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Tiempo Familiar - Semana 10
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"Un Legado
De Adoración Y Devoción"



 

Estudio
Quizás haya escuchado en algún momento lo importante que es esforzarse en construir un legado para las generaciones que nos siguen y posiblemente llega  a su mente ideas como el afán de construir un patrimonio financiero, casas, ahorros o quizás una carrera universitaria prestigiosa para sus hijos y  no comprendemos que todas estas cosas materiales algún día terminarán y que es necesario comenzar a depositar todos nuestros esfuerzos en construir un legado eterno, uno que sea soporte en cada situación de la vida , un legado que les  permita ver las dificultades de manera correcta, uno que los acerque cada vez más a su propósito y ese es un legado fundamentado en la fe, la adoración y la entrega a Dios.

Es claro que el mundo se ha encargado de normalizar el pecado y esto ha traído consecuencias nefastas a la humanidad, pero como hijos de Dios se nos ha encomendado la misión de mantenernos firmes en nuestra fe y ser portadores, pero sobre todo transmisores de la verdad que nos ha sido revelada. Esa verdad que tiene la capacidad de transformar vidas, de sanar corazones, de restaurar familias, de sanar a enfermos, esa verdad que ha sido depositada en nosotros a través de Jesucristo. Estamos llamados a dejar un legado de entrega y dependencia total de DIOS en medio de un mundo que se esfuerza por separar al hombre de su Creador.

En Efesios 2: 10 nos dice “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”  esta palabra nos revela que hemos sido capacitados y preparados para vivir de manera correcta, aunque el pecado trate de persuadirnos y sacarnos del propósito, estamos llamados a esforzarnos a imitar a Cristo y a llevar un ejemplo de devoción y adoración a Dios no sólo para nuestros hijos sino para toda aquella persona que se cruce en nuestro camino. Es nuestro ejemplo y nuestras conductas lo que definirán el fruto del legado que hemos construido. Ahora pregúntese ¿está siendo cuidadoso e intencional con el legado que está construyendo para las generaciones futuras? 

¿Qué sucede cuando no nos esforzamos en construir un legado de devoción a Dios?

  • Creamos ideas confusas y débiles en aquellas generaciones que nos siguen y los dejamos expuestos a las maquinaciones del mal.
  • Perdemos la oportunidad de ver el cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas y en  la de nuestros hijos.
  • Dejaremos de ver las bendiciones que Dios ha prometido para nuestras generaciones venideras.
  • Viviremos envueltos en los ideales incorrectos del mundo.

Aplicación
Como Cristianos tenemos el deber de dejar un legado que se fundamente en los mandatos de Dios; pero para hacerlo tenemos que ser personas comprometidas a desarrollar un carácter íntegro y firme y entender que no se trata de nosotros, sino de Cristo y de Sus propósitos extendidos a todas las generaciones.

Asumamos la responsabilidad de un corazón dispuesto, aceptando el llamado que Dios nos hace, vivamos de manera intencional cada día de nuestra vida, incluso cuando lleguen las dificultades, seamos cuidadosos en las actitudes que tomamos frente al dolor y miremos estos momentos difíciles como una oportunidad de depender completamente de Dios y de ser un ejemplo de adoración y entrega; con seguridad, estas conductas serán guardadas en la memoria y en el corazón de aquellos que nos observan y tarde o temprano las imitarán y las transmitirán, convirtiéndose también en testigos del Poder y la Gloria de Dios en sus vidas. En Salmos 78:6 dice “ para que la siguiente generación las conociera —incluso los niños que aún no habían nacido—y ellos, a su vez, las enseñarán a sus propios hijos.”

Dios ha depositado en nuestras manos la responsabilidad de sembrar en el corazón de nuestros hijos y nietos y nos ha capacitado para hacerlo de manera correcta, pero todo comienza con nosotros mismos y el esfuerzo que hagamos en vivir como un ejemplo  de obediencia y pasión por Cristo.

Vivamos una vida de búsqueda constante y real de la Presencia de Dios en nuestro hogar y que sea la Palabra de Dios nuestra guía permanente. Como dice Deuteronomio 6:7-9 “Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. 9 Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.” Que Dios y Su Reino sea la prioridad para nuestras familias y que vivamos en completo convencimiento que las demás áreas se encuentran bajo su cuidado y perfecta voluntad.

