Dios Nos Asegura Que Somos Sus Hijos
Estudio Cada persona nace en un núcleo familiar en el que es educado para entender la estructura de una familia, las responsabilidades y los beneficios que conlleva pertenecer a un grupo de esta índole. Esto le da identidad al ser humano y le permite entender quién es, qué es y qué debe hacer. Esto en el área de psicología se conoce como la creación de personalidad, carácter e identidad del ser humano. Esta rama le hace llamar tener raíces que nos devuelven a un lugar especial. Todo ser humano tiene la necesidad de sentirse parte de un grupo, conjunto o entorno más grande; esto crea un conjunto de experiencias, nos provee seguridad y crea en nosotros un sentido de pertenencia.
El sentimiento de pertenencia (pertenecer) se puede definir como una experiencia subjetiva que se relaciona con la necesidad de conexión hacia un grupo social, personal o un lugar determinado. Dios, como nuestro Creador, sabe que esta es una necesidad básica para que el ser humano se pueda desarrollar en cada área de su vida. Como Creador, Él establece las bases de nuestra personalidad, pero también hace énfasis de la responsabilidad que conlleva el aceptarlo y nos brinda la oportunidad de ser llamados hijos a través del sacrificio de Su Hijo.
El requisito más importante es reconocer en tu corazón que no hay forma de llegar a ser llamados hijos de Dios sino has reconocido y aceptado a Jesucristo como Único y Exclusivo Salvador.
Es impresionante ver cómo muchas personas intentan pasar su vida sin reconocer que hay algo que les hace falta en su vida. Ese vacío que nadie puede llenar y en muchas ocasiones es mejor según su entendimiento seguir corriendo lejos de la Verdad y realmente nunca se alejan, eso no es posible. Cómo en otras ocasiones piensan que no merecen ser llamados hijos de Dios y saben, es cierto NADIE merece ese derecho, solo Jesucristo, pero para Él fue muy importante poder cedernos el derecho de ser llamados coherederos con Él. Incluso, como sus hijos vamos a participar de Su gloria, pero también tenemos que participar de su sufrimiento.
Es como en todo, hay derechos pero conlleva responsabilidades. Nada viene sin sacrificio! Obviamente el nuestro no será tan difícil como el de Jesús; Él lo llevó solo. Nosotros lo tenemos a Él para enfrentar cada situación. Pero haz una pausa, piénsalo por un momento, para ser coheredero con Jesús eso es para que te maravilles. ¡No eres hijo de cualquiera! Eres llamado hijo del Dios altísimo, el Santo de Israel, el que es llamado Santo, Santo, Santo, tres veces Santo.
En 2 Corintios 6:18 nos dice: “Y yo seré su Padre, y ustedes serán mis hijos e hijas, dice el SEÑOR Todopoderoso”. Esto merece un ALELUYA!!! Soy hijo(a) de Dios, soy amado, soy escogido y he sido tan amado que mi Padre lo dio todo por mí, por mi rescate.
¿Qué sientes al saber que eres hijo de Dios?
- Asombro.
- Me siento con identidad.
- Protegido.
- Amado.
Aplicación 1 Juan 3:1-3 nos dice: “Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él. Queridos amigos, ya somos hijos de Dios, pero él todavía no nos ha mostrado lo que seremos cuando Cristo venga; pero sí sabemos que seremos como él, porque lo veremos tal como él es. Y todos los que tienen esta gran expectativa se mantendrán puros, así como él es puro”
Estamos expectantes a lo que Dios va a hacer cuando estemos junto a Él, pero mientras tenemos que prepararnos para recibir ese gran galardón, tenemos que comenzar a actuar como hijos de Dios. Necesitamos imitar a Jesús en todo y entender que por su sacrificio somos llamados hijos.
¿Qué necesitas para asimilar que eres hijo de Dios?
- Es en la Palabra de Dios que podrás ver y entender cuáles son tus derechos como hijo pero también tus responsabilidades.
- Aprende a morir a tus deseos y pon primero el plan de Dios.
- Acércate al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo para que Su esencia viva en ti y se haga parte de ti.
- Dispón en tu corazón a obedecer al Padre como Jesús lo hizo.
Conclusión
No importa cuántas veces en la Biblia diga que eres hijo de Dios si no lo aceptas, lo asimilas y lo haces tuyo es como si no se hubiera escrito o como si no fuera cierto. Es muy importante que te des la oportunidad de aceptarlo y vivirlo. Toma en serio el sacrificio que Jesús hizo para darnos una nueva oportunidad de estar nuevamente junto al Padre, de relacionarnos con Él y recuperar nuestra identidad de hijos por medio de su sangre y de despojarnos de aquello que nos limita de vivir como verdaderos herederos del Padre.
Apocalipsis 21:7 nos dice: “Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos”. Esfuérzate, entiende que tú eres un hijo o hija de Dios, que Él te ofrece vida y vida en abundancia. Entiende que tu Padre te dará las fuerzas para lograrlo, pero tú tienes que determinarte a sacudir de ti esa orfandad que sientes y aceptar muy profundo en tu corazón que el Padre te llama hijo, y Jesús con su sangre te hizo coheredero de algo mucho más grande que lo que puedes imaginar.
Escrito por: Tatiana Muñiz
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