Tiempo Familiar Semana 22 - 2020

Estudio

En esta vida no estamos exentos de sufrir, tampoco de enfrentar tragedias o dificultades que nos duelan. Seamos Cristianos o no lo seamos, todos pasaremos en algún momento por alguna situación que nos va a estremecer y nos va a provocar dolor. Tenemos que entender de una vez por todas que servir a Dios, no es garantía de que todo nos irá bien y no sufriremos, porque aún Cristo sufrió haciendo la Voluntad de Su Padre.  Se nos hace muy fácil obedecer a Dios cuando nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestras metas, nuestro negocio, nuestro Ministerio, nuestra salud, etc. van bien y no tenemos ningún problema; pero cuál es nuestra reacción, cuando alguna de estas áreas de nuestra vida es tocada, comenzamos a atravesar problemas y situaciones difíciles; es aquí cuando nos tenemos que examinar y seguir afirmados obedeciendo a Dios con más intensidad. Podemos mencionar personas en la Biblia como Job, José, Ana, Jesús, el Apóstol Pablo, David y muchos más, que aún en medio del dolor decidieron seguir creyendo y obedeciendo al “Dios Ayudador”.
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Cuando somos impacientes ante el dolor:

• Comenzaremos a quejarnos y cuestionarle a Dios su injusticia hacia nosotros.
• Justificaremos nuestras obras y veremos las obras de Dios insignificantes para nosotros.
• Olvidaremos lo que Dios ha hecho por nosotros en el pasado y lo que sigue haciendo en el presente.
• Pensaremos que Dios se ha olvidado de nosotros y que por su culpa estamos en esta condición de dolor.

Cuando esperamos en medio del dolor:

• Podremos resistir firmes porque sabemos en Quién hemos creído.
• Siempre tendremos una alabanza de gratitud en nuestra boca.
• Conoceremos más a Dios y tendremos una relación más estrecha con Él.
• Nos enfocaremos en Cristo y dejaremos el dolor a un lado.

Conclusión

El atravesar situaciones difíciles y dolorosas siempre será parte de nuestra vida. Solamente cuando llegue la muerte dejaremos de sufrir. Debemos considerar algunas estrategias para que en medio de nuestro dolor podamos permanecer firmes:

1. La oración y leer la Palabra son necesarias e importantes porque escucharemos la Voz de Dios en medio de nuestra situación.

2. La alabanza y adoración provocarán que desviemos nuestra atención de lo que estamos atravesando y enfoquemos toda nuestra atención en Cristo.

3. El asistir a un Grupo CAFE nos servirá para que otros nos ayuden a orar por nuestra situación, sentiremos el apoyo y podrán sobrellevar nuestras cargas juntamente con nosotros.

4. El servir a Dios nos ayudará a entender que nuestra ayuda y socorro viene de Él y que Él no tiene la culpa de nuestro dolor.

5. El congregarnos hará que permanezcamos plantados en Su casa agradando a Dios en todo momento ya sea en tiempos buenos o malos.

El dolor a veces puede llegar inesperadamente o en ciertas ocasiones muchas veces es provocado por nuestras malas decisiones, pero nosotros tenemos la capacidad y decisión de permanecer en el o simplemente creer que Dios no nos dejará en el suelo y nos levantará. En medio del dolor es mejor adorar porque nos desenfocaremos de nosotros y nos enfocaremos en El que tiene la solución. (Santiago 5:13)

No permitamos que el dolor, las tragedias o problemas determinen nuestra vida o interrumpan el propósito que Dios tiene con nosotros. En medio de nuestro dolor seamos como David que aunque su corazón estaba destrozado tenía puesta su esperanza en Dios y estaba seguro que le iba a devolver la alegría de su salvación. (Salmos 51:8) Nuestro dolor servirá para que cuando otros estén en nuestra misma situación podamos consolarlos y animarlos a seguir creyendo en el Autor y Consumador de Nuestra FE. ¡Alaba a Dios aún en tu dolor!