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Tiempo Familiar - Semana 35
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Mantente Ocupado En Los Asuntos Del Rey

 

Estudio
Uno de los requisitos en cualquier asunto que comiences en tu vida es estar ocupado, enfocado, concentrado en el asunto. De tal forma que se pueda asimilar, aprender o ejecutar todo aquello que se quiere hacer. Es hermoso cómo Jesús con tan solo doce años ya tenía claro el concepto de estar ocupado en los asuntos del Reino. Él entendía lo importante que era saturar la mente con el Reino, con los propósitos y las prioridades del Reino y así esto le ayudaría a tener una vida mejor y a cumplir el propósito que Dio había establecido para Él. Porque tenía muy claro que sería el ejemplo a seguir, que por sus pasos nos guiaremos para llegar a ser aunque nunca iguales a Él, en esta tierra por lo menos sabríamos en qué dirección ir para llenar nuestras vidas de Sus Palabras y Enseñanzas.

Como dice en Colosenses 2:6-8: “Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud. No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo. Es la única forma de lograrlo, primero aprendiendo de Él su carácter, su forma de pensar, su devoción por el Padre y la cercanía que procuraba tener con Él para de esta forma entender el propósito que Dios tenía con Él y junto a eso las fuerzas, la sabiduría y la manera de llevarlo a cabo. Este verso nos muestra la importancia de estar ocupados en los asuntos del Reino, porque es como conocemos la base y fundamento de nuestro Evangelio; al acostumbrarnos a estar en medio de Él tendremos la certeza de que lo aceptamos, lo conocemos porque vivimos en Él, por Él y para Él. Así creamos una relación estrecha, íntima, personal con el Espíritu Santo quien nos redarguye y nos alerta cuando hay alguna corriente humanista o de pensamiento y filosofías humana con palabras rebuscadas que vienen a engañarnos, a confundirnos con el único y solo propósito de sembrar dudas, para de esta forma llevarnos a cuestionar algo que está claro pero como hemos dado el espacio para dudar llegamos a perder nuestro norte. Estas son corrientes que están muy fuertes, por qué no buscar entender lo que el Espíritu nos quiere dirigir y a lo que nos lleva.

Está muy claro que para tener éxito en cualquier cosa en la vida hay que estar concentrado en esa meta. Entender que eso conlleva algunos sacrificios y esfuerzos que hay que hacer. La Biblia nos exhorta a concentrarnos en lo que es verdadero, lo bueno, lo sano y lo correcto, esto es lo que nos ayuda a parecernos más al Reino y alejarnos de la vieja criatura que debemos disminuir desde el momento en el que aceptamos a Cristo.

Filipenses 4: 8-9 nos dice: “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza. No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes”. Por esto Jesús tenía muy claro su propósito y que tenía que estar ocupado en el Reino, dado a que Él sería el perfecto ejemplo para millones y millones que decidirán luego de Él ascender al cielo a seguirle, a intentar caminar por su ejemplo. Esta es una de las razones por las que debemos estar ocupados en el Reino pero además, porque tenemos que entender que damos por gracia lo que por gracia hemos recibido, ya que ninguno de nosotros ha hecho nada para merecer ser salvos o para recibir el Espíritu Santo, ni siquiera para ser bendecidos.

En Efesios 2: 8-10 dice: “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”. Para hacer las cosas buenas hay que estar cerca de Aquel que nos va a enseñar, a dirigir, a instruir, a corregir para lograr por lo menos tener un parecido a Él mientras nos preparamos para llegar a Su Presencia. Ya entendimos que no somos salvos por obras, pero somos llamados a realizarlas porque es el modo de enseñar a otros el amor y la gracia que Dios ha derramado en nosotros.

¿Qué podemos hacer para mostrar el amor de Dios?

  • Amarnos los unos a los otros.
  • Dar la mano al que está caído.
  • Ayudar a los que están en necesidad.
  • Servir en nuestras iglesias.
  • Buscar la voluntad de Dios.
  • Servir en nuestros trabajos y ser ejemplos de Cristo.
Aplicación
Estar ocupados en el Reino nos da muchos beneficios necesarios para nuestras vidas. Nos mantenemos cerca de aquellos que Dios ya ha designado para estar cerca de cada uno de nosotros para instruirnos y moldearnos a Cristo, pero aún más que eso debemos entender que cada uno está en un proceso en su vida de crecimiento que continuará hasta el momento que seamos llamados al cielo a estar junto a Aquel que nos amó primero. Pablo en la carta a los Efesios nos da una descripción de nuestra responsabilidad como seguidores de Cristo.

Efesios 4: 12-16 “Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo. Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad. En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor”. Por esto es importante leer las Escrituras porque te dan una clara explicación de tus responsabilidades como hijo, pero también de tus beneficios. Este capítulo así como toda la Biblia nos dice qué debemos hacer y qué no.
 
