" Las Acciones Que Causan Gran Impacto"

Estudio

No es un secreto que vivimos en un mundo de continuo caos y confusión, que las discordias y las diferencias entre los seres humanos se han hecho cada vez más notorias, trayendo como resultado divisiones y contiendas. Una simple diferencia de ideas puede fácilmente generar un gran altercado , incluso las guerras se generan por la diferencia de ideales entre uno o varios gobiernos. El orgullo, el egoísmo,  la falta de empatía y compasión, cada día se hacen mas fuertes entre los seres humanos, llevando a que muchas familias estén divididas, por no encontrar un punto medio que los lleve  a vivir en armonía y paz.

Es importante reconocer  que  la  causa  principal  de las discordias , es consecuencia del distanciamiento que el mundo tiene de Dios. El no tener un alineamiento, un modelo a seguir como lo es Cristo, conlleva a  que cada individuo defienda su propio interés, sin importarle el bienestar de los demás.

Pero nosotros, como cristianos somos capacitados , formados y afirmados día tras día en la  obra que el Espíritu Santo desea hacer en nosotros con el objetivo de ser DIFERENTES. Somos llamados como hijos de Dios a que en medio del caos y la confusión nos esforcemos por ser el reflejo de quién es Cristo.

Somos llamados también a llevar una voz de esperanza y consuelo en un mundo de desesperación, además, a ser mediadores en medio de las contiendas. Somos llamados a hablar del amor de Dios a todo aquel que está atrapado en el dolor y la falta de perdón. Dice

Mateo 5:16 “De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.”

¿Qué sucede cuando nuestras acciones no están alineadas con Cristo?

• Vivimos alejados y en desobediencia con Dios.
• No daremos el fruto esperado ni estaremos dentro del propósito para el cual fuimos creados.
• No podremos ver los milagros y la obra de Dios  en nuestras vidas. 
• Viviremos una vida de continuo caos y desorden.
• Las principales áreas de nuestra vida (familia, matrimonio, ministerio) no funcionarán de la manera correcta.
• Nuestras acciones y decisiones nos llevarán a vivir en error tras error, lastimando  también a quienes amamos.

Aplicación

Esta misión de ser luz en medio de un mundo de pecado no es fácil y en nuestras fuerzas es imposible cumplirla. El cumplir con esta misión implica un permanente accionar con valentía y perseverancia , pero sobre todo una completa  dependencia de Dios.

Si queremos ser luz , tenemos que vivir una vida de profunda intimidad con nuestro Padre, es Él quien nos  capacita y transforma  continuamente para cumplir Su propósito. Pero lo que sí está en nuestras manos, son las acciones que decidamos implementar en nuestra vida. De nada sirve que seamos transformados y edificados por Dios, si decidimos quedarnos sentados y quietos. Fuimos  creados para ser  personas de ACCIÓN.
 

Colosenses 1:10  dice: “Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más.”

Dios sabe que el esforzarnos por ser diferentes, puede producir miedo e inseguridad en nosotros, que la debilidad humana nos lleva a dudar cuando nos vemos frente a una situación y Su voz nos pide hacer lo correcto en contra de lo “común” para los demás;  pero para esto en Su Palabra nos exhorta a mantenernos firmes.
 

Josué 1:9 dice: “Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”
 

Dios establece aquí un mandato claro y contundente, que seamos fuertes y valientes ante las adversidades, porque además nos promete,  que estará siempre de nuestro lado si hacemos lo correcto. Así que incluso cuando todas las personas a nuestro alrededor estén actuando de manera incorrecta, puedes vivir confiadamente que todas las acciones que realices para glorificar a Dios, siempre serán recompensadas.

• Mantener una comunión constante y profunda con Dios y escudriñar constante Su Palabra,  esto nos permitirá conocer a Cristo y la manera en que debemos actuar  frente a cada situación.
• Esforcémonos en marcar la diferencia donde quiera que estemos con nuestros actos, haciendo sentir nuestra identidad como hijos de Dios que caminan sobre la verdad y no sobre tinieblas.
• Anhelemos tener el corazón de Cristo. Un corazón sano, limpio, santo; libre de rencor y falta de perdón. 
• Hablemos continuamente en familia sobre la importancia de ser diferentes  al mundo y de agradar a Dios con nuestra vida.
• Estemos preparados para vivir y actuar en fe, confiados en que Dios cuida de sus hijos.

Conclusion

Cuando Cristo está en nuestras vidas, debemos estar listos y enfocados en accionar, pensar, sentir y  hablar como Él lo hizo. Debe existir una fuerte intención de imitarlo constantemente y en medio de la adversidad preguntarnos ¿cómo actuaría Jesús en esta situación? Esto nos llevará a tomar las acciones correctas que, aunque sean diferentes a lo que el mundo está acostumbrado ver, definitivamente agradan a Dios e  impactarán la vida de quienes nos observan. 

Hechos 13:47  dice: “Pues el Señor nos dio este mandato cuando dijo: “Yo te he hecho luz para los gentiles, a fin de llevar salvación a los rincones más lejanos de la tierra”».

Seamos mensajeros vivos del Evangelio, que sean no sólo las palabras sino también nuestras acciones las que impacten la vida de todo aquel que aún no conoce a Cristo. Vivamos para glorificar a Dios manteniéndonos siempre en comunión con Él y que nuestra fe sea una fe basada en el obrar, no una fe vacía.

Jesús desea que seamos mansos, astutos e inteligentes y que acudamos a Dios anhelando la sabiduría que el Espíritu Santo deposita en nosotros; desea también que seamos reflejo de Su gracia, bondad, compasión y humildad, aun cuando nos lastiman, demostremos  que tenemos la apertura de nuestro entendimiento para conocer la perfecta voluntad de Dios. 

Nuestro trabajo es accionar, eliminemos las excusas de nuestra vida y ¡Accionemos! Mostremos la luz que tenemos por ser hijos de Dios, decidamos salir de nuestro escondite, encendámonos y brillemos. Todo ese esfuerzo tendrá una maravillosa recompensa en la eternidad. 

Preparemos nuestros corazones para ser sanados y moldeados según la voluntad de Dios, vivamos para ser convertidos en lámparas puestas sobre la mesa para que todos los que nos rodean puedan mirarnos y deseen brillar también de la misma manera. Permitamos que Cristo nos lleve a accionar para cumplir Su propósito de  alcanzar e  impactar  muchas vidas, pero sobre todo el propósito de marcar la diferencia y ser luz en un mundo oscuro y pecador.

Escrito por: Luisa Ruiz