Adoptados Por Dios
Estudio Adopción: es el proceso legal para establecer una relación de padre a hijo cuando el padre adoptivo no es el padre biológico de un niño.
En la Biblia la adopción es una metáfora utilizada para explicar cómo los cristianos entran a formar parte de la familia de Dios. Y es a través de Jesús y de su sacrificio que nosotros podemos recibir esa adopción.
La adopción no era común en el mundo judío ya que la condición de una persona dependía de su nacimiento. Esta es la razón por la que si un hombre moría, su hermano debía casarse con la viuda. El primer hijo que naciera del nuevo matrimonio sería considerado legalmente como el hijo del hermano muerto para que su línea familiar continuará.
Nosotros recibimos la adopción por la fe en Cristo, y el Espíritu Santo nos capacita para creer que el Padre nos ha adoptado. La adopción trae como consecuencia a nuestra vida un sentido de pertenencia y de identidad, esta adopción también produce resultados maravillosos en nuestra vida ya que podemos hablar a otros del gran amor que el Padre tiene por la humanidad, algo que tenemos que tener también presente es que esta adopción no solamente es presente sino también en el futuro podremos vivirla, ya que cuando partamos de esta tierra estaremos con nuestro Padre Celestial, por toda la eternidad!
Gálatas 3:26 nos dice: "Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”. Por eso a pesar de las pruebas o circunstancias que podamos atravesar y en las cuales podamos experimentar miedo, debemos recordar que nuestro Padre está ahí para ayudarnos a través de la guianza y dirección del Espíritu Santo. Dios nos ha libertado de un espíritu de esclavitud y no sólo dejamos de ser esclavos del pecado, ahora somos libres y nos ha hecho Sus hijos, tenemos acceso directo con Dios y podemos entablar esa relación personal de Padre a hijo.
Basándonos en la lectura
- ¿Qué pasaría en nuestra vida si realmente entendiéramos que somos hijos deDios?
- ¿Qué tan importante es el sacrificio de Jesús en tu posición como hijo de Dios?
- ¿Eres hijo o caminas como huérfano en la familia de Dios? ¿Por qué?
Aplicación Como hijos de Dios debemos entender que es nuestra responsabilidad cada día desarrollar una relación íntima y de gozo con nuestro Padre Dios. Así como los hijos naturales desarrollan ese vínculo con los padres, de igual forma, nosotros debemos acercarnos a Dios sin ningún espíritu que nos haga retroceder a la esclavitud del pecado y cause temor en nuestras vidas fracturando la relación con nuestro Abba Padre!
Es fácil para nosotros ver a Jesús relacionándose con el Padre con esta confianza, pero la meta en esta vida es que nosotros mismos podamos hacerlo recordando que Jesús nos ha devuelto el privilegio para relacionarnos con el Padre. Ya que toda deuda que pudiéramos tener ha sido borrada completamente a través del sacrificio en la cruz. Somos hijos y no debería de existir ningún cuestionamiento sobre esta afirmación; tenemos beneficios y también las responsabilidades como Sus hijos, pero también tenemos una herencia junto con Cristo Jesús.
- Como hijos de Dios, tenemos la oportunidad de vivir cada una de las promesas que nuestro Padre Dios ha dejado en Su Palabra.
- Como iglesia, podemos ser parte de la familia de Dios y poder llamarnos hermanos porque todos tenemos al mismo Padre.
- Como padres, tenemos la oportunidad de modelar y dar el amor del Padre que ha depositado en nuestros corazones a través del Espíritu Santo.
Conclusión
Como hijos de Dios tenemos la oportunidad de reafirmar nuestra identidad día a día, no importa la circunstancia, problema o enfermedad tenemos un Padre que siempre está al pendiente de estas necesidades y que nunca nos dejará. Un Padre que siempre nos sostendrá en la diestra de su justicia. Somos hijos y tenemos promesas para vivirlas cada día! Y también tenemos un reto: Conocer el corazón de Quien nos ama a través de la Oración y la Comunión íntima con Él en la Meditación de la Palabra y la Adoración. Nunca olvidemos que ya no somos mas bastardos, sino hijos y como hijos coherederos de todo lo que nuestro Señor Jesús tiene.
Escrito por: Mónica Sosa
|