"Persistiendo En La Esperanza"
Estudio
Los seres humanos necesitamos vivir con esperanza, pues la esperanza es la que nos anima a vivir y a afrontar todas las situaciones que se nos presentan día a día. Los Cristianos no somos la excepción, solo que nuestra esperanza no está puesta en nuestras capacidades, personas ni cosas; nuestra esperanza es diferente a la del mundo, porque está puesta en Dios.
La esperanza en la Biblia se refiere a la anticipación de un resultado favorable bajo la guía de Dios. Los Cristianos vivimos en esperanza por dos razones básicas: la primera es por lo que Dios hizo a través de Cristo, venció la muerte, para darnos vida eterna (1 Pedro 1:3). La segunda es porque el Espíritu Santo vive en nosotros (Romanos 8:16). Como Cristianos nuestra esperanza está puesta en Jesucristo. La esperanza va unida al sometimiento de nosotros a Dios y Sus mandatos. Cuando esperamos en Dios lo hacemos con reverencia y temor, conociendo Su poder y Su amor por nosotros; pues eso nos da la confianza de que Él cumplirá Sus promesas. Vivimos con la certeza de que Dios tiene para nosotros un futuro mejor (Jeremías 29:11).
¿Qué sucede cuando perdemos la esperanza?
- Vivimos apartados de Dios.
- Tenemos una vida sombría y vacía.
- Olvidamos las promesas de Dios.
- Vivimos sin motivación.
Aplicación
La esperanza viene de la confianza que tenemos en Dios y en que Él cumple Sus promesas. Mientras más profundicemos en el estudio de la Palabra, más promesas encontraremos y esas promesas afirmarán cada día más nuestra esperanza. La esperanza en Dios nos hace vivir una vida plena y feliz. La seguridad que tenemos de que Dios está con nosotros todos los días nos da la fortaleza para afrontar todas las situaciones que se presenten en el diario vivir. También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. La resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con Su amor (Romanos 5:3-5 NTV). En ocasiones cuando alguna situación se nos presenta fuerte , quizás nos angustiemos o desanimemos, mas es ahí que debemos levantar nuestra mirada a Dios y la esperanza volverá recordándonos que Dios es nuestra fortaleza, nuestro sostén y nuestra torre fuerte. El Salmo 42:11 nos dice:
“¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!”
Dios lo conoce todo, y cuando clamamos a Él podemos estar confiados sabiendo que Él nos responderá.
¿Cómo persistir en la esperanza?
- Llevando una vida de devoción (estudio de la Palabra, oración, ayuno, etc.).
- Llevando una vida de alabanza y gratitud a Dios por Su amor, bondad y misericordia.
- Confiando plenamente en Dios.
- Viviendo a la expectativa de ver sus promesas cumplidas.
Conclusión
Al enfrentar nuestros problemas y situaciones difíciles tomados de la mano de Dios y persistiendo sin desmayar, lo hacemos confiados pues Él es Quien nos guarda. Así vemos cómo día a día y ante cada situación que enfrentemos, nuestra esperanza crece más y es fortalecida. Nuestra fe y nuestra esperanza descansa en que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros. Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la Gloria de Dios Esa es nuestra esperanza, nuestra fe. ¡Aleluya!
Escrito por: Linda Vélez
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