" Proclamar Que Los Ciegos Vean "
Estudio La ceguera es la enfermedad que produce la pérdida de visión en uno o en los dos ojos, y son muchas las personas que la padecen o han padecido. Más Dios nos dio una promesa de sanidad la cual está en Lucas 4:18-19, donde nos dice Jesús que Él fue enviado para dar vista a los ciegos, entre otras cosas, y en Su ministerio en la tierra dio la vista a muchos, incluso a un ciego de nacimiento (Juan 9). Dios es el mismo hoy, ayer y siempre. Él nos ama y quiere que estemos bien y que seamos sanos, no solo física, sino también espiritualmente. ¿Será que existe otra ceguera que no es física sino espiritual? Recordemos que Dios creó al hombre para vivir en perfecta comunión con Él, pero el pecado hizo que nuestra relación con Dios se rompiera dejando al hombre muerto espiritualmente, imposibilitándonos de ver las maravillas y el amor de Dios. En Juan 9:39 Jesús dice: “Yo entré a este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarle a los que creen que ven, que en realidad son ciegos”. Desde el Génesis Dios le muestra al hombre que confiados en su propia justicia no pueden justificarse, sino que la salvación, la justificación y la redención del hombre es a través de Cristo, por medio del sacrificio en la cruz y Su resurrección. Cada vez que alguien se vuelve a Cristo, el velo que impide la vista espiritual es quitado (2 Corintios 3:16). Dios llama a sus hijos a vivir en comunión con Él y ha provisto el medio para eso, pues Jesús es el Camino al Padre.
¿Qué sucede si como hijos de Dios no vivimos en verdadera comunión con Él?
- Estaremos viviendo una religiosidad y no una relación.
- Nos moveremos en ceguera espiritual al no ver y vivir en los preceptos establecidos por Dios.
- Viviremos engañados por el mundo y por Satanás.
- El propósito de Dios para nuestra vida estará siendo interrumpido.
Aplicación
La Palabra nos enseña que Jesús vino a los suyos (los judíos), más estos no lo recibieron. Los judíos eran el pueblo de Dios, tenían la Torá (la Ley) y aun así no reconocieron al Mesías. A los que recibieron a Jesús y creen en Su Nombre les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios. Mientras los judíos aún hoy buscan justificarse por sus méritos, tratando de cumplir toda la Ley, los que hemos aceptado la gracia de Dios para con nosotros tenemos acceso al trono de Dios por medio de Jesucristo. Ya no somos ciegos espirituales, y podemos ver más allá de las circunstancias que nos rodean y de las situaciones que podamos atravesar, la gracia, el amor y la misericordia de Dios para con nosotros. Nuestros ojos han sido abiertos por el Espíritu Santo de manera que vivimos con la dirección y el consejo de Dios.
Cuando recuperamos la vista espiritual:
- No vivimos de manera natural, vivimos en comunión con Dios.
- Nuestro espíritu es alimentado día a día por el Espíritu Santo que ahora vive en nosotros.
- El Espíritu de Dios nos dirige, nos guía a toda verdad, nos enseña, nos redarguye de pecado y pone en nosotros el deseo de conocer más y más a nuestro Padre Celestial.
- Podemos vivir libres y confiados en Dios.
Conclusión La peor ceguera que puede padecer el hombre es la ceguera espiritual, pues ella nos impide la comunión con Dios, y aunque por medio de Jesús podemos recibir la sanidad del cuerpo y del espíritu, debemos anhelar más que nada que podamos ser sanos espiritualmente, ya que esa sanidad es para la eternidad.
Mateo 6:33 nos dice que “busquemos el Reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y Él les dará todo lo que necesiten”. Jesús preguntó a los ciegos en Mateo 9:28: ¿Creen que puedo darles la vista?
Hoy Jesús pregunta lo mismo: ¿Crees que puedo darte la vista espiritual? ¡Él puede y Él quiere!
Escrito por: Elizabeth Díaz
|