¿Qué necesitas para ser un discípulo?
  • Leer la Palabra de Dios.
  • Orar en todo momento.
  • Acércate al Padre para que te muestre lo que te obstruye para lograr la meta.
  • Pedir a Dios que te permita reconocer cuándo hay que hacer cambios en tu vida.
  • Que te dirija en la dirección de restaurar y cambiar tu vida en dirección a lo que Jesucristo modeló aquí en la tierra.
  • Acercarnos más al Espíritu Santo para que podamos entender y llevar a cabo todo lo que se nos pide.
Conclusión
Es hermoso ver cómo a través de la Biblia hay enseñanzas para todas las edades y que cubre las necesidades para cada edad, pero que van dirigidas a que seamos obreros aprobados en la obra del Reino; dedicados y enfocados a cumplir el propósito del Reino que es sacar de las garras del enemigo a más y más almas para luego construirlas correctamente para la carrera de la vida. Como exhorta Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 2: 15-19: “Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad. Evita las conversaciones inútiles y necias, que solo llevan a una conducta cada vez más mundana. Este tipo de conversaciones se extienden como el cáncer, así como en el caso de Himeneo y Fileto. Ellos han abandonado el camino de la verdad al afirmar que la resurrección de los muertos ya ocurrió; de esa manera, desviaron de la fe a algunas personas. Sin embargo, la verdad de Dios se mantiene firme como una piedra de cimiento con la siguiente inscripción: «El SEÑOR conoce a los que son suyos», y «Todos los que pertenecen al SEÑOR deben apartarse de la maldad»”.

Está muy claro que la salvación es gratis, pero tenemos que poner esfuerzo en presentarnos como obreros aprobados ante el Señor Jesús. Siempre con el entendimiento de que la Gloria, la Honra y el Honor será de Él, porque sin Él no somos nada. Hay un refrán que dice: “yo sin Dios no soy nada, Dios sin mí sigue siendo Dios”. Nosotros somos simples vasos de barro que nos ponemos en sus manos para que Él nos llene de Él y así poder hacer Su voluntad, porque es Él quien nos da lo que necesitamos. Si hoy piensas que no eres bueno en nada, sí es muy cierto, pero si le das la oportunidad a Dios de que llene tu vida Él hará cosas grandes contigo para Gloria y Honra de Su Nombre, solo es que tomes una decisión y pongas tu vida en Sus manos, para que comiences a ocuparte en los asuntos del Reino y verás Su mano obrar en tu vida de una manera grandiosa.
 
Escrito por: Tatiana Muñiz

Lectura Bíblica 
1 Timoteo 6: 9-10

“Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas
personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas”.

Para Discutir

¿Qué debemos hacer para cuidar de nuestra fe?
  • Leer la Palabra de Dios.
  • Orar.
  • Buscar Su Presencia.
  • Tener devocionales.
  • Someter nuestras vidas al Espíritu Santo.
Orar Por
  • Dirección de Dios para comenzar a servir en Su Reino.
  • Deseos de estar en Su Presencia.
  • Se nos provea una mayor necesidad por vivir y poder  desarrollarnos en los asuntos del Rey.
  • Que nuestra dependencia de Él aumente cada día más.
  • Orar para obtener paz.
  • Para reconocer que en todo debemos ver y seguir el ejemplo de Jesús.
  • Para tener un corazón disponible y dispuesto a adorar y servir a Dios.
  • Para que disminuya nuestro carácter y crezca el de nuestro señor Jesucristo.
 
 
 

Lectura Bíblica 
Lucas 2:49 NTV

“¿Pero por qué tuvieron que buscarme? - les preguntó -. ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?

(Por favor aparta unos minutos para leer Lucas 2 desde el verso 39 en adelante y te encontrarás con un evento interesante. Ahora antes de ello quiero que pongas atención y contestes algunas preguntas).

Para Discutir 

  • ¿Alguna vez te has perdido?
  • ¿Tienen alguna historia tú o tus papás de que alguien conocido siendo pequeño se distrajo y se haya perdido por un instante al adulto con quien se suponía debía estar?
  • No te ha pasado alguna vez, que estás tan enfocado en algo que te das cuenta que te andan buscando hasta que alguien aparece y te
    dice, ¿dónde estabas?
  • ¿Cómo te sientes cuando crees que has perdido algo de mucho valor para ti?
  • ¿Cómo te sientes cuando encuentras eso tan preciado que has estado buscando por mucho tiempo y que creíste que nunca recuperarías?

Estudio
Esta historia que se relata en el Libro de Lucas 2: 39-52, verdaderamente asusta un poco, porque no hay experiencia más fea, más dolorosa y más angustiante como lo es, el que se te pierda un niño por un instante. Ahora imaginemos la angustia, la desesperación de María y José al no encontrar a Jesús por 3 días, eso debió haber sido horrible. ¿Cuánto no habrán llorado ellos?

¡Te imaginas todo lo que pudieron haber pensado que le pudo ocurrir a Jesús! En verdad eso fue algo que nunca desearías te pase en la vida. Generalmente cuando un niño se pierde es porque se distrajo mirando o escuchando algo divertido. Esto le pasó a Jesús cuando llegó con su familia al templo para la tradicional fiesta de la pascua que se celebraba cada año en Jerusalén. El escuchar sobre las enseñanzas de Dios que se daban en el templo captó toda su atención, y sus padres María y José no se dieron cuenta que Jesús se había quedado en el templo.

Si leemos Lucas 2: 46-47 dice: “Tres días después, por fin lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros religiosos, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían quedaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas”.

Wow, qué hermoso que tú y yo nos encontremos siempre enfocados, prestando atención y disfrutando de las enseñanzas que Dios tiene para nosotros en Su Palabra. Hay tanta sabiduría en la Biblia, hay tanto que aprender, Dios, nuestro Padre celestial quiere que nos ocupemos en las cosas que traerán valor e importancia a nuestra vida. No te distraigas en cosas que no aportan nada a ti ni a los que amas, busca aprender y conocer a Jesús, eso siempre te mantendrá en un lugar seguro!
 
Escrito por: Carmen Gracia
 
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