El Poder De La Intercesión
Estudio La definición de Interceder es - “hablar en favor de alguien para conseguirle un bien o librarlo de un mal.” En otras palabras, es orar a favor de otras personas para que Dios conteste su petición. Es un proceso donde dejamos a un lado nuestras propias peticiones y comenzamos a orar por las peticiones de nuestros hermanos como si fueran nuestras. Esto crea un sentido de unidad entre el cuerpo de Cristo y nos recuerda que no estamos solos. Así como estamos orando por nuestros hermanos, así hay otros hermanos orando por nosotros.
2 Corintios 1:11 nos dice: - “y ustedes nos están ayudando al orar por nosotros. Entonces mucha gente dará gracias porque Dios contestó bondadosamente tantas oraciones por nuestra seguridad”. Aquí el apóstol Pablo le está agradeciendo a los hermanos que han estado orando por su ministerio y cómo esa intercesión ha provocado que mucha gente conozca del Señor y cómo los ha protegido durante todo el viaje. Aun a la distancia, el Espíritu Santo, nos ayuda a estar unidos en un mismo sentir y pensamiento cuando oramos por nuestros hermanos. Esto es maravilloso porque cuando escuchamos cómo el Señor ha contestado esas peticiones, nos alegramos y nuestra fe aumenta al ver la fidelidad de Dios.
Intercedemos por nuestros hermanos, no solo para que Dios conteste sus peticiones, sino también para darle gracias a Dios por su fidelidad hacia ellos y agradecerle al Señor por el excelente trabajo que realizan en la iglesia. Por ejemplo, por nuestros pastores y líderes, maestros de escuela bíblica, líderes de jóvenes, ujieres, en fin todos los que de alguna forma u otra sirven en el Reino de Dios. Son personas que por amor a Dios y a la Iglesia se dan por completo a la obra de Dios y como agradecimiento debemos constantemente mantenerlos en nuestra oraciones. Interceder por ellos y sus familias para que puedan seguir bendiciendo nuestras vidas cada semana. En 1 Tesalonicenses 1:3 nos dice: - “Al orar a nuestro Dios y Padre por ustedes, pensamos en el fiel trabajo que hacen, las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo”.
¿Por qué se hace difícil interceder por otros?
- Estamos siempre pensando en nuestras necesidades.
- No conocemos las necesidades de nuestros hermanos.
- Pensamos que nos estamos entrometiendo en los problemas de los demás.
Aplicación
Una de las historias más impresionantes en la Biblia que demuestra la importancia de la intercesión es el libro de Ester. El pueblo estaba en cautiverio y Dios permitió que Ester llegara a ser la esposa del rey para que pudiera interceder por su gente ya que había un edicto donde el pueblo estaba sentenciado a muerte. Mira lo que dice Ester 4:8 - “Mardoqueo le entregó a Hatac una copia del decreto emitido en Susa, que ordenaba la muerte de todos los judíos. Le pidió a Hatac que se lo mostrara a Ester y le explicara la situación. También le pidió a Hatac que la exhortara a presentarse ante el rey para suplicarle compasión e interceder a favor de su pueblo”.
La historia nos cuenta que Ester, aun cuando estaba en el palacio y tenía acceso directo al rey, había temor en su corazón. Su tío, Mardoqueo, le dijo algo que cambiaría su forma de pensar. En Ester 4:14 dice - “Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?”. Cuando ella escuchó esto tomó la decisión de interceder ante el rey por su pueblo para que fuera librado de la muerte y Dios contestó esa petición.
Cuando entendemos el poder de la intercesión podemos estar seguros de que Dios nos escucha. Esto nos lleva a confiar en sus promesas y que él tiene cuidado de nosotros y de los que nos rodean. Necesitamos tomar tiempo para dejar de siempre estar orando por nosotros mismos, no es que no lo hagamos, pero es importante y necesario que también intercedamos por las peticiones de nuestros hermanos y nuestras familias. Esto nos enfoca en velar los unos por los otros, a amarnos unos a otros y a gozarnos junto a nuestros hermanos cuando se contestan esas peticiones. Romanos 12: 15-16 nos dice: - “Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!”
¿Qué podemos hacer para tener una vida de intercesión?
- Reconoce que somos un solo cuerpo y que debemos velar en oración unos por otros.
- Nuestras batallas no las hacemos solos, estamos rodeados de hermanos que nos ayudan en oración.
- Conoce las peticiones o necesidades de tus hermanos.
- Cuando sabemos cuáles son las necesidades de nuestros hermanos tenemos un motivo más claro por el cual orar. Esto promueve la unidad entre nuestros hermanos.
- Ora por otros hermanos como si estuvieras orando por ti.
- Recuerda que así como estás orando por tus hermanos, otros hermanos están orando por ti.
Conclusión
Tenemos un privilegio especial de poder estar junto a nuestros hermanos e interceder por ellos en oración. Muchas veces nos enfocamos en nuestras necesidades y en lo que anhelamos nosotros que se nos olvida que hay personas que necesitan oración aún más que nosotros mismos. Esto no significa que no oremos por nuestras propias peticiones, sino que seamos intencionales en tener un tiempo de oración donde intercedamos por otros. Esto va a provocar que el amor entre hermanos crezca y nos une cada vez más.
Escrito por: Raphel Sánchez
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