Que La Frustración No Te Lleve A La Resignación
Estudio En la vida siempre habrá situaciones difíciles; es un hecho. Sin embargo, el cómo las enfrentamos eso es lo que marcará la diferencia. Al creer en Cristo y entregarle todas las áreas de nuestra vida, tenemos paz con Dios; los errores del pasado no nos definen. Atravesaremos problemas, pero, como un padre que toma de la mano a su pequeño hijo y lo guía, así Dios nos acompañará en el camino. Jesús, en Juan 16:33, dice: “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.”
La vida toma un rumbo totalmente distinto, cuando nos alegramos por lo que tenemos y dejamos atrás todo lo que nos hace daño, todo lo que nos aleja de Jesús. Confiar en Cristo nos ayudará a mantenernos firmes ante la prueba, 2 Corintios 4:17 nos dice: “Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!”
Cada prueba que enfrentamos es un proceso que desarrolla en nosotros firmeza. Aunque somos débiles, Dios obra en nuestras vidas con poder cuando dependemos de él; la clave está en perseverar. Nuestra esperanza no puede estar puesta en nuestras propias fuerzas, pues tarde que temprano nos cansaremos o fallaremos. Cristo debe ser el fundamento. Romanos 5: 3-4 dice: “También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación.”
Es difícil mantener la fe cuando todo a tu alrededor te lleva a la angustia, te sientes bajo presión, o sientes que no hay una salida. Pero es tu decisión mantenerte en esa condición o levantarte, pues Dios nos ha dado los principios de vida y el poder de Su Espíritu para vencer. Estaremos tentados a caer en cosas que nos desenfoquen del plan de Dios, que nos hagan dudar de Él, pero darse por vencido no es una opción. 1 Corintios 10:13 dice: “Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir.”
¿Cómo puedo evitar que la frustración me lleve a rendirme?
- Todo lo que te angustia cuéntaselo a Dios: no necesitas decir palabras complicadas, solo conversa con Él.
- Evita la queja: cuando te enfocas en tu tristeza o sufrimiento pierdes de vista a Dios.
- Comparte con otros: todos necesitamos alguien cuando estamos caídos, busca a alguien con quien puedas orar y leer la Biblia.
- Agradece todo lo que tienes: quejarte por lo que no tienes no te servirá de nada; disfruta lo que Dios te da.
Aplicación La vida de fe es como una carrera; de hecho, la Biblia utiliza ese ejemplo algunas veces. Como toda carrera, tendrá obstáculos, momentos de cansancio, alguna que otra lesión. Pero si te dejas dominar por la frustración, ya has perdido aunque estés a mitad del recorrido. Nadie dijo que el camino que nos conduce a Dios sería fácil, pero es sencillo. Lo único que tienes que hacer es poner tus ojos en Cristo, la razón de nuestra fe y nuestra esperanza de salvación eterna. Con cada prueba, nuestro carácter es moldeado. Con cada situación difícil que atravesamos, hay una oportunidad de ayudar a alguien que está pasando lo mismo que nosotros. Cada experiencia nos conduce a un objetivo, y ese objetivo para los hijos de Dios debe ser el parecernos más y más a Cristo.
Conclusión Quizás apenas estés conociendo la Palabra, quizás eres un joven o un niño, o tal vez llevas muchos años siendo cristiano. No importa quién seas ni lo que hayas hecho, no te des por vencido, no te rindas, porque lo que ahora ves como un problema que te causa dolor, incertidumbre y tristeza, más adelante será una victoria que servirá para compartir el amor de Jesús a otras personas.
Escrito por: Jonathan Rodríguez
|