somos llamados a ser como Isaías, mensajeros de la esperanzaque transforma vidas.
Oración “Señor Jesús, gracias porque Tú eres el Mesías anunciado desde la antigüedad, el cumplimiento perfecto de la promesa de Dios. Gracias porque viniste a traer paz, justicia y salvación. Te pido que me des la valentía y la gracia para anunciar tu nombre con mi vida, mis palabras y mis acciones. Que muchos puedan conocerte como su Salvador a través de mi testimonio. Amén."
Escrito por: Raphel Sánchez
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