¿Qué Es El Amor?
Estudio
El amor es lo más bello que Dios nos ha dado, y el amor es la fuente de vida para que todos los días nosotros podamos dar lo mejor a otras personas. El punto es que muchas veces tenemos un concepto equivocado de lo que es el amor, ya que el mundo nos ha enseñado que el amor es un intercambio de cosas, de bienes o de sentimientos; por eso cuando una persona nos falla o nos lastima, es muy común que reaccionemos de la manera equivocada, como el mundo nos ha enseñado con venganza, con resentimiento, con odio.
El amor que Dios nos ofrece, y el que nosotros tenemos que ofrecer es muy diferente a lo que se nos ha enseñado, debemos entender que el amor no es un sentimiento sino una decisión en nuestra vida; nosotros decidimos amar a la gente, nosotros decidimos ser buenos con la gente que nos lastima, nosotros decidimos no ser orgullosos y perdonar las ofensas inmediatamente; nosotros decidimos nunca más traer a la memoria ofensas de las personas, olvidamos, perdonamos y amamos
El amor es la decisión más inteligente y sabia que podemos tomar los Cristianos. Dios nuestro Padre nos enseña cómo esta decisión no sólo afectó a una generación sino a todo el mundo. Juan 3-16 dice: “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
Dios tomó la decisión de amarnos a pesar de que nosotros podemos fallarle todos los días, su amor que es bondadoso, perdonador, que no guarda rencor, que no lleva un récord de nuestras ofensas nos ha dado la oportunidad de conocerlo y saber que si le fallamos Él perdonará y nos dará muchas oportunidades de cambio. Ese amor es único y sublime, es el amor ágape, que nos ha dado la oportunidad de conocerle, amarlo y decir que es el dueño de nuestra vida.
Si Dios nos ama de esa manera, nosotros de igual forma debemos amar a los que nos ofenden, hacer el bien a los que nos maltratan y nunca pagar con un mal a los que nos hicieron un mal. El amor que Dios ha depositado en nosotros es capaz de perdonar la más mínima ofensa, actitud o situación que podamos vivir por más difícil que parezca.
Dios tomó la decisión de amarnos cuando entregó a Su Hijo Jesús por nosotros en esa cruz. Jesús tomó nuestros pecados y pagó el precio que nosotros teníamos que pagar, su amor rebasó todo entendimiento humano. Jesús el Hijo de Dios perfecto y sin mancha, se entregó y recibió el peor de los castigos, por amor a nosotros; cada golpe, cada insulto que nosotros teníamos que recibir por la maldad de nuestro corazón Jesús los recibió por amor, porque lo único que Él pensaba era en tu nombre, en saber que habría una nueva oportunidad de vida para ti.
¿Qué pasaría si no permitimos que el amor de Dios llene nuestra vida?
- Viviríamos llenos de resentimiento y amargura quejando de la situación.
- Nuestra vida tendría un vacío tan profundo, que siempre se estaría
- Nuestro gozo se vería disminuido al ser ofendido por las personas que amamos.
- Nuestra familia también se vería afectada, ya que sin el amor nada somos.
Aplicación
Como hijos de Dios, debemos aprender a dar ese amor ágape que nuestro Padre Dios tiene para con nosotros. Es muy fácil amar a los que nos aman, pero Jesús nos exhorta a amar a los que nos hacen daño. Eso fue lo que Jesús hizo en esta tierra; amó a sus enemigos y ayudó a sus enemigos, nunca pagó con un mal cuando le hicieron mal sino al contrario, siempre hizo lo bueno y siempre amó a aquel que había hecho lo malo.
Cuando nosotros decidimos amar nuestro corazón encuentra esa sanidad que necesitamos cada día, ya que el corazón es engañoso y con mucha facilidad se puede contaminar con sentimientos equivocados como son el odio, la amargura y el resentimiento. La Palabra de Dios dice 1 Juan 4-7-8 “Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios, pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”.
Este es un consejo del Apóstol Juan que si realmente Dios está en nuestro corazón hay amor, si realmente conocemos a Dios hay amor en nuestra vida. Dios mismo es la fuente de amor y si nosotros todos los días estamos pegados a la fuente del amor será muy fácil amar. Cuando pasemos por situaciones difíciles dar ese amor que necesitamos para perdonar y amar a aquellos que nos puedan lastimar.
¿Cómo quiere Dios que pongamos en práctica el amor?
- Dios quiere que el amor que ha depositado en nosotros lo pongamos en práctica en esos momentos difíciles, o cuando las personas nos han lastimado.
- Dios quiere llevarnos a niveles nuevos de amor amando a nuestros enemigos y haciendo el bien a los que nos hacen mal.
- Dios quiere que a través de Su amor seamos capaces de obedecer Su Palabra y ponerla en práctica en esta tierra, dejando de ser egoístas y llenos de ese Su amor.
- Dios quiere que entendamos que Su amor es tan grande que aún siendo pecadores mandó lo más bello que fue a Jesús a morir por nosotros.
Conclusión
Si realmente nos decimos ser seguidores de Cristo, hijos de un Padre amoroso debemos todos los días dar de ese amor que no busca lo suyo, que siempre está dispuesto a dar sin recibir nada a cambio. Si cada día queremos parecernos más a Dios debemos desarrollar en las situaciones difíciles ese amor que ya nos ha sido dado a través de Jesucristo en la cruz.
Cada día tendremos situaciones difíciles con las personas que nos rodean, pero si decidimos realmente amarlos como Jesús los ama, podremos también cada día desarrollar fruto del amor que Dios nos ha dado. Amar, qué palabra tan fácil de decir, pero qué difícil es vivirla en situaciones difíciles, con personas que amamos pero también es la oportunidad de mostrarnos como verdaderos hijos de Dios. Dios cada día ha decidido amarnos de una forma tan especial, que perdona todos nuestros pecados, que nos da nuevas oportunidades de vida, que perfecciona la obra que ha empezado en nosotros, que nos lleva de Su mano a cumplir el propósito que tiene en nuestra nuestra vida. Si realmente queremos alcanzar a más personas para que conozcan de Cristo, no debemos olvidar que el perfecto amor cubre multitud de pecados. Jesús lo hizo por nosotros!
Escrito por: Mónica Sosa
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