Hasta Que No Podamos Más
Estudio La vida está llena de obstáculos y enfrentaremos momentos duros. Ser cristiano no es significado de vida perfecta y no podemos venir a Cristo con la expectativa de que todos nuestros problemas se resolverán al entregarle nuestra vida a Él. A través de la Biblia vemos que Jesús mismo padeció sufrimiento extremo y tuvo dificultades siendo Dios en el cuerpo humano. En cada una de las pruebas, dificultades y sufrimientos del Señor, Jesús acudió a Dios y le presentó su carga. Pregúntate ¿cuál es tu vía de escape cuando la vida se pone difícil?
Isaías 40:31 nos dice: “En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se desmayarán.”
La vía de escape que tomamos es importante, ya que en los momentos duros estamos cansados física y emocionalmente y el lugar al que acudimos por ayuda es donde obtenemos nuevas fuerzas. Si vamos al lugar equivocado por ayuda estaremos hundiéndonos más en el dolor y la carga seguirá igual de pesada o hasta peor. El único que puede hacer algo por nosotros es Dios mismo quien es nuestro refugio, nuestro lugar seguro.
Salmos 46:1 dice: “Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad”. Todos pasamos por esas etapas en la vida, no somos los únicos. El sufrimiento es parte de la humanidad y causa del pecado. Sin embargo, tienes que saber que hay alguien que no solo puede, sino que también quiere ayudarte y darte descanso, él es Jesús. Así que no busques descanso, fuerza y solución a tus problemas en otro lugar; sino en los momentos que ya no puedas más, busca a Cristo ya que Él es el único que puede hacer algo por nosotros. Dios está dispuesto a ayudar a todo aquel que clama a Él por ayuda. Sin embargo, te invito a que no solo vengas a Él para tu beneficio, entrégale a Dios tu vida y acepta a Jesús como tu Señor y Salvador. Jesús pasó tanto sufrimiento por ti y por mí, para que fuéramos salvos del pecado y de la muerte.
Salmos 34:8 dice: “Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él”! Lo que tenemos que hacer cuando ya no podemos más con las cargas y estamos desanimados y cansados es venir a Cristo, rendirnos ante Él y entregarle nuestras cargas. Una vez lo hagamos tenemos que confiar que Él está en control y tiene el poder para resolverlas. Podemos descansar en Dios confiando que Él es Soberano y cuida de nosotros sin importar lo que estemos viviendo y las circunstancias.
¿Qué sucede si decidimos no buscar a Dios cuando no podemos más?
- Experimentarás desesperanza y un gran vacío en tu vida.
- Fuertes cargas emocionales como la ansiedad y el estrés.
- Falta de paz.
- Pérdida de propósito.
Aplicación El Señor recibe a todos los que vienen a Él. Dios llevará nuestras cargas y nos dará fuerzas. Aunque no le busquemos, Dios sigue presente en nuestra vida. Él está dispuesto a que lo conozcamos más y a ayudarnos, pero nosotros tenemos que buscarle. El no buscar a Dios hará que desfallezcamos cuando ya no podemos más. No perdamos la bendición de disfrutar de Dios y de obtener un conocimiento más profundo de Él cuando ya no podemos más con las situaciones de la vida y en los tiempos de alegría. Dios está presente en los buenos y malos momentos de nuestra vida.
Ora a Dios y habla con Él acerca de tus cargas y lo que te desanima. Sé sincero y cuéntale tus luchas, recuerda que Dios sabe todo ya, pero honra una actitud de humildad. Santiago 4:10 dice: “Humíllense delante del Señor y él los levantará con honor”. De Él recibiremos fuerzas y ánimos para sobrellevar las cargas cuando lo que queremos es rendirnos. Haz un hábito de lectura de la Biblia ya que así nos preparamos para los momentos difíciles. Que la Palabra de Dios inunde tu mente y medita en ella, haciendo esto te darás cuenta de que al hacerlo estarás fortalecido y tu enfoque ya no será más la carga si no que te enfocarás en quien lleva la carga.
4 maneras de entregar a Dios nuestras cargas:
- Se lo cuento. Dile lo que estás sufriendo. Él lo sabe todo y honra nuestra humillación ante Él.
- Encomienda y entrega tu carga a Dios. La Biblia dice que Él llevará nuestras cargas, así que entrégale a Él tus cargas. Empieza en oración rindiéndote a Él y hablando con Él de manera sincera.
- Acércate a tu iglesia local y ora a Dios para que te dirija a hablar con alguien maduro en la fe acerca de lo que estás viviendo. Gálatas 6:2 nos dice: “Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo”.
- Enfócate en Dios. No te enfoques en la carga si no en quien puede llevar la carga.
- Confía plenamente en Dios y que Él lo resolverá.
Conclusión Buscar a Dios en oración, lectura de la Palabra y en comunión con los demás hermanos en Cristo es la manera correcta de renovar fuerzas y recibir ánimo para seguir. En ningún otro lado encontraremos paz duradera y gozo en las tribulaciones. Al no buscar a Dios, pecamos y nos arriesgamos a desfallecer sin retorno. No esperes a no poder más para venir a Cristo, entrégale tu vida y tus cargas a Jesús hoy. Recuerda por ti mismo experimentar a Dios en tu vida a través de la lectura de la Palabra, oración y comunión con hermanos en la fe.
Escrito por: Ruth Urbina
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