La Soberanía de Dios
Estudio Comencemos por definir lo que es soberanía. La soberanía significa absoluto, gobierno total y control sobre todas las cosas, un gobierno que sólo Dios posee. Como personas entender la Soberanía de Dios nos cuesta demasiado trabajo; porque por naturaleza tendemos a actuar de forma rebelde y voluntariosa, queriendo siempre hacer nuestra voluntad y obtener nuestro propio beneficio. Por lo que tenemos que entender que la Soberanía de Dios incluye el hecho de que Él ha formado por medio de Su poderosa Palabra todo del universo, y Él preserva Su existencia. Él es Soberano ya que dirige y gobierna todas las cosas que suceden. Dios coloca el mar dentro de sus límites, es quien cubre de nube los cielos, es el que prepara la lluvia para la tierra que hace los montes producir hierbas.
Pero muchas veces sabiendo que Él es Soberano, cuestionamos Su Soberanía y hasta juzgamos las decisiones que Dios toma, preguntándonos: por qué hay enfermedades, guerras, pobreza, familias destruidas? Dios es Soberano: nos dice Isaías 45:7 “Yo formo la luz y creo las tinieblas; yo envío los buenos tiempos y los malos. Yo, el SEÑOR, soy el que hace estas cosas”.
Otra asombrosa evidencia de la Soberanía de Dios revelada en la Escritura, es que este Dios todopoderoso a través de su propio poder solamente es capaz de salvar a la gente del pecado y de la muerte y llevarlos a una gloria celestial. Incluso, fue la Soberanía de Dios tan visible y tan palpable con la crucifixión de Jesús.
Aunque la Supremacía de Dios no tiene restricciones, la Soberanía de Dios tiene sus parámetros. Dios tiene completo control sobre todas las cosas, aunque Él puede escoger permitir que ocurran ciertos acontecimientos según las leyes que Él ha ordenado. Por lo tanto, Dios no puede hacer nada que vaya en contra de su propio carácter debido a que: Dios es inmutable y Sus Palabras reflejan Su integridad. Números 23:19 dice: “Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?”
Dios no puede ser tentado por el mal. No existe ningún elemento en su naturaleza que le lleve a ser tentado por el mal. Santiago 1:13 nos dice: “Cuando sean tentados, acuérdense de no decir: Dios me está tentando. Dios nunca es tentado a hacer el mal y jamás tienta a nadie”.
Dios no puede negarse así mismo. Dios permanece fiel a las promesas de sus pactos. Malaquías 3:6 dice: “Yo soy el SEÑOR y no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, aún no han sido destruidos”.
- ¿Qué pasaría en nuestras vidas, si realmente viviéramos bajo la Soberanía de Dios?
- ¿Crees que la Soberanía de Dios en tu vida es una bendición?
- Siendo sincero, ¿vives bajo la Soberanía de Dios?
Aplicación
Como hijos de Dios, debemos entender que por la Soberanía de Dios tenemos libre albedrío y somos capaces de elegir y tomar decisiones que moldea nuestras vidas. Aunque no poseemos el poder infinito de Dios, podemos someter nuestros corazones, almas y mentes de manera que estén alineados a Su voluntad para que de esta manera podamos honrar al Creador de todas las cosas reconociéndoles como un Dios verdaderamente Soberano. Colosenses 1:16- 17 “porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y para él”.
- Como familias tenemos la oportunidad de reconocer la Soberanía de Dios en diferentes situaciones, buenas o malas.
- Como iglesia podemos ver Su Soberanía a través de Su Presencia en cada cosa que se realice.
- Como hijos de Dios tenemos la oportunidad de ser gobernados por un Dios Soberano que nos ama y que desea lo mejor para nuestra vida.
Conclusión
Si permitimos que realmente Dios tenga la autoridad y el control absoluto sobre nuestras vidas, entendiendo que Él ya la tiene sobre todas las cosas creadas, viviríamos en una confianza y seguridad al momento de enfrentar situaciones complicadas que estén fuera de nuestro alcance. Nuestro Padre Dios es único, no hay otro Dios como Él; y Él desea que el propósito que tiene para nuestra vida se cumpla a través de Su Soberanía desarrollando confianza bajo el cuidado amoroso que tiene para nosotros.
Escrito por: Mónica Sosa Carapia
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