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Tiempo Familiar - Semana 28
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"Una Vida Llena De Fe Y Esperanza"

 

Estudio
Dios nos ofrece el que podamos vivir una vida plena si tan sólo aceptamos el sacrificio de Cristo en la Cruz para pagar por el precio de nuestros pecados, recibiéndolo como nuestro Salvador. Nuestra fe es un regalo que Dios nos da y es por ella que podemos analizar nuestra situación, meditar nuestra condición y evaluar nuestra realidad. También con nuestra conversión recibimos la esperanza de la vida eterna con Cristo. En medio de las circunstancias difíciles que nos toque vivir es cuando más debemos aferrarnos en nuestra fe y en la esperanza que tenemos en Dios, seguros de que todo lo que Él nos ha prometido nos lo cumplirá. Si no nos enfocamos en la fe, nuestra perspectiva de Dios puede cambiar pues estaríamos enfocados en las situaciones y dificultades olvidando que Dios es Soberano y está siempre en control.

¿Qué pasa si vivimos enfocados en nuestras circunstancias y no en Dios?

  • Viviríamos sin gozo.
  • Nos perderíamos de gozar de las bendiciones que Dios tiene para sus hijos.
  • Demostraríamos que no conocemos a Dios lo suficiente como para confiar en Él.
Aplicación
Para poder vivir una vida de fe y esperanza tenemos que buscar conocer a Dios de manera intencional mediante la oración, estudio de la Palabra, ayuno y adoración. Sólo teniendo una relación íntima con Dios podremos vivir por fe y seremos fortalecidos en medio de las dificultades. Dios no cambia, es nuestra fe y la esperanza en la vida eterna las que demuestran nuestra confianza en Dios y en sus promesas. Una vida de fe y esperanza se manifiesta en medio de nuestros procesos, pues por peor que pueda ser lo que vivimos no decaeremos, sino, que podremos permanecer firmes, confiados en Dios. La fe no nos garantiza resultados inmediatos, pero nos fortalece, nos transforma, nos ministra y nos da paz en medio de los procesos.

Una vida de fe y esperanza nos permite:

  • Vivir confiados en Dios.
  • Recibir las promesas de Dios.
  • Vivir en bendición y siendo útil para el Reino de Dios.

Conclusión
Recibimos de Dios las Buenas Nuevas de Salvación mediante la cual somos justos ante Sus ojos, y eso lo logramos por medio de la fe, pues como dicen las Escrituras “el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). Vemos en la Biblia muchísimos ejemplos de personas que vivieron una vida de fe y esperanza, y cómo pudieron ser útiles para que el Reino de Dios avanzara. Todos ellos cumplieron el propósito de Dios para sus vidas y alcanzaron la vida eterna. Teniendo nosotros el ejemplo de Jesucristo y de todos ellos, nos queda solo vivir como ellos vivieron, sólo para agradar a Dios. Estemos alertas, permanezcamos firmes, seamos valientes y seamos fuertes (1 Corintios 16:13). ¡Así que alentémonos y edifiquémonos unos a otros!

Escrito por: Linda Vélez

Lectura Bíblica
Tito1:1-2(NTV)

“Yo, Pablo, esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo, escribo esta carta. Fui enviado para proclamar fe a los que Dios ha elegido y para enseñarles a conocer la verdad que les muestra cómo vivir una vida dedicada a Dios. Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios —quien no miente— les prometió antes de que comenzara el mundo” .

Para Discutir

  • ¿Siente que en medio de las pruebas su fe decae?
  • ¿Vive con la seguridad de que Dios le dio esperanza de vida eterna junto a Él?
  • ¿Qué predomina en su diario vivir, las preocupaciones, ansiedades y angustias o, la fe, la esperanza en Dios y sus promesas?
Ore por 
  • Que vivamos atentos a la voz del Espíritu Santo para poder vivir en comunión con Dios.
  • Que podamos vivir de manera que seamos ejemplo a otros de cómo vivir una vida de fe y esperanza.
  • Que cada día aumente en nosotros el anhelo de vivir enfocados en Dios y en Sus promesas.
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