"Crea Dependencia De La Palabra"
Estudio Hebreos 4:12 dice: “Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos”. Aunque para muchísimas personas la Palabra de Dios, la Biblia, sea un libro más, un libro de historias y cuentos; los que hemos vivido la experiencia del nuevo nacimiento sabemos que la Palabra es viva y eficaz y cumple en la vida de los que la leen y la escudriñan el propósito para el cual Dios nos creó. La enseñanza de la Palabra nos da luz, de manera que hasta los más simples la pueden entender (Salmos 119:130). ¿Cómo es eso? Pues cuando la leemos es el Espíritu Santo quien nos va revelando quién es Dios, su Amor, su Carácter y el propósito por el cual nos creó. Nos dirige de tal manera que no la interpretemos según nuestro conocimiento, sino, según el propósito de Dios. Es por medio de la Palabra que somos trasformados día a día a la imagen de Cristo, y capacitados para ser útiles en el Reino de Dios. El Salmos 119:105 nos recuerda que la Palabra es la lámpara que guía nuestros pies y una luz para nuestro camino.
Cuando no creamos dependencia de la Palabra de Dios:
- Aunque hayamos nacido de nuevo, no tendremos el debido crecimiento, “pues la fe viene por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios” (Romanos 10:17).
- No tendremos convicción y fácilmente podremos ser engañados por el enemigo.
- Estaremos viviendo derrotados al tratar de resolver nuestros problemas y situaciones a nuestra manera y no a la manera de Dios.
Aplicación
El mundo a nuestro alrededor vive en conflictos, angustias, preocupaciones, ansiedades, estrés y una vida acelerada; sin tiempo para poder darle valor a lo realmente importante como lo es nuestra familia y el poder entender para qué fuimos creados. Dios en su infinito amor y misericordia nos llama para que reconozcamos nuestra condición de pecado y que aceptemos el regalo de la Salvación por medio del sacrificio de Cristo en la cruz, como el Cordero que pagó allí por el pecado de toda la humanidad. “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). La Palabra es la lámpara que ilumina nuestro camino y nos enseña a vivir conforme a la voluntad de Dios. La Palabra de Dios aplica a todos; cuando la enseñamos a nuestros niños le estamos sembrando en sus pequeños corazones el temor y el amor a Dios. A los jóvenes les muestra cómo mantenerse puros en un mundo donde hay tanta maldad. Y a todos nos lleva a alcanzar la vida plena y eterna que Cristo le prometió a todos los que le creen y le obedecen.
Cuando creamos dependencia de la Palabra:
- Estamos creando dependencia de Dios.
- Vivimos confiados en que es Dios quien está al control y no nuestras circunstancias y situaciones.
- Vemos la vida desde el punto de vista de Dios y no desde el punto de vista del mundo.
- Vivimos en la paz y en el gozo que sólo nos puede dar Dios.
- Comparamos a otros la Buena Noticia de la Salvación, siendo así útiles al Reino.
- Pídele al Espíritu Santo que te dirija en esta introspección.
Conclusión
2 Timoteo 3:16-17 nos dice que “toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra”. ¡Vivamos pues no a nuestra manera sino, a la manera de Dios!
Escrito por: Linda Vélez
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