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Tiempo Familiar - Semana 13
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"Razonando la Muerte"

 

Estudio
Luego de la muerte de Lázaro, Jesús habla con Marta y le dice: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta?” Ahora bien; ¿lo creemos usted y yo? A muchas personas se les dificulta pensar en la muerte pues no la entienden, es un misterio para muchos, por lo que bloquean sus pensamientos o creen cualquier cosa que les digan. En Cristo tenemos la Verdad, la Palabra certera. ¿Qué nos dice la Palabra de Dios sobre la muerte? Primeramente Jesús nos dijo que Él es la resurrección y la vida, que el que permanece en Él no morirá para siempre. Cuando Dios nos creó lo hizo para vivir en eterna comunión con Él, más el pecado dañó la comunión que el hombre tenía con Dios, y fue así como entró al mundo la muerte espiritual (no comunión con Dios) y la muerte fisica (muerte del cuerpo). También la Palabra dice en 1 Corintios 15:21 “Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre (Adán), ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre (Cristo)”. En Cristo podemos entender la muerte y podemos ver que hay vida después de ella. Vida junto a Jesús, si hemos creído y lo hemos confesado como nuestro Salvador o vida eterna separados de Dios por no haber creído al que dio su vida por la salvación de nuestras almas, Jesucristo.

¿Qué nos sucede si no tenemos nuestra fe puesta en Cristo a la hora de morir?

  • Moriremos en pecado.
  • La paga del pecado es la muerte y eso nos condena a vivir la eternidad separados de Dios.
  • Nuestra alma irá al lago de fuego junto con Satanás y los demonios.

Aplicación
La Palabra nos enseña que todo tiene su tiempo, hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir, de manera que no debemos ignorar que aunque sabemos el día que nacimos, no sabemos el día que hemos de morir. Por tal razón es muy importante que atendamos el asunto de la muerte ya. En el Edén el ser humano murió espiritualmente al cortarse su comunión con Dios. Luego en su tempo cada persona muere fisicamente. Si al momento de nuestra muerte no nos hemos reconciliado por Dios, a través del sacrificio de Cristo en la Cruz, entonces moriremos eternamente, o sea, ya no tendremos oportunidad de reconciliarnos con Dios, pues la Palabra dice que el hombre muere una sola vez y después de eso es el juicio (Hebreos 9:27). Dios nos creó con un propósito, nos ha conocido aun desde antes de estar en el vientre de nuestra madre, y aunque Satanás quiera impedir que el propósito de Dios se cumpla en nuestra vida, si tenemos a Cristo como nuestro Salvador y Señor, no lo logrará. Tenemos la esperanza de que así como Cristo resucitó de los muertos, en su momento nosotros también resucitaremos. No debemos temer la muerte como los que no tienen esperanza, pues sabemos que con nuestra muerte física iremos a la Presencia de Dios y estaremos con Él eternamente.

Al vivir una vida en comunión con Dios

  • Vivimos a plenitud, cumpliendo la voluntad de Dios para con nosotros.
  • No tendremos miedo a morir pues sabemos que iremos a los brazos de nuestro Padre Celestial.
  • Entendiendo el proceso de la muerte podemos compartirle a otros las Buenas Nuevas de Salvación que tenemos por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.
Conclusión
Vivamos la vida a plenitud, no dejemos que el corazón se nos llene de angustia; confiemos en Dios y también en Jesús. Él dijo:
 
“en el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy” (Juan 14:2).

1 Corintios 15:53-55 nos dice que:

“... nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos inmortales. Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?»”.

En Cristo tenemos la esperanza certera de que viviremos la Eternidad junto a nuestro Creador.

Escrito por: Linda Vélez

Lectura Bíblica
Juan 11:25-26 NTV

“Jesús le dijo:—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta?”

Orar por

  • Que el Espíritu Santo nos mueva a llevar a otros el mensaje de Salvación, la esperanza de Vida Eterna.
  • Que con nuestro testimonio podamos mostrarle al mundo que no tenemos porque temerle a la muerte si en Cristo estamos seguros.
  • Que podamos, mas que razonar la muerte, confiar en el amor de Dios hacia nosotros y en que Sus planes siempre son mejores.

Para discutir

  • Se ha preguntado alguna vez qué es la muerte, qué pasa después de ella?
  • Ha dialogado con su familia sobre el tema de la muerte?
  • ¿Cree que la muerte de los hombres, convertidos y no convertidos, es igual?
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