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Tiempo Familiar - Semana 23
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El Efecto De La Queja

 

Estudio
Vivimos en un mundo corrupto y lleno de maldad. La única bondad que hay en esta tierra se debe a Dios. Todos los actos que podemos hacer y consideramos buenos, separados de Cristo son motivados por deseos pecaminosos. Desde nuestra niñez la queja en nuestras vidas es algo normal. Sin embargo, Dios en Su Palabra nos dice lo contrario. Él nos instruye a que todo lo que hagamos, lo hagamos sin quejas y sin murmuraciones. La realidad es que la queja dice mucho de lo que estamos viviendo últimamente.

Aunque veamos la queja como algo inocente y sin importancia, es un pecado grave y tiene un costo muy alto. La queja es una expresión de dolor, pena o sentimiento. Representa una exteriorización de un malestar físico, emocional, social, o legal. Nos quejamos cuando no nos tratan de la manera que esperamos, nos quejamos cuando las cosas no salen como queremos, cuando el jefe es injusto, cuando hay mucho calor afuera, cuando el niño no para de llorar y la casa está hecha un desastre, nos quejamos cuando el que cocinó dejó la comida muy salada y cuando no me dieron el reconocimiento que merecía. Tanta queja cansa y es desalentador a los que nos rodean.

Veamos en la Biblia qué es lo que Dios dice:
Números 14: 26-27: “Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aaron: ¿Hasta cuándo debo tolerar a esta perversa comunidad y sus quejas en mi contra? Sí, he oído las quejas que los israelitas tienen en contra de mí.”

Según nuestro criterio nos quejamos de cosas, personas, injusticias, situaciones y debemos hacerlo porque no es correcto no expresar el sufrimiento y las injusticias sociales hacia nosotros. A simple vista, ¿qué daño ocasiona mi queja? Números 14: 26-27 dice que Dios ha escuchado las quejas que los israelitas han hecho en su contra. Claramente, nuestras quejas son dirigidas a Dios.

Detente y medita por un momento; Dios es quien orquesta cada situación en tu vida, Dios es quien usa personas (como Moisés y Aaron) y las pone en puestos de autoridad, Dios es quien determina las estaciones del año. Por lo tanto tu queja es en contra de Dios.

En la Biblia vemos muchos ejemplos de hombres temerosos de Dios a quien Él usó en gran manera para Su gloria, que se quejaron.
“Mi queja es con Dios, no con la gente. Tengo buenas razones para estar tan impaciente”  (Job 21:4). Así como Job, hay muchos de nosotros que pasamos situaciones tan difíciles en la vida que consideramos buenas razones para quejarnos. Sin embargo, él menciona algo clave al inicio del verso, y es que su queja es llevada a Dios.

Las murmuraciones y quejas usualmente se hablan con todo el mundo, excepto con lapersona con quien se debe hablar. Estos ejemplos bíblicos nos enseñan que la queja es parte de la naturaleza humana, todos tendemos a quejarnos. La diferencia es con quién nos quejamos. Es a Dios a quien tenemos que presentarle todas y cada una de nuestras quejas y dolor, tal como David en Salmos 142: 2-3 lo hizo: “Expongo mis quejas delante de él y le cuento todos mis problemas. Cuando me siento agobiado, solo tú sabes qué camino debo tomar. Vaya adonde vaya, mis enemigos me han tendido trampas.”

¿Qué consecuencias tiene la queja en nuestra vida?

  • Afecta a nuestros seres queridos.
  • Da mal testimonio a los demás.
  • Nos hace olvidar las bondades de Dios en nuestra vida.
  • Nos llena de ingratitud.
  • Obstaculiza el crecimiento espiritual.
  • Alimenta la amargura.
  • Nos roba de experimentar el gozo de Dios en la prueba.

Aplicación
La queja afecta fuertemente a los que nos rodean, en especial nuestra familia y a nosotros mismos. Piensa en alguien que conoces que se queja todo el tiempo.
¿Cómo te sientes al escucharlo? La queja refleja un corazón que desconfía de Dios, ingrato y en amargura. Hebreos 12:15 dice: “Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.”

La queja hace que nuestro corazón se llene de amargura y enfoca nuestra mente en lo terrenal. Comenzamos a estar ansiosos y angustiados la mayoría del tiempo, en vez de experimentar la paz de Dios y gozarnos en Él. La queja nos ciega de ver las bondades de Dios en nuestra vida y desalienta a los que nos escuchan.

Es importante llevar nuestro sufrimiento y queja a Dios tal como Jeremías, David, Pablo y Jesús nos enseñan para recibir de Dios la fuerza, ánimo y paz que necesitamos. Como hijos de Dios, Él nos exhorta a que seamos luces radiantes en medio de gente perversa y corrupta. Lo normal es quejarse, pero nosotros presentaremos nuestras quejas y necesidades a Dios, y confiaremos en Su soberanía y bondad. Servimos y hacemos todo sin quejarnos, pero en gratitud. Tomémonos 3 días agradeciendo y orando a Dios por 5 minutos, luego subamos ese número a 5 días, una semana, 15 días, un mes y así sucesivamente hasta que el agradecer se vuelva parte de nosotros. La queja es de deleite para la carne, así que evitemos alimentar la carne con prácticas como la queja y la murmuración, y en vez de eso agradezcamos y fortalezcámonos en Dios. La queja parece algo bien inocente, pero Dios la toma de manera personal y afecta nuestro crecimiento espiritual.

