"Cómo Sanar El Corazón"
Estudio
Todos hemos vivido experiencias que nos llegan al corazón, ya sea de manera positiva o negativa, y dichas experiencias afectan nuestra vida. La Palabra de Dios nos invita a acercarnos a Dios y entregarle a Él todas las experiencias vividas que nos han dañado, ya que si no lo hacemos esas heridas irán llenando nuestro corazón de odios, rencores, falta de perdón y amarguras. Desgraciadamente, muchas personas viven sin reconocer que tienen el corazón herido y cada día se va endureciendo hasta convertirse en un “corazón de piedra”. Lucas 6:45b nos dice que lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón. Debemos pues tomar tiempo para analizar qué decimos, cómo hablamos y qué actitudes asumimos en nuestro trato con los demás, ya que eso nos podrá hacer conscientes de la necesidad que tenemos de acudir a Dios para que sane nuestros corazones.
¿Qué sucede cuando vivimos con un corazón dañado?
- Estaremos viviendo con temores, a la defensiva y desconfiando de todo y de todos.
- Constantemente estaremos teniendo pensamientos negativos que luego se transforman en una perspectiva de vida negativa.
- Dañaremos a nuestros seres queridos sin querer hacerlo.
- Entristeceremos al Espíritu Santo, pues Él anhela ayudarnos si recurrimos a Dios.
Aplicación
Dios nos creó para que viviéramos en comunión con Él y es por esa razón que el hombre no logra, por más que quiera, vivir una vida plena. Siempre tendrá un espacio vacío que no podrá llenar por sus méritos. Es en ese vacío que el hombre no puede llenar que se van acumulando decepciones, rabias, rencores y toda clase de males que nos vienen, aun sin darnos cuenta. La Palabra nos aclara que: “El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es? Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa”. (Jeremías 17:9-10) Dios es el único que puede llenar el vacío de nuestro corazón, el único que puede sanar aun el corazón de piedra, hacerlo nuevo, tierno y sensible. ¿Por qué vivir con un corazón dañado cuando Dios quiere sanarlo? Acerquémonos a Dios y humillémonos ante Él. Reconozcamos la necesidad que tenemos de Él y de seguro recibiremos Su ayuda y bendición.
¿Cómo sanar nuestro corazón?
- Reconocer que tenemos el corazón dañado.
- Humillarnos ante Dios y pedirle que nos sane.
- Rendirnos ante el Espíritu Santo de manera que pueda obrar en todas las áreas de nuestra vida.
- Poner todas nuestras preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, pues Él cuida de nosotros.
- Someter nuestros pensamientos a la obediencia de Cristo, de manera que no aceptemos pensamientos de mal.
Conclusión
El Salmos 147:3 nos recuerda que Dios sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas. El Salmos 103:3 nos reafirma que Dios perdona todos nuestros pecados y sana todas nuestras enfermedades. Solo nos resta buscar todos los días tener comunión con Él, conocerle a través del estudio de Su Palabra y someternos a Su voluntad; de esa manera tendremos la paz que sobrepasa todo entendimiento y el corazón dispuesto para vivir la plenitud de vida que Dios tiene para nosotros.
De la abundancia del corazón habla la boca, así que preguntémonos:
¿Salen palabras dulces de nuestro corazón?
Escrito por: Linda Vélez
|
