"Afirmando El Corazón"
Estudio Si algo está claro, es que cuando leemos este versículo vemos a un hombre corriente como tú y yo. Esdras tenía sus defectos y debilidades como nosotros pero decidió profundizar y conocer a Dios. Él tomó una decisión de guardar y cuidar su corazón como mencionó Salomón en (Proverbios 4:23).
Estamos en unos tiempos críticos en nuestra sociedad, ya que constantemente somos atacados en diferentes áreas de nuestra vida. Mundialmente la gente está en pánico, frustrada, molesta o herida por lo que estamos viviendo con esta Pandemia del Covid-19 y el corazón de muchos se ha enfriado o endurecido. Muchos estamos descuidando nuestro corazón y nuestra fe está menguando, porque no vemos que las cosas mejoren o nuestra situación desaparezca. Vemos gente desesperada y que se ha dejado llenar su corazón por lo que ven u otros dicen, y no por lo que Dios declara en Su Palabra.
Quizás es un buen momento para que analicemos y pensemos si nuestro corazón está afirmado o se ha desviado. La mayoría del tiempo nos esforzamos tanto en nuestro exterior, pero descuidamos lo más importante para Dios que es nuestro interior (el corazón).
Cuando descuidamos nuestro corazón:
- Seremos movidos por cualquier situación.
- No afirmaremos nuestro corazón a la Palabra de Dios.
- Seremos ignorantes a los planes de Dios y a Su llamado.
- El mundo y sus opiniones serán más importantes que lo que Dios dice de nosotros.
AplicaciónTenemos a un hombre ejemplar como lo fue David que aunque cometió pecados horribles, es el único en la Biblia que se menciona que tenía el corazón, conforme al corazón de Dios. (1 Samuel 16). Me imagino que nos hemos preguntado en muchas ocasiones. ¿Qué cosas le agradaron tanto a Dios de David?
Dice en Su Palabra que David tenía un corazón humilde delante de Dios; lo alababa en las pruebas, lo adoraba en sus tristezas, lo buscaba con intención aún en sus desánimos; lloraba ante Su Presencia, cuando pecaba se humillaba y pedía perdón reconociendo que había fallado, era sensible al dolor ajeno, era un hombre justo y demostraba ante todos cuánto amaba a Dios sin ninguna vergüenza. A pesar de sus defectos, David tocaba el corazón de Dios porque tenía la actitud correcta y su corazón afirmado.
¿Cómo vivir una vida intachable?
- Nos enfocaremos en estudiar Su Palabra y enseñar a otros.
- Caminaremos sin ningún temor aún en medio de la incertidumbre.
- Buscaremos a Dios con intención.
- Seremos guiados y podremos guiar a otros a cumplir la Voluntad de Dios.
Conclusión
Debemos de esforzarnos para agradar a Dios teniendo la mejor actitud. No perdamos nuestro tiempo en cosas vanas que no nos llenan, ni nos llevan a crecer. Tenemos que cuidar nuestro corazón porque de el mana la vida, el corazón es el motor que nos lleva a nuestro destino. Quizás muchos no reconocerán tu esfuerzo ni lo que haces para Dios, pero Dios sí lo ve y Él te recompensa por tener un corazón alineado conforme al suyo. No permitas que las actitudes de otros te afecten. A Dios nunca le ha interesado tu exterior, sino lo que hay en tu interior.
Busquemos tener un corazón correcto y afirmado delante de nuestro Padre; ese corazón perdonador, un corazón contrito y humillado, un corazón que ame sin condiciones a todos, un corazón limpio, un corazón sincero, un corazón que haga la Voluntad de Él; un corazón agradecido, un corazón que permanezca firme aún en los momentos duros, un corazón que le adore aún cuando no tenga el ánimo y un corazón esperanzado para aceptar lo que Dios ha determinado y ha hablado a tu vida. (Salmos 51:10) No valdrá la pena el servir a Dios sea en la posición que tengas como Pastor, Líder, Ministro, Mentor o Maestro si no tienes un corazón aprobado por Dios. Puedes aparentar ser el más espiritual y jactarte de tu posición en la Iglesia o en cualquier otro lugar, pero si no tienes un corazón correcto ante Dios y ante otros estarás engañándote a ti mismo y habrás perdido el tiempo. NO nos detengamos en buscar a Dios con intención, con pasión y con un corazón genuino y humillado para poder alcanzar a otros demostrando el amor de Cristo. Cuida lo que entra y sale de tu corazón porque Él es quien te dirige a tu destino, que es la salvación de tu alma.
Escrito por: Ninette Marrero |