“Recordar mi sufrimiento y no tener hogar es tan amargo que no encuentro palabras. Siempre tengo presente este terrible tiempo mientras me lamento por mi pérdida. No obstante, aún me atrevo a tener esperanza cuando recuerdo lo siguiente: ¡El fiel amor del Señor nunca se acaba! Sus misericordias jamás terminan”. (Lamentaciones 3: 19-22).

Soluciones a la queja:

  • Reconocer nuestro pecado y arrepentirnos.
  • Agradecer a Dios y recordar sus bondades en nuestra vida.
  • Ir a Él a exponer nuestra queja en oración.
  • Leer la Palabra de Dios diariamente.
  • Reconocer la soberanía de Dios en nuestras vidas.
  • Busca consejo y acércate a las personas de tu iglesia local.
Conclusión
La queja nos nubla la vista a la realidad del evangelio y las verdades que Dios habla a nuestras vidas como hijos de Dios. La queja produce amargura en nuestras vidas y nos lleva a olvidar la fidelidad y bondad de Dios hacia nosotros. Ésta también debilita nuestra fe y da mal testimonio a las demás personas.

Es importante quejarnos en el lugar correcto, y ese lugar es en la Presencia de Dios. Exponernos a nuestra iglesia local es una gran bendición para ser conformados en las áreas que necesitamos crecimiento, y alentados en las verdades bíblicas y el amor de Dios.

 
Escrito por: Ruth Urbina

Lectura Bíblica
Filipenses 2: 14-15 NTV

“Hagan todo sin quejarse y sin discutir, para que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta”.

Para Discutiir

  • ¿Qué cosas te llevan a quejarte?
  • ¿Te has quejado en las últimas veinticuatro horas?
  • ¿La queja cambia tu situación o soluciona tus problemas?
  • ¿Qué efecto piensas que tu queja produce en los demás?
  • ¿Crees que Dios tiene el control absoluto de tu vida?
Orar Por
  • Cambiar la queja por gratitud.
  • Contentamiento en Dios.
  • Corazones dóciles y llenos de la Palabra de Dios.
  • Aumento de Fe en cada etapa de nuestra vida.
  • Confiar en Dios en cada circunstancia de nuestra vida.
 
 
 

Lectura Bíblica
Filipenses 2: 14 - 15 NTV

“Hagan todo sin quejarse y sin discutir, para que nadie pueda
criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes a un mundo lleno de gente perversa y corrupta”.

(Wow, cuán hermosa es la Palabra! Damos gracias a Dios por el privilegio de poder estudiar y aprender. Vamos al tiempo de las preguntas, ¿listos? Recuerden que todos vamos a participar.)

Para Discutir

  • ¿Qué opinas de la queja?
  • ¿Tú o alguna persona que conoces se queja constantemente?
  • ¿Por qué crees que tú o esa persona se queja tanto?
  • ¿Alguna vez has escuchado un comentario de cansancio o de desprecio de otras personas a esas constantes quejas?

Estudio
La queja es una expresión de inconformidad, resentimiento, pena e insatisfacción por algo o con alguien; es común y por causa de nuestra naturaleza humana, podríamos decir que todos en alguna ocasión nos hemos quejado. El que sea tan común expresar o escuchar una queja, no significa que sea agradable tanto para el que lo hace como para el que lo escucha. Porque a nadie le gusta estar o compartir tiempo con una persona que nunca está feliz, ni satisfecha con lo que es, o con lo que tiene; entonces el efecto de la queja es la soledad, la tristeza, la amargura porque eventualmente la gente se alejará de aquel que se pasa quejando.

Es normal si alguna vez nos quejamos, lo que no debe pasar es que todo el tiempo y para todo salga una queja de nuestra boca. Por ejemplo: por qué estudiar, por qué arreglar el cuarto, por qué obedecer, por qué bañarse, por qué dormir temprano, etc.


Dios en su infinita GRACIA nos ha dado Su AMOR y perdonado nuestros pecados, ésta es una razón tan grande que no debemos sentirnos inconformes, molestos, enojados o resentidos. Porque si tenemos a Jesús en nuestro corazón, las actitudes negativas no tienen cabida en nuestros corazones! Así que la próxima vez que quieras quejarte por algo o de alguien, medita y recuerda que eres diferente, que tú eres representante de Cristo a otros. Siendo así, entonces... ¿cómo actuaría Jesús en tu lugar?

Escrito por: Carmen Gracia

 
 
 
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