El legado de la devoción a Dios es muy similar a una antorcha; durante nuestra trayectoria en la vida procuremos que la única posición que vean los demás en nosotros sea la de siervos de Dios, que vean una entrega constante y una devoción profunda, que nuestra dependencia de Él sea tan fuerte que no se dé lugar a la duda y la confusión y aun cuando nuestro tiempo aquí en la tierra termine, esa antorcha continúe ardiendo con fuerza de generación en generación y podamos declarar con plena confianza como lo hizo el Apóstol Pablo en 2 Timoteo 4: 6-8 “En cuanto a mí, mi vida ya fue derramada como una ofrenda a Dios. Se acerca el tiempo de mi muerte. 7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel. 8 Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es solo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.” Que podamos llegar a nuestros últimos días en este mundo con la tranquilidad de que a pesar de nuestras debilidades e imperfecciones, vivimos una vida de adoración y entrega a Dios y con la confianza de que las generaciones que vienen detrás, han visto tal convicción en nuestros principios, que no deseen tomar un camino diferente, sino el de amar y servir al Señor por el resto de sus días.

¿Cómo puedo construir un legado de devoción a Dios?

  • Viva en temor y obediencia constante a Dios.
  • Esfuércese cada día en crear una relación de  intimidad con Dios.
  • Que la Palabra de Dios sea su manual de vida. 
  • Viva una vida de testimonio y ejemplo de adoración permanente. 
  • Aproveche los tiempos de crisis para vivir una vida real y genuina de adoración y dependencia de  Dios.
  • Establezca a Dios y al Reino como prioridad en su vida.
  • Esfuércese por  entregar al Señor el completo control de TODAS las áreas de su vida.
  • ¡Sea cuidadoso! que sus palabras y enseñanzas estén acorde a sus actitudes.
 
Conclusión
Para crear un legado de devoción fuerte y perdurable, es necesario ser perseverantes y mantenernos firmes en nuestra convicción. Auto evaluar  constantemente la manera en la que estamos viviendo y si es necesario redireccionar las actitudes hacia lo que Dios espera de nosotros. Tenemos que sembrar testimonio y la virtud del Dios verdadero en las personas que nos rodean. Nuestro testimonio y la confianza en Dios, siempre serán  clave para que otros alcancen la salvación y vivan una entrega genuina de adoración.

El legado que realmente debe controlar todos nuestros esfuerzos y  atención es el de  una fe viva y verdadera en Dios. Ese legado que nos lleva a vivir con una necesidad permanente de Su presencia, de Su dirección y de Su amor. Que nuestros hijos, nietos, familiares y amigos  anhelen con esa misma intensidad el vivir bajo Su cobertura y al final esa perseverancia nos lleve a disfrutar de las bendiciones preparadas por Dios para nosotros y para nuestras futuras generaciones. Como dice en Gálatas 6:9 “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.”

Un legado de adoración y devoción profunda a Dios es la puerta que podemos permitir que sea abierta para todas las bendiciones terrenales pero más aún para las bendiciones eternas de Su Reino. Vivamos en entrega y pasión por Cristo, mantenernos firmes y perseverar no sólo traerá beneficios en nuestra vida sino que podremos ver definido el destino eterno de todo aquel que nos rodea. 

Escrito por: Luisa Ruiz

Lectura Bíblica
Deuteronomio 7:9

“Reconoce, por lo tanto, que el Señor tu Dios es verdaderamente Dios. Él es Dios fiel, quien cumple su pacto por mil generaciones y derrama su amor inagotable sobre quienes lo aman y obedecen sus mandatos.” 

 Para discutir

  • ¿ Estoy siendo intencional en construir un legado de adoración a Dios?
  • ¿ Soy cuidadoso en la manera en la que vivo?
  • ¿ Considero que soy un buen ejemplo de entrega y devoción a Dios para quienes me observan?

Orar por

  • Que seamos dirigidos por Dios en la construcción de un  legado de fe que perdure generación tras generación.
  • Porque podamos mantenernos firmes y constantes a pesar de las tribulaciones y dificultades.
  • Que la mano de Dios sostenga y guíe a todas las generaciones venideras y que sea sembrado en sus corazones la intención de tener y fortalecer el legado de devoción a Dios.
 
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