"Arrepentíos y Creed el Evangelio"
Estudio Si miramos a nuestro alrededor nos damos cuenta que muchos países, naciones, pueblos y estados se han vuelto contra Dios y el Evangelio. Hay falta de temor y la gente no se arrepiente por las cosas negativas o erróneas que hacen. Para muchos es normal como vive esta sociedad sin valores, sin poner a Dios en primer lugar, sin darle importancia a la Palabra de Él. En Marcos se nos nos habla de un llamado a creer en el Evangelio y en la Buena Noticia. Dios mismo llama a las personas a arrepentirse y creer en Él.
Como creyentes tenemos una gran responsabilidad y es la de predicar el Evangelio a todos. Quizás en algún momento estaremos en peligro o nos perseguirán por predicar, pero es necesario ya que lo que estamos haciendo no es para nuestra gloria o para obtener fama, sino es para dar a conocer el Evangelio, es la fama y el prestigio de Dios, por eso el hacerlo requiere un llamado y responsabilidad.
Cuando no anunciamos el Evangelio:
- No daremos a conocer a otros la Palabra de Dios.
- No estaremos cumpliendo con nuestra responsabilidad como creyentes.
- No practicaremos lo que hemos aprendido y oído de Él.
- No estaremos obedeciendo a Dios.
Aplicación
Este Evangelio ha sido proclamado por Cristo mismo con gran intensidad y sabiduría. Marcos nos relata que Jesús fue a Galilea a proclamar su mensaje, del don gratuito de Dios para los hombres, precisamente cuando Juan es encarcelado. Podemos ver cómo el Señor se dirige de la ciudad de Judea a Galilea para cumplir su misión. Vemos aquí al Señor usando de mucha sabiduría pero al mismo tiempo buscando una resolución para cumplir su ministerio; y el Apóstol Pedro nos exhorta en una de sus Cartas a seguir las pisadas de nuestro Señor, a ser sabios, y padecer si es necesario por causa del Evangelio, no por imprudentes o insensatos. 1 Pedro 2:20-21.
Cuando anunciamos arrepentimiento y el Evangelio de paz:
- Nuestra mente estará llena de cosas buenas que vienen directamente de nuestro Padre.
- Pondremos en práctica lo que hemos aprendido y recibido por medio de Su Palabra.
- Estaremos convencidos de que todos necesitan escuchar de esta Palabra que trae vida.
- Amaremos anunciar Su Palabra porque en ella se encuentra la vida eterna.
Conclusión Al reconocer a Jesús como Salvador de nuestras vidas entramos en una reconciliación con Dios, por lo que ya no somos enemigos sino amigos e hijos. Al momento que escuchamos Su Evangelio y creímos en Él, nos trajo comunión y paz a nuestra mente y corazón. Como creyentes es necesario enfocarnos en las promesas, enseñanzas y ordenanzas que Dios tiene para nuestra vida, de esta manera siempre su paz estará presente en todo lo que somos y hacemos.
Aquí un ejemplo y aliento para nosotros; seguro vendrán problemas por causa del Evangelio, pero no tenemos que buscarlos, a su tiempo llegarán; no seamos imprudentes, pidamos a Dios sabiduría para hablar y actuar, y valor para enfrentar los problemas en el momento que sea necesario. El Evangelio por sí mismo ofende, no tenemos que buscar ofender a nadie. Al contrario, con cortesía y como dice la Escritura: con toda mansedumbre, debemos dar cuenta de nuestra fe a quien lo demande y aprovechar sabiamente las oportunidades que la bondad de Dios nos da para proclamar el perdón de pecados en Cristo a todos cuanto nos sea posible. El mensaje de Dios, proclamado por sus mensajeros, y por Su propio Hijo, es el Evangelio que debemos proclamar. Procuremos como Cristianos que todo lugar que pisemos dejemos huellas de paz, llevando las Buenas Nuevas de Salvación a otros.
Escrito por: Ninette Marrero
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