Libertad En Las Promesas De Dios
Estudio Como Cristianos pensamos que al llegar Cristo a nuestra vida ya somos libres de todo lo que nos ataba antes, pero la realidad es que tenemos una lucha constante y diaria para poder ser libres de opresiones, pensamientos, actitudes y cosas que nos atan todavía. En ocasiones seguimos pensando de la misma manera y no actuamos para renovar nuestra mente y cambiar nuestros pensamientos o actitudes que no van de acuerdo a lo que Dios desea. Si eres hijo de Dios debes entender que puedes gozar de la libertad que Cristo ofrece por medio de Sus promesas. El entender y meditar en la Palabra de Dios nos trae no solamente libertad, sino gozo y paz. Para experimentar la libertad en Cristo debemos de obedecer Sus enseñanzas y amar Su Palabra.
¿Por qué no disfrutamos de la libertad en Cristo?
- Porque seguimos pensando como esclavos y no como hijos.
- Porque nuestros pensamientos no van de acuerdo a los pensamientos de Dios.
- Porque nuestras actitudes son las de nuestra vieja naturaleza y no queremos cambiarlas.
- Porque nuestras decisiones son tomadas por nuestra voluntad, y no queremos someternos a la voluntad de nuestro Padre.
Aplicación
En el Salmos 146:5-8 podemos ver cómo los que tienen a Dios como ayuda y ponen su esperanza en Él pueden ser libres de la opresión, experimentan la libertad que viene de Él, abren sus ojos espirituales y carnales para ver de la manera en que Él ve las cosas, los levanta cuando están siendo agobiados por sus pensamientos o malas decisiones.
Entonces quiere decir que Dios quiere obrar en nosotros y nos quiere hacer libres pero depende de nuestra búsqueda, comunión e intimidad con Él.
¿Cómo podemos ser libres en Sus promesas?
- Entendiendo que nuestra ayuda viene solamente de Dios.
- No permitiendo que nuestros pensamientos negativos sean los que nos controlen.
- Creyendo que Él cumplirá lo que prometió a nuestra vida y familia.
- Renovando nuestra mente todos los días con la Palabra de Dios y orando en el Espíritu en todo momento.
Conclusión
Si tomamos la decisión de seguir a Dios, entonces es momento para que el pasado ya no sea lo que domine en nosotros, sino que sea el Espíritu Santo el que tome el control y podamos sentirnos libres.
Podemos ser libres de las opresiones que muchas veces tenemos en este mundo ya sea por la rutina, pensamientos, actitudes, personas o decisiones que tomamos cuando comenzamos y permitimos que Dios intervenga en nuestros asuntos. Tenemos la armadura de Dios para batallar en contra de todo lo que nos quiera oprimir y desviarnos del propósito y del plan que el Señor tiene para nosotros y nuestros hijos. Debemos recordar que nuestro ayudador es nuestro Padre si ponemos nuestra esperanza en Él.
Seremos verdaderamente libres cuando nos sometamos a una vida de oración, ayuno, adoración, lectura de la Palabra, entrega a hacer la voluntad de Dios que es agradable y perfecta, de esta manera podremos ser usados para hablar a otros de lo que Cristo quiere hacer en sus vidas y podemos ser vasos e instrumentos para que cuando hablemos, nuestras palabras liberten a los que están siendo oprimidos por el pecado. Nuestras decisiones deben ser para que andemos en libertad y no para andar cabizbajos en opresión o esclavitud. Debemos de andar en libertad creyendo que Dios cumple Sus promesas y que el caminar en Su voluntad nos hace libres.
Escrito por: Ninette Marrero
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