"Obediencia Y Fidelidad"
Estudio Se define la obediencia como el cumplimiento obediente y sumiso de lo que diga la autoridad. La obediencia bíblica es nuestra obligación de obedecer a Dios. Nuestro ejemplo a seguir es Jesús, que obedeció al Padre hasta la muerte, y muerte de cruz (Filipenses 2:8). Los cristianos somos llamados a obedecer al Padre, tomando cada día nuestra cruz y siguiendo a Cristo. La obediencia es esencial para nuestra fe. Con ella mostramos nuestro amor a Jesús, pues como Él dijo en Juan 14:15: “Si me aman, obedezcan mis mandamientos”.
Ser fiel es ser confiable, leal, honesto y respetable. En la Biblia vemos la fidelidad como un atributo de Dios, también como una característica positiva de algunos hombres (Efesios 1:1 y Colosenses 1:2) y como un don del Espíritu Santo (Gálatas 5:22). Por otro lado, la fidelidad se define como una virtud que conlleva el cumplimiento de las promesas. Una persona fiel goza de capacidad de compromiso, control y esfuerzo. El amor lleva en sí la obediencia y la fidelidad.
En Santiago 1:22 se nos dice “No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos”.
¿Qué nos sucede si insistimos en no obedecer y serle fiel a Dios?
- No agradamos a Dios en nuestra vida, pues no podemos vivir obedeciendo al mundo y a Dios, sirviendo al mundo y a Dios.
- Vivimos impidiéndole al Espíritu Santo trabajar en nuestra vida para que el carácter de Cristo sea formado en nosotros.
- Como se nos dice en Santiago 1:22, si solo somos oidores de la Palabra y no vivimos conforme a ella, nos estamos engañando a nosotros mismos y no hemos tenido un nuevo nacimiento.
Aplicación
En Lucas 6:46 vemos que Jesús preguntó a sus alumnos: "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, ¿y no hacéis lo que yo digo?". Para que seamos verdaderos discípulos de Cristo debemos andar como Él anduvo, y obedecerle como Él obedecía siempre al Padre. Más, para lograr eso necesitamos la ayuda y el poder del Espíritu Santo, ya que en nuestra naturaleza humana (pecaminosa) no podemos hacerlo. Jesucristo nos llama a vivir en santidad y eso sólo lo lograremos si vivimos en obediencia a Dios, buscando agradarle y siéndole fiel en todo. Recordemos que para eso Jesús nos dio la promesa del Espíritu Santo para que fuera nuestro guiador, ayudador, consolador y nos mantuviera firmes en la fe. En nuestras fuerzas no podemos lograrlo, pero con Dios sí lo lograremos.
Al vivir en obediencia y fidelidad a Dios:
- Vivimos en paz y felices pues nuestra confianza está en Dios que es fiel.
- Tenemos de Dios la promesa de la vida eterna junto a Él.
- Podemos mantener firme la esperanza que profesamos, porque fiel es Él, que hizo las promesas.
Conclusión
Tenemos de Dios muchas promesas que jamás debemos olvidar. Algunas de ellas están en: Juan 14:23 “Jesús contestó: —Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos”; 1 Corintios 15:58 “Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil”; 1 Juan 2:17 “y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre”. En 1 Juan 3:21-22 el Apóstol nos dice: “Queridos amigos, si no nos sentimos culpables, podemos acercarnos a Dios con plena confianza. Y recibiremos de Él todo lo que le pidamos porque lo obedecemos y hacemos las cosas que le agradan”. Para el cristiano, la obediencia significa cumplir con todo lo que Dios ha ordenado y ser fieles hasta la muerte. Es nuestro deber hacerlo!
Escrito por: Linda Vélez
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