Se Trata De Una Batalla Espiritual
Estudio ¿Qué es una batalla? Una batalla es un combate o serie de combates de un ejército con otro, o de una armada con otra. ¿En qué se asimila a una batalla espiritual? En que una batalla espiritual es cuando espíritus malignos o nuestro enemigo el diablo perturba a los hijos de Dios y nuestra experiencia del amor de Dios. Es importante conocer qué son las batallas y que áreas afectan.
Las batallas espirituales afectan la mente, los pensamientos, nuestra persona y eventualmente termina afectando a la iglesia. Es importante reconocer que a pesar de eso las batallas son importantes, ya que nos ayudan para nuestra maduración como persona y espiritualmente.
Una vez conoces las batallas y en qué áreas te pueden afectar, es importante conocer ahora qué vamos hacer o cómo vamos a salir de la misma. Independientemente a la batalla que estés atravesando necesitas entender una verdad que no ha cambiado ni cambiará, y es que tú y yo peleamos las batallas siendo ya victoriosos(as) en Cristo. En Cristo ya nosotros tenemos la victoria y conociendo que ya eres victorioso vamos a pelear firmes en nuestra fe sabiendo que nada ni nadie te puede tumbar. Porque, “Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?” Romanos 8:31.
¿Por qué tengo que pasar por tantas pruebas y batallas?
- Para crecer como persona, espiritualmente y en todas las áreas necesarias ya que las pruebas y batallas son esencialmente nuestro mejor examen y de ahí podremos saber cuán capacitados estamos y en dónde tenemos puesta nuestra fe.
Aplicación
Todos hemos atravesado batallas y si no estás atravesando una ahora, posiblemente muy pronto lo harás. No te desalientes, es normal y es necesario. Es a través de las batallas que podemos crecer en fe y madurez, darle paso a Dios a hacer cosas maravillosas en nuestras vidas y a través de nosotros y ver un crecimiento espiritual a través del tiempo que le dedicamos al estudio de la Palabra y las muchas veces que nos tocará doblar rodillas en medio de nuestro dolor. La clave es tener una relación directa con Cristo. Si estás bien y aún no pasas por una batalla espiritual, enfócate en aprender de Su Palabra para cuando te toque pelear tengas todas las herramientas y tu fe esté tan fuerte que no se te hará fácil derrumbarte. Conocer a Cristo causa madurez y estabilidad. Si no tenemos una buena fundación (Cristo), no podremos soportar el peso de la estructura y terminaremos destrozados.
¿Qué estamos haciendo para crecer espiritualmente y evitar derrumbarnos en una batalla espiritual? Dice en 1 Pedro 2: 2-3 “Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo ahora que han probado la bondad del Señor.”
Desea ser transformado por la Presencia de Dios, para que te enamores tanto y tengas tal convicción de quién Él es y lo que Él ha hecho, que no se nos haga difícil conocer que independientemente a lo que pasamos ahora, el resultado de esa batalla va a ser algo maravilloso. Ya sea porque con esa batalla creceremos y logramos madurez o simplemente porque conoceremos más de cerca el Amor de nuestro Padre mientras crecemos en fe
¿Cuál debería de ser nuestra reacción ante cualquier batalla espiritual?
- Independientemente a la batalla que experimentamos, nuestra reacción debe ser poner todo en las manos de Dios, dejar nuestras luchas en Su presencia, tener fe y conocer que Él es fiel y en Él tenemos libertad.
Conclusión
Si estás en medio de la prueba o desesperado, detente y regresa a la Presencia de Dios. Recuerda que Dios no se mueve en nuestro reloj ni conforme a nuestra voluntad pero también recuerda que para Dios, no hay nada imposible! Recuerda que todo obra para bien. Si Dios permite que pasemos por tribulaciones o situaciones en nuestras vidas, es porque las mismas son parte de las cosas que nos ayudan a crecer o que van de acuerdo al propósito que Él tiene para nuestras vidas. Por lo tanto, para nosotros todas las pruebas tienen un propósito divino y el propósito final de Dios es que seamos transformados más y más a la imagen de su Hijo. Romanos 8:29: “Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el Hijo mayor entre muchos hermanos”.
A través de las batallas vamos a ser transformados y equipados para los propósitos de Dios y equipados para vivir para Su Gloria. Nuestra fe se reforzará mediante las pruebas que experimentemos.
1 Corintios 15:57: “Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
Escrito por: Gleysh Reyes
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