Entre Leones
Estudio En esta vida hay muchas cosas que pueden desviarnos. Hay muchas personas que pueden llevarnos por el camino incorrecto de ser permitido. E incluso hay muchas veces que nosotros mismos no le permitimos a Dios hacer su obra y nos mantenemos dando círculos constantemente, sufriendo o tomando las mismas malas decisiones sin cesar. Hay quienes piensan que los únicos leones en nuestras vidas son nuestros enemigos o aquellos que nos hacen daño o han herido en algún momento, pero te has puesto a pensar la cantidad de cosas que tú y yo hemos aceptado y permitido con brazos abiertos que no van para nada de acuerdo al tipo de vida que Dios quiere que tengamos como sus hijos y peor aun, que no va de acuerdo a Su plan para con nosotros.
Tu vida tiene un propósito. Tú fuiste creado con un plan y tienes promesa tras promesa para tu vida y sobre tu vida. ¿Por qué estamos caminando por la vida, día a día, sin conocer quiénes somos, sin identidad, sin confianza de nosotros mismos o quiénes somos y a quién le pertenecemos? ¿Por qué no estamos creyendo las promesas que ya están en la Biblia y creyendo que esas mismas promesas están escritas para nuestras vidas? Como dice David en Salmos 18: 30, “El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección”. Tú y yo somos hijos de Dios. Lo que Él prometió hace años a muchas otras generaciones sigue siendo Su promesa el día de hoy. Cree Sus promesas! Él es nuestra esperanza! Jeremías 29:11 NTV: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.
¿Cuántas veces sientes que no encuentras consuelo ante tu situación y por qué crees que esto sucede?
- Nuestras soluciones o cualquier esfuerzo para solucionar un problema es en vano si no le damos espacio a Dios de hacer lo que mejor Él sabe hacer.
- Porque es mejor su plan que el de nosotros y muchas veces la situación es una enseñanza y no algo para detenernos.
Aplicación
Muchos de esos leones que nosotros permitimos en nuestras vidas somos nosotros mismos quienes los alimentamos y ya cuando vemos las consecuencias de esos actos o vemos que ahora esas acciones, actitudes, dificultades, relaciones, adiciones o vicios están acabando con nosotros, ahí es cuando abrimos los ojos y gritamos por ayuda. Mientras tanto, no recordamos las muchas veces que Dios puso a alguien en nuestro camino para darnos una palabra de aliento o ayuda. Las veces que proveyó alimento cuando no teníamos nada. Las veces que nos cuida, nos permite tener salud, nos permite tener vida, tener un hogar seguro para no desvanecer. Pero seguimos tan enfocados en lo que nos pasa, en lo malo que nos hacen e ignoramos el aceptar que mucha de la culpa (sino toda), es nuestra. Por nuestra ignorancia, por nuestra falta de fe, por nuestra falta de doblar rodillas e ir a la clave de nuestra felicidad, sanidad y guía, que es Cristo!
Por ejemplo, si eres soltera (o), cuántas veces le distes lugar a relaciones dañinas pensando que no pasaría nada y que tienes el “control” o que tienes la fuerza para cambiar a esas personas, cuando todavía ni tú mismo(a) sedes el control completo a Dios para hacer el cambio que Él quiere hacer en ti mismo.
Cuántas veces vamos a un sitio o fiesta pensando que no nos afectará porque somos “fuertes” y ya no tenemos la debilidad de las drogas o las bebidas para después caer en ya sea relaciones de amigos o amorosas incorrectas, adicciones, drogadicción, etc. No esperes a verte en un círculo vicioso o estar hundido en tantos problemas por malas decisiones. Las decisiones que tomes hoy, tanto buenas como malas, traerán consecuencias. ¿Cómo crees que esas personas que hoy día son adictos a algún vicio comenzaron? Con una bebida, una cervecita, una fiestita con sus amigos, un video pornográfico como que no es contigo la cosa y luego esa pequeñez se vuelve en lo mismo que te consume por completo.
¿Cuántas veces has visto o sentido a Dios obrar en medio de tu problema?
- En todo tiempo y en toda situación no importa cuán grande o pequeña, Él siempre está con nosotros.
- Él sigue en control.
Conclusión
Los leones se mencionan en varios contextos a lo largo de las Escrituras, a veces de manera positiva para describir a Dios como lo vemos en Oseas 11:10-12, “Pues algún día la gente me seguirá. Yo, el SEÑOR, rugiré como un león. Y cuando ruja, mi pueblo regresará temblando del occidente. Vendrán de Egipto como una bandada de aves. Regresarán de Asiria temblando como palomas y los traeré de regreso a casa, dice el SEÑOR.” Y otras veces de manera negativa como símbolo del mal y destrucción como lo vemos en Proverbios 28:15, “Para los pobres, un gobernante malvado es tan peligroso como un león rugiente o un oso a punto de atacar.”
Pedro compara a Satanás como un “león rugiente” y nos advierte que tengamos cuidado con las trampas del enemigo porque él solo nos quiere destruir. El rugido de un león puede ser escuchado hasta a cinco millas de distancia y tiene la intención de aterrorizar a todos los que lo escuchan. Los leones rugen para establecer su territorio y para comunicar su poder. Pero un rugido no puede hacer nada. Es amenazante pero impotente a menos que cedamos al miedo y permitamos que el león nos supere. Nuestro enemigo, ruge sus amenazas, dudas y acusaciones en un esfuerzo por atemorizarnos para que nos rindamos y el poder destruirnos y derrotarnos. Pero incluso la amenaza de un león rugiente no puede vencer a aquellos que permanecen firmes con la armadura del Señor como vemos en Romanos 8:37, “Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.”
Te repito, lo que permites, bueno o malo, directa o indirectamente va a afectar tu futuro. Mi pregunta para ti es, ¿qué león estás alimentando hoy? Le darás lugar al enemigo, a tus problemas, tus adicciones o a Dios de hacer lo mejor que Él puede hacer, una transformación total en tu vida y tu futuro.
Escrito por : Gleysh Reyes
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